martes, 30 de julio de 2019

Desaparecida en Siboney - mi crónica de lectura


Siempre que Rosario Raro publica una nueva novela siento el mismo revoloteo en el estómago que me sucede cuando una de las bandas de las que soy fan desde siempre anuncia un nuevo disco: es una mezcla de deseo, curiosidad y felicidad por saber que, sea cual sea la trama que nos proponga, voy a disfrutar a la totalidad unos cuantos días durante su lectura.

Y es que Rosario elige siempre con maestría el camino por el que nos guía en su narrativa. El germen de sus novelas prende siempre en un tema incómodo, que nos debería levantar en rebelión contra la injusticia, contra la decidida ocultación de su existencia por parte de los poderes fácticos o los medios de comunicación.

Y en torno a ese embrión ficciona una novela creíble, magistralmente ambientada y decididamente interesante.

Desaparecida en Siboney tiene el encanto de finales del diecinueve. De los cargueros y navíos que surcaban el Atlántico de camino y de vuelta de las Américas, de las últimas colonias de aquella España que fue potencia mundial en siglos previos. Mantiene un nivel de intriga y tensión narrativa permanente, activo, que te lleva hasta el final con muchos interrogantes y que la convierte en un placer para los amantes de la novela.

Con su lectura, yo que soy viajero empedernido, me he transportado a uno de los vapores en los que transcurren algunos de sus capítulos y me he imaginado cómo sería una travesía larga, en compañía de gente a quien no conoces. ¿Qué relación establecería con ellos? ¿Cómo mantendría las convenciones sociales en esa época? ¿Me enamoraría? Así he descubierto que esos viajes eran receptáculos de toda una vida y sociedad y que en ellos se gestaban historias de amor y traición muy profundas.

He aprendido muchas cosas con Desaparecida en Siboney, sobre la sacarocracia, por supuesto sobre el tema más duro de la novela, la trata de esclavos, sobre las plantaciones de caña y la explotación de sus empleados o la triangulación de las operaciones mercantiles. También he podido transitar por la Barcelona de 1875, una delicia que me llevará a recorrer sus escenarios en 2019. Y he podido constatar que los temas universales que nos acechan hoy en día ya estaban presentes entonces, la corrupción militar y política, el capitalismo desaforado (en aquella lamentable ocasión con seres humanos) y el abuso del poderoso sobre el desfavorecido. Puede que no hayamos mejorado como raza, aunque quiero creer que sí y que gracias a muchos Mauricios Sargales el mundo es un poquito mejor.

Termino con tristeza la lectura de Desaparecida en Siboney. He pasado unas tardes de julio maravillosas, sentado frente al Mediterráneo, cuando cae la tarde, cuando el sol se duerme, acunado por la búsqueda de Mauricio Sargal de su hermana, por la ambición deshumanizada de Bartolomé Gormaz y por el sonido del mar que aunque está al otro lado de la península, me ha hecho imaginar que estaba frente al Atlántico y que en cualquier momento vería aparecer uno de los navíos que transitan por él.

Esta es mi tercera reseña de Rosario Raro, tras Volver a Canfranc y La huella de una carta y mi consideración ha ido aumentando con ellas. Creo que Rosario ha madurado su calidad narrativa con Desaparecida en Siboney , ha perfeccionado su ambientación y enriquecido su intriga así que me quedo huérfano de novela, esperando la próxima que, estoy seguro, prenderá desde un tema insólito y posiblemente desconocido para el gran público.


lunes, 29 de julio de 2019

ESCRITORES SINGULARES-66: MARÍA REQUENA


María Requena es una ESCRITORA SINGULAR. Acaba de publicar su primer libro de relatos titulado Olor a rueda quemada (relatos sobre un mundo equivocado), en el que nos ofrece una colección de reflexiones en forma de relatos crudos, que muestran una realidad existente, sin filtros, sin florituras y sin fru fru. También tiene en parrilla de salida el libro titulado Desmontando la tiranía de la felicidad, coescrito junto a Miguel Torija, en el que nos plantea la cuestión de si es lícito inculcar la necesidad de ser siempre feliz y de si otros sentimientos, como la ira, la ansiedad, la desilusión o la melancolía son también necesarios.
María es también impulsora de la página de Facebook Mirando a Siria, que intenta denunciar la situación que vive el pueblo sirio y que poco a poco se va diluyendo en las noticias. La guerra en Siria ha sido una de las mayores atrocidades de este siglo y yo, que he visitado en muchas ocasiones el país (hasta 2011) y que tengo muchos amigos en Siria he sentido la pena y la impotencia de ver cómo una cultura, un país y una sociedad pacífica y acogedora, han sido destruidos de forma irreversible. Así que aplaudo a María por esta iniciativa porque es necesaria, y yo diría que obligatoria.
Conocí a María en la VIII Microquedada relatista de Sevilla, una magnífica edición donde disfrutamos de la literatura, la mancomunidad de escritores de relatos y de la amistad forjada por los libros.
Además de su trayectoria literaria, María escribe todos sus micros y reflexiones en un blog que podéis curiosear pinchando en el enlace.

https://entremispalabrasylastuyas.blogspot.com/

Y para esta ocasión, María ha escrito, a partir de la frase que le propuse, un relato sobre un libro, sobre la identificación de su lector con él, sobre cómo esa identificación puede llegar a ser fatal, un relato imaginativo, enigmático y sorprendente. Se titula: Historia de un suicidio Leedlo, es muy interesante.

Y para que conozcáis un poquito más a su autora, una breve entrevista a continuación.

HISTORIA DE UN SUICIDIO.

«Siempre supo que no lo conseguiría, aunque se había pasado la vida intentándolo. FIN».
Cerró el libro. Revisó la portada y volvió a leer la contraportada. Anotó la fecha de la lectura en la segunda hoja (como siempre hacía). Guardó el marcapáginas en la caja de los marcapáginas. Volvió a la cama. Apagó la luz. Cerró los ojos.
Una suave brisa entraba por la ventana prometiendo una noche fresca, para variar. Afuera, un absoluto silencio apenas roto por el suave fru fru de las hojas de los árboles mecidas por el viento.
«Se había pasado la vida intentándolo». Abrió los ojos. Cerró los ojos. Aquellas palabras se habían quedado prendidas en los pliegues de su cerebro. Abrió los ojos a la vez que un jugo agrio alcanzaba su garganta. Escapó al baño antes de que la primera bocanada de vómito llenase su boca.
«Aunque se había pasado la vida intentándolo». Volvió a la cama. Cerró los ojos. Una delicada llovizna empezó a salpicar la calle produciendo una dulce melodía. Le alucinaba cómo, a veces, sentía que los libros hablaban de él; no era la primera vez que le había pasado. Ya se había sentido identificado con «El guardián entre el centeno», «Lolita» o «El gran Gatsby», pero no con tanta intensidad como con aquel que se había quedado descansando en la mesita de noche.
Abrió los ojos. Se acercó a la ventana y la abrió por completo. Aspiró una fuerte bocanada de aire fresco. Esta vez no lo permitiría. No iba a volver a fracasar. Esta vez sería diferente, cumpliría lo indicado.
La brisa alcanzó el libro, acunando las hojas.
El golpe, seco, lo escucharon los vecinos que retozaban satisfechos en esa noche inusual de un día cualquiera de verano.
«Historia de un suicidio», dijeron que se titulaba.

ENTREVISTA SINGULAR

1.- ¿Cuál es el principal motivo que te empuja a escribir? Sencillamente, expresarme: tener la oportunidad de hablar de cosas que me importan, de plasmar emociones y sentimientos, pero también, en ocasiones, de aclarar mis propias ideas.
¿Recuerdas cuál fue la primera vez que comenzaste algún texto? La primera vez que comencé algún texto sería hace unos veinte años, que empecé lo que quería que fuese una novela sobre la enfermedad de Alzheimer, tema que estudié mucho en mi carrera de terapia ocupacional.
¿Lo guardas todavía? Por desgracia, no.
¿Te atreverías a publicarlo a modo de relato? Si lo tuviese no me importaría.

2.- Imagina que tuvieras la posibilidad de publicar un libro con una editorial de tirada nacional y tuvieses libertad para elegir el género y la temática. ¿Cuáles serían y por qué?
Yo crecí como lectora con las historias de Dominique Lapierre y Javier Moro, ellos fueron los que hicieron que me convirtiera en una lectora apasionada y enamorada de las historias reales tanto de personajes famosos como de personas anónimas pero que hacen que este mundo sea mejor. Por este motivo, soñaría con publicar un libro de este tipo, una crónica sobre personas que ayudan a mejorar el mundo y no sería difícil encontrar ejemplos: Carola Rackete, la capitana de barco que ha desafiado a Salvini, para salvar 40 vidas, o Yusra Mardini, la joven nadadora siria que junto a su hermana ayudó a que su embarcación rota llegará a la costa griega con dieciocho personas más. Las historias de personas así son las que me gustaría contar y publicar.

3.- Te pido que seas tu crítico/a más duro/a. Dinos qué se te da peor a la hora de escribir y cómo intentas resolverlo.
Pues diría que me falta creatividad; a veces mis historias son planas y con falta de recursos pero intento paliarlo con mucho trabajo. También me formo y seguiré formando haciendo talleres de escritura creativa; además me gusta leer libros sobre escritura, por ejemplo, “La práctica del relato” de Ángel Zapata o “Las herramientas del microrrelato” de Manu Espada los tengo siempre cerca porque me sacan de más de un atolladero ;)
También los títulos me cuestan, les doy miles de vueltas hasta conseguir el que busco, si es que lo encuentro.

4.- ¿Cómo sería tu presentación ideal de un libro? Quiero decir, qué elementos tendría que tener para que resultase interesante, amena y entretenida.
Una en la que las personas que acudiesen se sintiesen cómodas, con elementos para participar, que hubiera un buen diálogo entre autor/a y asistentes. Creo que más que presentaciones deberían ser “encuentros con el/la autor/a”, que hubiera un intercambio de impresiones en las dos direcciones. No me gustan las presentaciones en las que solo el autor habla y nada más, es importante que los posibles lectores se sientan parte de la ocasión, porque sin lectores los autores tendríamos poco que hacer.

5.- Hoy en día el número de publicaciones es enorme. Tanto digital como en papel, resulta muy difícil elegir qué leer ya que normalmente nuestro tiempo de lectura es limitado. En tu caso, ¿cuál es el criterio que sigues para la elección de una próxima lectura?
Desde luego que la vida es demasiado corta para todo lo que quisiera leer, jeje. Yo me suelo guiar por recomendaciones de amigos sobre todo, pero también me gusta entremeter clásicos que hay que leer obligatoriamente. Es imposible tener un único criterio, por lo que también me guio por recomendaciones de páginas especializadas aunque intento no dejarme llevar por el puro marketing, aunque es muy difícil no caer en la trampa de la publicidad.

6.- Vivimos en el mundo de la hiperconexión. ¿Utilizas las redes sociales? Cuáles son las que te parecen más interesantes y por qué.
Con ellas tengo una relación de amor-odio, pero intento no exponerme demasiado, dejar mi privacidad para mí y usarlas exclusivamente para cosas que me interesan, por ejemplo, para “la comunidad literaria”, la información del mundo, etc. Hace unos años creé mi página Mirando a Siria, para denunciar el conflicto y otras cosas que pasan en el mundo y gracias a ella he conocido a gente muy interesante. Creo que internet nos conecta pero también nos desconecta de la realidad si no tenemos cuidado. Las redes sociales me han dado amigos y  muchas otras cosas, pero hay que cuidar la privacidad. Las que más uso son Facebook e Instagram, son las que más usan mis amigos, mis contactos, etc.

7.- ¿Cómo te calificarías como lector/a? ¿Qué géneros te gustan? Y ¿en qué momentos disfrutas de la lectura?
Soy una lectora voraz, leo como sesenta libros al año, me apasiona la literatura, no concibo un día sin leer. Como te decía me gustan las historias reales, no solo de personas conocidas, si no la ficción de personas comunes. Me encanta el realismo sucio de Raymond Carver, pero también el mágico de García Márquez. No suelo decir que no a nada, pero no me llevo bien con la fantasía por ejemplo, aunque he leído el libro “La posada de los vientos” de Rocío de Juan y me ha encantado; tampoco me gusta demasiado la novela negra pero “Belleza Roja” de Arantza Portabales me ha vuelto loca. Por eso no digo a nada que no a priori, salvo libros como “Cincuenta sombras de Grey” que sé que podré seguir viviendo aunque no lo lea, o novelas demasiado rosas y empalagosas (alguno se reirá cuando lea esto).
Entre diario intento robar tiempo al tiempo; a veces puedo leer un poco después de comer, pero sobre todo leo de noche, o cuando los demás ven la tele, yo leo, leo y leo. En fin de semana suelo despertarme temprano y leer un poco antes de que mi familia se despierte… pero esto es un secreto, jeje. Es decir, leo siempre que puedo.

8.- ¿Cuál es tu secuencia a la hora de estructurar una novela, o el género que escribas? Me refiero a cuál es la cadencia de creación: ¿Primero los personajes, o el conflicto principal, o el final, o cómo lo acometes?
Pues igual no es muy ortodoxo, pero depende del relato. Normalmente, lo primero que hago es buscar el conflicto principal, qué es lo que quiero contar. Pero depende del relato, porque en alguna ocasión lo primero que se me ha ocurrido ha sido el título o en otras ocasiones he creado primero el personaje principal, según el momento. A veces incluso lo primero ha sido el escenario donde se iba a desarrollar la acción, o ha sido un objeto el desencadenante de la historia.

9.- Me gustaría que definieses ese momento en el que das por finalizado un libro. El momento final, cuando recibes las galeradas y les das el último ok.
Como solo he publicado un libro a solas y lo tengo reciente, me acuerdo bien. Ese momento lo definiría como “un cruzar los dedos”. Me preocupan mucho las erratas y otros errores  por lo que repasé el libro muchísimas veces. Mi editorial (Editorial Dech) tuvo mucha paciencia conmigo y juntos repasamos y repasamos el libro hasta que no hubo ningún error. Fue un momento emocionante cuando ambas partes pensamos que ya estaba todo correcto, pero yo crucé los dedos por ser mi primera vez.

10.- Te pido ahora unas respuestas rápidas

a) Recomiéndanos un libro y el motivo por el que tendríamos que leerlo.
“Más grandes que el amor” de Dominique Lapierre, el mundo sería mucho mejor si siguiéramos el ejemplo de sus personajes.

b) ¿Cuál es tu escritor/a favorito/a?
Raymond Carver, Dominique Lapierre, Javier Moro, J.J. Millás, Arantza Portabales, Paul Auster… (¡Uno imposible!)

c) ¿Qué opinas de los blogs literarios?
Creo que son una fuente de información estupenda y además suelen ayudar a difundir la literatura que falta nos hace. Te dejo el mío: entremispalabrasylastuyas.blogspot.com

d) Un libro que no hayas podido terminar de leer.
Pues ahora mismo creo que estoy en paz con todos; me costó mucho leer Rayuela, por ejemplo, pero luego se convirtió en uno de mis libros favoritos.

e) Un deseo literario para el próximo año.
Bueno, antes de que acabe el año espero que “Desmontando la tiranía de la felicidad”, libro del que soy autora junto con Miguel Torija, vea la luz. Pero para el año que viene todavía falta mucho, carpe diem.

f) La última cosa que te haya sorprendido tanto que todavía la recuerdes.
Me sorprendió mucho la acogida que tuve por parte del director de la biblioteca en la que presenté mi libro. Sin conocerme me trató de una manera maravillosa, muy cercana, amable, puso la biblioteca a mi disposición… Personas así hay pocas y se lo agradeceré siempre.

g) Una canción o cantante que tenga para ti un significado singular.
“I promise myself” de Nick Kamen, es mi canción preferida, me devuelve a mi adolescencia.

h) Las 3 características que debe tener para ti un buen editor/a.
Que sea como mi editora Celia, ;). Una persona cercana, preocupada por lo que necesita el autor, con el interés de que la obra salga bien y no únicamente de que se vendan muchos ejemplares.

11.- Acabas de publicar tu libro de relatos titulado Olor a rueda quemada. ¿Nos podrías contar un poquito cómo se gestó tu idea de esta novela
Desde que comencé a escribir en 2014 los temas de mis relatos eran en su mayoría de denuncia social, sobre temas reales. Cuando ya llevaba un tiempo escribiendo, pensé que sería una buena idea juntar varios de estos relatos y formar un libro con el objetivo de denunciar muchas de las tragedias que ocurren en nuestro mundo. La idea es que abramos un poco nuestra mente y que miremos  más a nuestro alrededor… ¿Qué está pasando en el mundo que no nos cuentan? ¿Qué podemos hacer nosotros?

12.- Para terminar, me gustaría que definieras una escena lo más cercana posible a tu felicidad.
Vivir con mi familia en medio de la naturaleza o cerca del mar, y poder dedicarme exclusivamente a leer y a escribir delante de un gran ventanal, solo escuchando el sonido de la naturaleza, solo teniendo la naturaleza a mí alrededor. Vivir en paz y armonía conmigo misma.


miércoles, 24 de julio de 2019

Descubrimiento musical de julio - PUMAROSA


PUMAROSA es una banda londinense fundada por la vocalista Isabel Muñoz-Newsome y por el batería Nicholas Owen reconvertidos en quinteto. 

Editaron su primer disco allá por 2017 y su primer single titulado Priestess (que ahora ha sido autoversionada con una parte cantada en castellano con mucho acento británico) supuso una sorpresa en el panorama musical del momento por su larga versión de siete minutos que termina de forma instrumental y alejada de toda comercialidad.

https://www.youtube.com/watch?v=29UfFxs8mGI

La voz, el descaro y la sonoridad de Isabel se acercan en muchas ocasiones, o quizá me recuerdan, diría mejor, a las de Siouxie. Y creo que solo ya por eso merece toda mi atención.

Su estilo musical ha evolucionado en apenas dos años como una montaña rusa. Y eso se nota en su composición final. Partiendo del folk más naif se escoraron hasta el heavy y luego se fundieron con la electrónica hasta dar con un estilo que ellos mismos denominan Industrial Espiritual. Algo que puede parecer pretencioso pero que tiene su sentido. La redondez final de su sonoridad la consigue el productor Dan Carey que ha trabajado también otro de los grupos que me gusta mucho, Hot Chip. Es como si el ambient se fusionase con la música siniestra gracias a la electrónica. Y parece que es un estilo que va calando y que quizá se ponga de moda en breve.

Dentro de su eclecticismo musical, las canciones que más me gustan son aquellas que ofrecen medios tiempos, con desarrollos musicales largos, acompasados y electrónicos. Algunos de ellos me recuerdan por momentos al último álbum de Fuel Fandango que es para mí casi una obra maestra de 2017.

Habrá que seguirle la pista a esta banda que promete mucho, mucho.

domingo, 21 de julio de 2019

Wences Rambla - 50 años de abstracción pictórica


¿Qué se puede hacer un sábado de julio por la tarde, en Castellón, con casi cuarenta grados de temperatura? Una visita cultural a una magnífica exposición de arte organizada en el Museu de Belles Arts de Castelló. La magnífica retrospectiva titulada 50 anys d’abstracció pictórica, de Wences Rambla.
Nada más comenzar la visita lo primero que sorprende es descubrir un artista castellonense que optó desde siempre por la modernidad. Resulta muy enriquecedor ver que Wences apostó por la explosión del geometrismo abstracto ya en los primeros setenta, nadando sin duda a contracorriente en un ambiente artístico de la provincia mucho más cauto.

La imbricación de abstracción y geometría, con la explosión cromática es exactamente el tipo de pintura que más disfruto. Es mi estilo. Me parece rompedor, inspirador, crea una corriente de energía y luminosidad que positiviza al espectador y lo transporta al mundo onírico de las sensaciones más primigenias. Y yo siempre disfruto al máximo cualquier exposición que transite por estas coordenadas.

En el caso de la retrospectiva de Wences me gustó mucho la transición cromática, de los verdes trigueños del comienzo a los naranjas y carmines para transitar por las series multicolores y dar paso al rosa palo y los azules.

Wences domina la técnica, combina los relieves con ciertas texturas rugosas y la extrema linealidad de sus diseños geométricos dotándolos de profundidad, de perspectiva, si se miran a la distancia adecuada pero también de extremo detalle si se observan desde muy cerca.

Destaco de toda la serie de 35 cuadros expuestos dos que me conmovieron especialmente. Son los dos de la fotografía adjunta. Adquieren vida propia, ofrecen casi su tacto (aunque no podamos tocarlo), porque tienen esa hiperrealidad abstracta que tu cerebro transforma en el tacto de algunas telas cuando pasas la palma de la mano de forma suave. El lienzo rosa me transportó a un aeropuerto, a los techos de cristal, a la megalópolis de vidrio y acero de un futuro no tan lejano.

La visita de esta exposición de Wences Rambla ha sido una experiencia enriquecedora y casi anónima, pues pudimos contemplarla en un momento de la tarde donde todo el mundo descansa del calor. Y nosotros nos sumergimos en un viaje de colorido y abstracción que nos ha convertido en fans totales de Wences.

¡No os la perdáis, estará hasta octubre!

sábado, 20 de julio de 2019

La vida, tal cual


Hace calor, es lo propio del mes en que estamos y me gusta. Soy mucho más de calor que de frío. Soy friolero, y eso que soy aragonés… La vida en verano adquiere tintes de normalidad, de riqueza. Llena nuestras almas con vida a raudales. Nuestra casa se convierte en un ser vivo que recibe y despide a gente, de forma líquida, orgánica. Abre sus puertas a nuestros visitantes, a la familia y los amigos. Unos vienen, otros se quedan, y otros tantos se van. Pero todos dejan algo de sí mismos en ella. Son días de piscina, de hacer comidas en grupo y disfrutar de la charla, de bebidas fresquitas, de lecturas a la sombra y helados de leche. Los atardeceres se visten de música y el FIB nos ameniza con sonidos que vienen y van en función del viento. Pero podemos escuchar a Lana del Rey o a cualquier grupo inglés que haya venido a esta edición.

Los niños han crecido, Izan ya sale con sus amigos y comienza una vida que cada vez es más independiente y Adrián sigue con nosotros, con esa pátina de inocencia que alterna con momentos de extrema brillantez y que nos deja siempre sin palabras. Julio llega a menudo cargado de trabajo, horas y horas de lidiar con clientes, ofertas, reclamaciones, propuestas, viajes, y mil otros requerimientos pero los fines de semana el brillo de los días se torna de colores y afrontamos las horas con absoluta libertad, en la playa, relajados, escuchando el mar, caminando muy temprano por la mañana o tomando el vermut en una terraza abarrotada. 

La vida es, tal cual, saludada por gente de vacaciones, fiberos adolescentes, familias residentes, solteros bronceados y parejas enamoradas. Y Laura está a mi lado, leyendo un libro que también habla sobre la vida, ¡qué casualidad! Será por la vida de julio, esa que vivimos los dos tan intensa y tan feliz. Ojalá pudiéramos detener el momento y nuestra vida no cambiara nunca. Bueno, un poquito sí que tendría que cambiar, que si no nos aburriríamos, pero así, una temporada, estamos muy bien. Yo estoy al lado de Laura, en otra hamaca y voy a empezar a leer a Rosario, sí, Rosario Raro y su última novela, Desaparecida en Siboney.

jueves, 18 de julio de 2019

La cenicienta – Ballet nacional de Cuba


La semana pasada tuve la inmensa fortuna de poder asistir a una representación del Ballet Nacional de Cuba, dirigido por Alicia Alonso en el Teatro Tivoli de Barcelona. La obra, La cenicienta, de Johan Strauss y basada en el clásico cuento de Charles Perrault.
Hacía mucho tiempo que quería sumergirme en el mundo del ballet. Siempre me ha maravillado esta disciplina que aúna esfuerzo, elegancia, dedicación vital, oído musical y capacidad teatral. Me parece la expresión artística más compleja de las artes escénicas porque hay que poder transmitir lo que la historia cuenta con el propio cuerpo, sin la palabra.
Tenía mucha curiosidad por ver el tipo de público que acude a una representación de este tipo, cómo no, lleno de prejuicios, y un domingo de verano el Teatro Tívoli de Barcelona estaba repleto. Yo me vestí para la ocasión, traje, corbata, y zapato clásico, porque creo que uno debe adecuarse a la maravilla artística que va a contemplar. Y luego el público fue variopinto: Familias con niñas que sin duda estudiaban ballet y algunas representaban algunos pasos, parejas jóvenes, guiris en pantalón corto y chanclas, señores con cierta edad, chicos y chacos en una variedad total de público que, pude entender, gusta igual del arte en su máxima esencia, de la perfección de un ballet que supo representar la obra con maestría. Siempre había leído y escuchado que el Ballet Nacional de Cuba es uno de los más prestigiosos del mundo, y coincido en que no sólo dominan la técnica, las posiciones, los saltos, las coreografías, sino que las insuflan de humanismo, de sonrisa, de sentimiento y de veracidad.
Tengo que confesar que cuando terminó el primer acto y el público se puso en pie, mis mejillas estaban cubiertas de lágrimas. Lágrimas de emoción por la música, por la belleza de los bailarines, de su elegancia, de la belleza de los cuadros que creaban en sus composiciones y de la absoluta perfección en su ejecución.
Y entonces hice una reflexión, la de pensar que en este mundo deshumanizado en el que vivimos, el mundo de las pantallas, de la inmediatez, del capitalismo liberal y del consumismo masivo, queda todavía un reducto de esperanza, el de las personas que se conmueven con un demiplié, con una secuencia de giros de una bailarina sobre la punta de su pie, o de una posición final, estilizada, del bailarín abrazando a la primera ballerina. Que gustan, en definitiva, de la belleza, del arte y de la contemplación sin tecnología.
Siempre intuí que me gustaría mucho el ballet clásico, y he comprobado que así ha sido, y que, junto con la ópera, otra disciplina que también me falta por experimentar, completaría mi pasión por el teatro y por el arte en general.
Ha sido una experiencia vital, necesaria, tardía pero enriquecedora.

domingo, 14 de julio de 2019

ESCRITORES SINGULARES-65: LUIS ALEIXANDRE


Luis Aleixandre es un ESCRITOR SINGULAR. Con varias novelas ya publicadas, este escritor de Vila-Real nos ofrece su creación literaria en el género de la novela negra, como en la titulada Letras Cautivas, publicada dentro de la serie Castelló Negre por Unaria ediciones, que muy pronto disfrutaré y reseñaré en este mismo blog, o Veinte días desenfocado, su debut novelístico.
Recientemente ha publicado su última novela titulada Días de Fútbol, una experiencia singular y muy original, de la mano del propio club futbolístico, en la que aúna la evolución del club de fútbol Villareal CF con la historia que viven un abuelo y su nieto en el camino de ascenso de categorías del equipo villarealense.
Luis pertenece a la Asociación de escritores de la provincia de Castellón (AEPC), colectivo literario que aglutina a escritores y poetas de la tierra y promociona su literatura de forma muy activa.
En esta ocasión y a partir de la frase que le planteé, Luis ha construido un relato lleno de acidez tan actual como el momento que la sociedad española está viviendo. Verdaderamente sorprendente su final, y espero que puramente ficticio. Se titula La mala sombra.

Y para que conozcáis un poquito más a su autor, una breve entrevista a continuación.
LA MALA SOMBRA

Parecía que aquella sombra le perseguía desde hacía unas horas y no sabía cómo desembarazarse de ella. Últimamente le ocurría cada vez que finiquitaba un nuevo encargo. Ni la elección del escenario adecuado, ni el momento de disparar su flamante Glock 42, ni la sangre derramada de sus víctimas habían provocado su aparición; la sombra que se pegada a sus talones era fruto de la culpabilidad. Se estaba haciendo mayor. Atrás quedaba el arrojo y la audacia de cuando liquidaba a sus víctimas apenas dos días después de recibir el sobre con el dinero, la fotografía y los datos del desgraciado. Ahora, el ímpetu había dado paso a la sensatez y la osadía a la frialdad. Pero la convidada de piedra que había aparecido sin ser invitada era esa maldita negrura que le acompañaba a cada paso, que martirizaba sus entrañas. Esa oscuridad formada a partes iguales por sentimientos de culpabilidad, desasosiego y turbación se había alojado en su alma y era incapaz de darle esquinazo. Matar ya no era lo de antes. Llevaba meses sopesando la posibilidad de abandonar el empleo de sicario. Pero entonces, ¿cómo sobreviviría? No sabía hacer nada más. La respuesta no tardó en llegar a su malogrado cerebro, triunfaría allí donde la culpabilidad derivada de un trabajo mal realizado no deja ni rastro, donde no importa carecer de remordimientos y donde no se requiere tener habilidades especiales: se afiliaría a un partido político.

ENTREVISTA SINGULAR

1.- ¿Cuál es el principal motivo que te empuja a escribir? Muy sencillo, que el mayor número posible de humanos lean lo que tengo que decir. Cuando uno, a lo largo de su vida ha leído tanto y tan variado, recoge pedazos de unos escritores y de otros para crear su propio estilo e intenta ejecutar, de manera perfecta, el proceso de narrar una historia. Yo no soy diferente en eso.  ¿Recuerdas cuál fue la primera vez que comenzaste algún texto? Mi carrera literaria es tardía. Mi primer texto literario coincidió con mi primera novela: “Veinte días desenfocado”. ¿Lo guardas todavía? Por supuesto, está editada. ¿Te atreverías a publicarlo a modo de relato? Esta pregunta, en mi caso, no tiene sentido.

2.- Imagina que tuvieras la posibilidad de publicar un libro con una editorial de tirada nacional y tuvieses libertad para elegir el género y la temática. ¿Cuáles serían y por qué?
Sería una novela negra actual con matices importantes de violencia, sexo y relaciones humanas complicadas. Aunque se ha convertido en un tópico, creo, sin ningún tipo de dudas, que este tipo de novela permite realizar denuncia social a la perfección. En esa supuesta novela de tirada nacional me gustaría tratar la peliaguda, inexplicable y oscura manera con la que trata la institución de la Iglesia la homosexualidad de algunos de sus sacerdotes.

3.- Te pido que seas tu crítico/a más duro/a. Dinos qué se te da peor a la hora de escribir y cómo intentas resolverlo.
Las comas. Puede parecer una tontería, pero me incordian hasta la desesperación. Mis pausas en la narración no suelen coincidir con la del resto de la humanidad. Ya me he descargado cursos al respecto y, además, aviso a mis lectores cero de que presten especial atención a ese puñetero signo ortográfico que, mal usado, puede cambiar el sentido de una frase o romper la fluidez de lectura de un párrafo.

4.- ¿Cómo sería tu presentación ideal de un libro?
Si en la cinemática la situación ideal es la ausencia de rozamiento, en la presentación de un libro lo sería poder regalarlos. Atendiendo al motivo por el que escribo, detallado en la primera pregunta, y para facilitar que los asistentes a la presentación me leyesen, nada mejor que obsequiarles con un ejemplar de mi obra. Pero como no tengo la fortuna de Jeff Bezos ni su red de distribución (Amazon), no puedo llevar a cabo dicho proyecto.

Quiero decir, qué elementos tendría que tener para que resultase interesante, amena y entretenida.
He visto presentaciones de todo tipo: sosas, divertidas, aburridas hasta el aletargamiento, con músicos, con un mago, con poetas, con vinos y tentempiés, pero lo que realmente llega, lo que últimamente me ha provocado ansia de comprar una novela, es escuchar al autor o autora. Pero ojo, no todos logran despertar la curiosidad y el deseo del lector con su verborrea. Unos lo consiguen y otros no. Esa habilidad la tiene quien la tiene, y es independiente de la capacidad narrativa.

5.- Hoy en día el número de publicaciones es enorme. Tanto digital como en papel, resulta muy difícil elegir qué leer ya que normalmente nuestro tiempo de lectura es limitado. En tu caso, ¿cuál es el criterio que sigues para la elección de una próxima lectura?
El punto de partida es esencial: elijo el género de la novela. Negra, por supuesto. Después si ya he leído otras obras del mismo autor, es suficiente para rechazarlo o comprarlo. Si no lo conozco suelo tener en cuenta la editorial que lo publica y las críticas que ha generado. Por ejemplo, desde hace unos días no dejo de leer reseñas fantásticas de la novela “Cuando gritan los muertos”, de Paco Gómez Escribano. Pues esa novela ha despertado en mí unas ganas irrefrenables de comprarla y leerla. Sé que me gustará.

6.- Vivimos en el mundo de la hiper conexión. ¿Utilizas las redes sociales? Cuáles son las que te parecen más interesantes y por qué.
Es una irresponsabilidad ser autor y no publicitar tus obras y tu carrera literaria en, al menos, un par de redes sociales. Al publicar mi segunda novela “Letras cautivas” comencé a utilizarlas con regularidad para dar a conocer mis obras. Uso Facebook e Instagram. Una te permite escribir y comunicarte con tus seguidores. La otra es más visual y en ella priman las imágenes y las fotografías. Hay que tener en cuenta que el poder de atracción de la portada se hace determinante, en muchos casos, para conseguir vender una novela. Pero eso ya es harina de otro costal…

7.- ¿Cómo te calificarías como lector/a?
Ahora no soy avezado, pero lo he sido durante toda mi vida. Escribir me quita tiempo de lectura. Es terrible, pero es así.

¿Qué géneros te gustan?
Empecé las lecturas adultas con la novela de Henri Charrière: “Papillón”. Desde entonces me he zambullido en todos los géneros: novela de aventuras, erótica, ciencia ficción, policial, negra, de misterio, romántica, histórica, de terror y he leído hasta el manual de vinificación de Emile Peynaud, pero tengo predilección por la novela negra y policial.

Y ¿en qué momentos disfrutas de la lectura?
Necesito calma en mi entorno y música con el volumen a ras de suelo para introducirme en cualquier trama. Esto se suele producir en verano, en mi casa del pueblo, y en algunas tardes del resto del año. También suele ser lo último que hago antes de desconectarme por las noches.

8.- ¿Cuál es tu secuencia a la hora de estructurar una novela, o el género que escribas? Me refiero a cuál es la cadencia de creación: ¿Primero los personajes, o el conflicto principal, o el final, o cómo lo acometes?
Primero siempre el conflicto principal. En ello va incorporado el desenlace o final. Es imposible ponerse a cocinar sin saber el plato que vas a elaborar ni los ingredientes básicos que vas a necesitar. Los personajes protagonistas los diseño de acuerdo a las necesidades de la trama. Los personajes secundarios, cada vez más numerosos en mis novelas, tienen orígenes diversos: algunos son creados ex profeso y otros se abren paso ellos solos sin haber sido invitados. Es una de las cosas que me encanta de escribir novelas: conocer a personajes furtivos.

9.- Me gustaría que definieses ese momento en el que das por finalizado un libro. El momento final, cuando recibes las galeradas y les das el último ok.
Teclear la palabra FIN a una novela en la última página indica que comienza la ardua labor de un buen escritor. Llegan las interminables correcciones y la incesante toma de decisiones sobre si añadir, suprimir, ampliar, modificar… Ese proceso lleva más tiempo que la primera escritura de la historia. En ese periodo llevas dos vidas simultáneamente, la real y cotidiana, y en tu cabeza, la ficticia. No nos volvemos locos de puro milagro. En cuanto a lo que pretendes averiguar con tu pregunta, la respuesta es solo una: satisfacción. Te conviertes en un manojo de nervios y piensas: “vamos allá…”

10.- Te pido ahora unas respuestas rápidas

a) Recomiéndanos un libro y el motivo por el que tendríamos que leerlo.
“La reina roja” de Juan Gómez Jurado. Porque he disfrutado con su lectura como hacía tiempo que no lo hacía.

b) ¿Cuál es tu escritor/a favorito/a? Boris Vian. Creo que tengo el 90% de su obra.

c) ¿Qué opinas de los blogs literarios? No suelo entrar en ellos. Es una actividad pendiente de descubrir.

d) Un libro que no hayas podido terminar de leer. No muchos. No es necesario molestar a su autor/autora, así que omito la respuesta.

e) Un deseo literario para el próximo año. Que mi nueva novela la mime una editorial de tirada nacional que me lleve a las principales ferias del libro nacionales y que consiga que se presente en los grandes certámenes de novela negra de España, que es donde se conoce bien a otros autores del ramo.

f) La última cosa que te haya sorprendido tanto que todavía la recuerdes. Fue una película dura. “Brawl in cell block 99” de Vince Vaughn. Me encantó.

g) Una canción o cantante que tenga para ti un significado singular. “Stairway to heaven” de Led Zeppelin. Sigo pensando que es la mejor composición del rock internacional de todas las épocas. Me ha acompañado durante décadas.

h) Las 3 características que debe tener para ti un buen editor/a. Amigo, paciente y con los mejores contactos literarios.

11.- Acabas de publicar tu último libro titulado Días de fútbol. ¿Nos podrías contar un poquito cómo se gestó tu idea de este proyecto y cuál ha sido la experiencia de su promoción?
“Días de fútbol” es una bocanada de aire fresco fuera del ambiente opresivo de la novela negra por el que me suelo mover. Es una novela corta que narra la relación especial entre un abuelo y su nieto a lo largo de tres décadas en la ciudad de Villarreal. El hilo conductor de la historia es la evolución del equipo de fútbol del Villarreal CF, ya que conforme transcurren los años, y el club asciende de categorías en la liga española, a los dos protagonistas les suceden una serie de hechos que marcarán sus vidas. En un principio la creé para formar parte de una antología de relatos que iba a publicar la asociación literaria Tirant lo Groc, pero al terminarla pensé que tenía suficiente entidad para publicarla en solitario. Busqué editorial y Amelia Díaz de Unaria ediciones aceptó de inmediato el reto. Contactamos con el club de fútbol y les gustó lo que leyeron, así que se prestaron a cedernos sus instalaciones para la fotografía de la portada, su escudo y algunas fotografías de las plantillas en diversas temporadas. En cuanto a la presentación, se realizaron innumerables entrevistas en radios locales y nacionales, prensa escrita nacional y hasta salió en las noticias de una cadena de televisión. Pero lo que jamás olvidaré fue la rueda de prensa que se dio en las instalaciones del Villarreal CF, acompañado por el gerente del club D. José Manuel Llaneza, donde dimos a conocer la novela. Acompañado de mi hija pequeña y de mi editora llegué a tocar el cielo. Un acto de este nivel serviría para responder a siguiente y última pregunta de esta entretenida entrevista.

12.- Para terminar, me gustaría que definieras una escena lo más cercana posible a tu felicidad.
Dando por supuesta la buena salud de mi familia y mis amigos, me bastaría con un ordenador, música y una buena colección de botellas de vino en una casa aislada de cualquier pueblecito de montaña. Siempre con mi esposa. Amar, leer, escribir, caminar entre la naturaleza y un buen vino son suficientes para ser feliz.


sábado, 13 de julio de 2019

NOS HEMOS EQUIVOCADO... de nuevo

En febrero de 2016 publiqué este post en mi blog tras los resultados electorales y la nula capacidad de nuestros políticos para formar gobierno...y tuvimos que volver a ir a votar... supongo que a ver si salía algo distinto...

Tres años después, y horas y horas de debates, análisis, conclusiones y acusaciones cruzadas de fake news, seguimos en las mismas... no aprendemos.

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Sí, eso parece. No hemos estado acertados. Mira que teníamos suficiente información online, televisiva, en periódicos y radios de todo el país. Días y días plagados de noticias y propuestas relativas a tantos temas desaprovechados al fin. Tendríamos que haber estudiado más y no haber sido tan vagos. El ingente esfuerzo de muchas personas que han dedicado todo su tiempo a que supiéramos cuanto era necesario y pudiéramos analizarlo con la conciencia clara ha sido en vano.
¿Y ahora qué? ¿Qué se supone que deberían hacer con nosotros? ¿Darnos otra oportunidad? ¿O tal vez condenarnos al desgobierno al que nos hemos auto conducido? Si llega la nueva consulta, ¿vamos a ser tan pusilánimes que vamos a cambiar nuestro voto y a elegir esa bicoca que llaman el voto útil? ¿O vamos a mantener nuestras convicciones y a votar lo mismo?

¡Hay que ver! Pobres españolitos mentecatos. Nos creemos grandes demócratas, con décadas de libertad a nuestras espaldas y mirad lo que hemos conseguido. Las ausencias calculadas del expresidente, las luchas contra propios y ajenos del aspirante, los egos del que se puso de moda, la ambición de primerizos desinflados tras las elecciones y el ninguneo a los minoritarios con una ley electoral injusta.

Ninguno de nuestros estudiados líderes de curriculum ha estado a la altura. Es, en definitiva, lo que nos merecemos, porque no creamos que somos mejores que ellos.
La indignación sedada por la rutina de la corrupción se ha instaurado en nuestra cotidianidad y la piel se nos ha engordado tanto que nos da igual.

Si nos preguntamos con sinceridad estoy seguro de que podemos encontrar en nuestro interior un pequeño corrupto, que esquiva el pago de un IVA en un arreglito de su casa, o acepta un enchufe de algún conocido que tenga en un puesto relevante.

También portamos, como no, un pequeño líder intransigente que quiere imponer sus propias convicciones, véanse reuniones familiares y de vecinos…

Lo peor es que guardamos íntimamente un indignado más. Uno que pasa. Ese que ve las tertulias en las que se critica la corrupción y la indecencia política, que se indigna, que gesticula y aborrece lo que ve y oye desde el sofá de su casa, pero que luego nunca participa en nada que contribuya a cambiarlo. Que no cree en la política en definitiva.  Si me apuras, y tiene un plan mejor, ni siquiera va a votar, total, todos son iguales…

¿Qué podíamos esperar si somos en realidad tan mediocres? Pues lo que tenemos: unos políticos mediocres, que desconocen el significado de la palabra democracia, y son incapaces de ceder áreas de su “supuesto” programa político en aras de un entendimiento bajo la premisa de que eso significaría “traicionar a sus votantes”. Que son incapaces de poner perspectiva a sus decisiones, a largo plazo, de imponer el interés general por encima de partidismos y personalismos. Esto último lo podría haber evitado en este texto porque la que lo ha dicho una ex lideresa de Madrid me da mucha grima, pero en fin… ya que lo he dicho lo mantengo, para no desdecirme como nuestros políticos.

Hola, me llamo Francisco Pérez y soy mediocre. Nunca he ido a defender a una víctima en un lanzamiento ejecutado por una entidad bancaria, ni he acogido a un indigente en mi casa una noche de frío. Tampoco he denunciado corruptelas de entretiempo para no tener que lidiar con la justicia y por supuesto he intentado pagar cuanto menos IVA mejor. Al menos sí he ido siempre a votar, con mis convicciones, a veces contradictorias, y otras certeras.

Mi mediocre participación política es, sin embargo de alta calidad si la comparo con la mayoría de los españoles, quienes ni siquiera se hacen este planteamiento. Ello me lleva a pensar que será difícil cambiar la sociedad española y, que hasta que eso suceda, tampoco lo harán nuestros políticos.
Quiero ser un iniciador, una chispa en el océano de millones de españoles y yo, insignificante en tal magnitud voy a crear un cambio en mi activismo político y en mi implicación con el país en el que vivo.

Hoy quiero defender el NO. No señores, no nos hemos equivocado. No nos vengan con la milonga del miedo, de la conveniencia de la gran coalición, del poder ilimitado de los mercados, de la sacrosanta economía y de las dos Españas. El resultado de las elecciones es lo que hemos decidido y es potestad de la política con mayúsculas que así sea. Déjense de titulares y postureos, de hacerse los auténticos y de reunirse para decidir que se volverán a reunir. Abandonen tanta mandanga y formen gobierno de una vez que sea como sea lo que se conforme, saldremos adelante coño, que estamos en el siglo XXI.

martes, 9 de julio de 2019

GEO PATTERNS - tercer lienzo de la serie geométrica

Geopatterns es el tercer lienzo de mi serie geométrica creada en función de parámetros simétricos.

En formato de 1,7 x 1 m y pintado al óleo busco la repetitividad de un patrón de base con la multi variedad de sus diseños individuales.

Fondo plateado para contrastar con la explosión de color de cada uno de los patrones y sus geometrías. La retina entra en duda al reconocer la exactitud del parámetro geométrico y al mismo tiempo descubrir la variabilidad de los 288 diseños diferentes.

Me interesa el instante inicial en el que se observa esa ambivalencia. Está en La Bohemia.


miércoles, 3 de julio de 2019

Madonna - Madame X


¿Qué esperamos de un artista que lleva casi cuatro décadas en los escenarios cuando saca un nuevo disco? ¿Queremos algo totalmente distinto a lo que ha publicado anteriormente, aunque tenga más de treinta discos en el mercado? ¿O por el contrario buscamos que mantenga su esencia, su estilo, algo en línea con lo que siempre ha hecho?

Un ejemplo que responde a estas preguntas muy bien fueron los dos discos que grabó David Bowie antes de su muerte, dos fantásticos álbumes llenos de madurez, calidad musical y sentido del saber estar. O sea, dos discos de lo que él era en ese momento, un señor mayor con un pasado demoledoramente alternativo, a contracorriente y multicreativo que supo sintetizar y centrifugar en “esencia de Bowie”. Y los fans estuvimos encantados de que así lo hiciera.

Pero el caso de Madonna es, en mi opinión, radicalmente opuesto. No me considero un fan de Madonna en el sentido estricto. Por supuesto hay muchas canciones que me gustan de ella y algunos discos que me parecen perfectos. En mi opinión Ray of Light y Music (con esa producción de Mirwais) son dos joyas de perfección electrónica que mejoraron muchísimo mi imagen de Madonna.

Entonces, ¿qué podemos pedirle a alguien que como ella, ha roto esquemas, escandalizado, abusado de la producción, maltratado a otros artistas en sus colaboraciones buscando únicamente el continuar en primera línea, elaborado discos de perfección musical, editado himnos bailables que siguen siendo actuales casi treinta años después de su publicación? Pues una vez más el genio de una maestra (como también lo fue Bowie) ha surgido en Madame X.

Mira que la canción con Maluma me pareció horrible (me sigue pareciendo horrible a oídos de alguien cercano a los cincuenta, aunque probablemente lo máximo para un veinteañero), y ello ya me predispuso a que no me gustase su último disco.

Pero me sucedió lo contrario. Lo escuché de un tirón en un viaje de Barcelona a Castellón y no sé qué pasó pero al día siguiente estaba deseando volver a escucharlo. Cosa rara, rara en mí con Madonna. Lo hice, lo volví a escuchar y aún me gustó más. ¿Por qué? Quizá porque ha compuesto un disco extraño, inesperado y lleno de sorpresas: En primer lugar, los medios tiempos, que la alejan de la comercialidad anterior pero que dan peso a la calidad del disco. En segundo, los cambios bruscos en muchas canciones, pasando del medio tiempo-balada, al house bailable para terminar con el góspel o con un recitado por no hablar de los versos en portugués. Todo en el mismo tema que lo hace deslavazado e interesante al mismo tiempo. Y finalmente, sus letras: comprometidas, actuales, profundas, de las que llegan, de las que se notan.

Sí, Madonna abusa del autotune en este disco (desafinó que no veas en Eurovision), aprovecha la comercialidad del momento de Maluma en su dueto, se acerca al trap en algunos temas y por supuesto presenta una portada conflictiva. Pero Madame X supera todos esos tópicos porque consigue una unidad, la de la autoridad que casi 40 años de carrera le dan soporte para hacer lo que ha querido, o sea, el disco que ha querido publicar y como lo ha querido hacer.

No puedo más que rendirme a él y quitarme el sombrero. Madonna, con 30, con 40, con 50 y con 60, siempre me has sorprendido. Y espero que suceda también cuando cumplas los 70.