El Espai de la Música Mestre Vila de Benicàssim ha
programado siete actuaciones en noviembre ofertando espectáculos de música,
cuentos y teatro y ayer comenzó con la obra de teatro titulada Un mes tú,
un mes yo, escrita, dirigida y protagonizada por el incombustible
Antonio Arbeloa, a quien ya seguimos desde hace mucho tiempo como dramaturgo y
escritor en una cuantas otras obras de teatro y novelas.
Dejo por aquí, a modo de ejemplo, mi crónica de la obra No
le busques tres piernas al alcalde, representada en Enero en el Teatre
del Rabal
https://loabsolutonoexiste.blogspot.com/2020/01/no-le-busques-tres-piernas-al-alcalde.html
En esta ocasión, el personaje de Antonio se enfrenta a su
hermano, protagonizado por Vicent Rodrigo en un duelo actoral de alto nivel. Un
mes tú, un mes yo cuenta la llamada de un hermano, que lleva años cuidando
de sus padres, dependientes, en el pueblo, al otro hermano, dueño de una
inmobiliaria y triunfador en la capital, a que acuda para informarle de que a
partir de ese momento, tendrá que encargarse de cuidar a sus padres un mes sí,
uno no.
Se trata de una obra desternillante, con la que pudimos reírnos
a carcajada suelta, permitiéndonos olvidar toda la tensión y los problemas del
momento COVID que vivimos. Ya por ello es muy de agradecer que se escriban y representen
tan buenas comedias. Pero es que la temática de la obra va mucho más allá del
vodevil. Mantiene latente un tema transcendental y muy actual, el cuidado de
nuestros mayores, la materialización que algunos quieren hacer de ello, como si
de mercancía incómoda se tratase, la soledad o la hiperinflación del triunfo
empresarial, y lo vacío que puede llegar a estar. Todos temas muy serios que,
sin embargo, Antonio logra llevar al terreno de la comedia y conseguir que los aceptemos
desde esa perspectiva, con la sonrisa, la comprensión de esas situaciones que a
todos nos suceden o sucederán (en mi caso es presente de indicativo) y la
ligereza de la carcajada.
En resumen, una obra redonda, magníficamente protagonizada
por Antonio y Vicent, que destiló naturalidad y campechanismo por los cuatro
costados. Un tándem actoral perfecto y complementario que nos hicieron
disfrutar de una tarde teatral de noviembre estupenda, con todas las medidas de
seguridad y la tranquilidad de que la cultura es segura.
Muchas gracias, amigo. Y orgullosos de que hayáis pasado una velada de teatro divertida. Como tú dices, la obra, bajo su superficie de humor, aborda el drama del cuidado de nuestros mayores en el que todos nos vemos implicados. Un abrazo y comparto tu crítica.
ResponderEliminarGracias Antonio, espero que los teatros se puedan llenar cada vez de más público! ABrazo grande!
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