domingo, 27 de febrero de 2022

#SERIE VIDEOARTISTAS /8: JON GÓMEZ DE LA PEÑA

 

AWAKE PROJECT - 5: Aftermath

Jon Gómez de la Peña es un video creador bilbaíno que se ha definido en alguna ocasión como inconformista, demasiado sincero y para quien el proceso de video creación es la posibilidad de forzar los cánones del lenguaje convencional para expresar conceptos abstractos. Es un imaginador de imágenes y un narrador de lo abstracto. Admirador de Stanley Kubrick o del universo de David Lynch e influenciado por la cultura japonesa ha comenzado su proyecto titulado AWAKE.

AWAKE es un proyecto que utiliza lo audiovisual como eje de creación para reflexionar sobre lo que conforma nuestra vida, qué es aquello que origina nuestros sentimientos y nos hacer ser quienes somos.

Lo que más me gusta de este video artista es su actitud relativizadora acerca del arte. Considera que lo es desde un gif hasta un videojuego y reivindica las nuevas formas de creación, distribución y consumo de arte, sea efímero o perdurable.

AWAKE tiene ya varias entregas

AWAKE VOLUME 1 CONCEPTION

AWAKE VOLUME 2 FIGHT

AWAKE VOLUME 3 AMBITION

AWAKE VOLUME 4: SLUMBER

AWAKE VOLUME 5:AFTERMATH – el que me parece más interesante (link)

AWAKE VOLUME 6: HUNGOVER

AWAKE VOLUME 7: FREEDOM

Jon Gómez ofrece una propuesta audiovisual muy interesante. Se nota su dedicación profesional como director de estrategia digital en Ramen TV y toda su larga experiencia en la creación de contenido audiovisual. Su faceta como video artista explora su lado más conceptual, su sensibilidad, sus inquietudes como artista en general explorando desde el vídeo y plantea retos intelectuales de factura perfecta.

Un gran descubrimiento.


sábado, 26 de febrero de 2022

AMNESIA

Se despertó sofocada por el calor que le provocaba el sol que le daba de lleno en la cara. En un primer momento no supo identificar dónde se encontraba ni cuándo. Tuvo que hacer un sobreesfuerzo para incorporarse porque la espalda le dolía muchísimo. Cuando pudo abrir los ojos en su totalidad se dio cuenta de que estaba en la playa. Se escuchaba a volumen brutal el reggaetón de Raw Alejandro…”contigoquierodespertal…hacerlodespuésdefumal…”. Familias con niños pequeños la rodeaban en un bosque de sombrillas y toallas por lo que comprendió que debía ser ya bien entrado el día. Se preguntó qué hacía allí y sobre todo cómo había llegado. Se miró. Estaba vestida pero descalza. No pudo encontrar su calzado. A saber dónde había ido a parar o quién se lo había robado. 

Miró a su derecha y vio, tumbado boca arriba, a un chico muy guapo, con flequillo. Algo delgaducho y muy espigado. Su mente atravesaba un vacío. No tenía ni idea de cómo se llamaba aquel muchacho ni si el hecho de estar a su lado significaba que se había enrollado con él. Se concedió un momento mientras escuchaba, debajo del marasmo de gritos, risas y música, el oleaje con su cadencia rítmica y respiró hondo. 

Le vino a la mente un recuerdo, el viaje con sus amigas. ¿El motivo? La despedida de soltera de Carmen, que se casaría en un mes. Pero sus amigas no estaban allí. Entonces recordó la cena con ellas en un restaurante de playa, las risas, las botellas de vino que se bebieron y la fiesta. Ella no era muy de discotecas, pero creyó recordar que la habían convencido porque todas querían entrar en Amnesia, la macro discoteca de Ibiza. ¡Estaba en Ibiza¡ Y ¿qué había pasado después? ¿Había ligado con aquel bombón que tenía al lado? Buscó su móvil anhelando encontrar respuestas, fotos, mensajes de Whatsapp, pero no lo encontró. Rezó para que no lo hubiera perdido, media vida la tenía en él metida. Se fijó de nuevo en la cara del muchacho. Tenía una peca en la mejilla derecha y un hoyuelo en la barbilla. Recordó que fue aquel último detalle anatómico el que le hizo fijarse en él. Contempló su cuerpo, sin camiseta, expuesto al sol y cómo dormía plácidamente y poco a poco se fue encontrando mejor. 

A un niño pequeño que jugaba muy cerca se le escapó la pelota y le dio a ella en toda la cabeza. Pensó en devolverle un grito pero se contuvo y le sonrió. Seguía preguntándose por lo sucedido la noche anterior con aquel chico que dormía a su lado. Se fijó atentamente en que tenía cara de crío, casi imberbe, con una bonita nariz y ese flequillo disparado. Recordó que bailaba muy bien. Y entonces regresó a su mente que fue mientras bailaban cuando ella se lanzó y le dijo que le gustaba y que quería pasar la noche con él. Volvió a escuchar al dichoso Raw Alejandro … “esebikinisevefenomenal…”y fue la gota que colmó el vaso de su paciencia. Decidió despertar a su amante efímero y marcharse de aquella playa atestada de gente.

Cuando Álvaro, al fin recordaba su nombre, se despertó le preguntó qué tal había dormido y al escuchar su respuesta le vino todo de sopetón a su recuerdo. Aquella voz…aquella mirada de niño… aquel hoyuelo… Había dejado de ser virgen. Pero no ella, él era quien nunca había estado con una mujer. Fue ella su primera vez. Su primera y última vez porque el chico era gay y quiso estar con ella para experimentar con el sexo opuesto.

jueves, 24 de febrero de 2022

Descubrimiento musical de Febrero-2022: MAGDALENA BAY

Mercurial World (full album)

En mi búsqueda por encontrar nuevos sonidos y músicas de plena actualidad nunca había pensado que una combinación de música electrónica con arreglos tecno y una forma de cantar muy cercana al funky pudiera toparse en mi camino.

Es lo que me ha sucedido con el dúo californiano Magdalena Bay. Y es que su cantante, Mica Tenenbaum tiene una tonalidad vocal aterciopelada, naif por momentos, muy cerca de algunas cantantes pop actuales pero con reductos de jazz y sobre todo de funky. La forma en que hace acompasar sus letras con los arreglos más electrónicos, a veces melódicos y otras radicales resulta muy sorprendente, fresca y desconocida. El otro componente del dúo, el productor musical Matthew Lewin es sin duda el alma máter de esa combinación electrónica con tintes de Synth-pop y regreso al más puro funky bailable.

Su disco, Mercurial World, publicado en 2021, es una pequeña joya, futurista, y cercana a algunos clásicos y canones del pop, resulta único e inclasificable, lo que hace del sonido de Magdalena Bay algo muy interesante en este siglo XXI de música fotocopiada.

Su carrera como dúo los ha llevado desde hacer versiones de Tears for Fears (plenos 80) hasta componer a distancia temas de electropop para fusionar finalmente estilos muy alejados del pop con una mezcla bailable y colorista.

Hay muchas joyas (singles lo llamaríamos en el siglo XX) en su disco. Yo destaco algunas:

Mercurial World – la más espacial

Secrets – la más funky´- no puedes parar de bailar

You lose! – me suena mucho a Garbage

Chaeri – El SINGLE (con mayúsculas)

¡Sin duda un gran descubrimiento que seguiré a partir de ahora!

domingo, 20 de febrero de 2022

Los perros del bambú - mi crónica de lectura

 

Comencé la lectura de la nueva novela de Vicente Gascó titulada Los perros del bambú con la curiosidad por estar ambientada en Birmania (la actual Myanmar) un territorio que queda en medio de varios países que visito regularmente, Bangladesh, India y Tailandia. Sin embargo, nunca he tenido ocasión de visitar el lugar donde Vicente ha centrado la historia de su novela y su lectura me ha transportado en un viaje muy interesante.

Se nota que Vicente conoce bien el país, puesto que la preciosidad de detalles con que describe no solo los escenarios, sino también las costumbres, las relaciones humanas, la corrupción y las desigualdades refleja cuán profundo se ha sumergido en su cultura y en su historia.

Los perros del bambú es, desde mi punto de vista, una novela de aventuras con letras mayúsculas. Como las novelas de Salgari, o las que leíamos cuando éramos adolescentes. Tiene todos los elementos que las conforman: Una gran historia personal de su protagonista que viaja de vuelta a su país para buscar a su padre, un escenario espectacular en dos tiempos distintos, el de la revolución de los cuatro ochos en Birmania y el actual en Myanmar, un despliegue placentero de cultura asiática, gastronomía, zoología, costumbres y sorpresas. También muchas curiosidades sobre la forma de pensar de una cultura tan alejada de la nuestra. Y por supuesto la intriga, la tensión narrativa que Vicente sabe destilar muy bien llevando al lector al límite del deseo por continuar leyendo, por saber qué le ocurrirá en el siguiente capítulo a Zaw Zaw, su protagonista.

La novela encierra, como es lógico por una de las épocas que narra, la dureza de la mezcla de budismo y marxismo y la pobreza a la que el régimen birmano sometió al pueblo hasta las revueltas 8888 que, desafortunadamente llevaron a otro golpe de estado que asentó las torturas, las humillaciones sexuales y la falta de libertades hasta bien entrado el siglo XXI.

Es esa una parte de la novela que le otorga profundidad a la caracterización de su protagonista, preso en un campo de concentración un buen número de años y que tiñe de color oscuro buena parte de la narración que acompaña siempre sus andanzas.

He viajado desde mi sillón de lectura a Birmania. He cruzado de Tailandia a Myanmar con sus protagonistas por caminos angostos, luchando con las circunstancias y confiando en que el destino les ayudase en su búsqueda inquebrantable. He sentido sus sentimientos y sufrido sus sufrimientos. Eso es para mí un gran logro de su autor que ha sabido transmitirlo a sus lectores.

Mi enhorabuena a Vicente por esta gran novela.


viernes, 18 de febrero de 2022

COQUE TORNADO - Entrevista a un músico sin complejos

17 canciones de Coque Tornado

1.- La escucha de tu disco INVISIBLE me ha resultado muy emocionante. Me ha llevado a momentos musicales de décadas anteriores que forman parte de mi propia banda sonora musical. Si tuvieras que reivindicar una década musical ¿cuál elegirías y por qué?

Los ochenta, obvio. Porque los sintetizadores alcanzaron su cénit en 1983 con el Yamaha DX7. Eran un elemento disruptivo en el sonido tan manido de guitarras y tambores. De repente otros sonidos casi alienígenas entraban en la función. Es una época muy interesante. También esas bandas de new wave convivían con los grupos de hair metal que me encantan porque suenan a videojuego retro o a dibujo animado ochentero. Es un poco un cóctel de modernidad que ya no lo es. Def Leppard crearía un rock moderno que aunque fuese de 1987 podría ser indie rock del 2022 perfectísimamente. También se utilizaban en las canciones maravillosos cambios de tonalidad, algo que se perdió en los 90 para ganar más comercialidad.

2.- Me ha gustado mucho la mezcla que haces de melodía colorista y descaro en las letras de muchas de tus canciones. ¿Crees que ambos conceptos forman parte de tus canciones o es una sensación mía como espectador?

Con "melodía colorista" supongo que te refieres a una melodía poperilla, en modo mayor, dibujando notas con libre albedrío, con mucho rango vocal, para sorprender supongo. La letra descarada es que soy así. Ya que voy a cantar algo, pues me identifico. Sin quitar una coma. El contraste entre un pop colorido y letras que quizás estarían más ubicadas en un grupo de hair metal me gusta.

3.- Encuentro muchas referencias a Madrid en este disco. ¿Lo has hecho así a propósito? ¿cómo homenaje a la ciudad?

Pues sinceramente no. Surgieron. Es que vivo mucho por allí también. La Estación del Sol es un recuerdo que tengo muy bonito de esperar a alguien en la estación con el sol de invierno encima en toda la cara, pero también lo anudé a que también he quedado muchas veces en sol, en la estación de sol. “En la gran ciudad” acontece en un Madrid inmenso. La escribí hace muchísimo, en el 2007. Fui un poco un visionario porque después sucedería, jajaja.

Marte sucedió en un botellón en un puente que hay en ciudad universitaria, nunca lo he contado.

4.- Uno de los instrumentos fundamentales en muchas de tus canciones es el piano. ¿Tienes formación clásica o compones tus canciones a partir de una melodía de piano?

Sí, tengo formación clásica de conservatorio, estudié 7 años piano clásico. Y luego por mi cuenta muchos más. Me gusta mucho esa música. Desde 1650 a 1850 hay 200 años... esos son muchos años en todo el planeta tierra. Es lógico que me encanten lo que legaron unos 50 compositores de esos 200 años. El equivalente sería sólo escuchar a 10 artistas de estos últimos 40 años, es lógico que me gusten esos 50.

Compongo las canciones canturreando e improvisando al piano o a la guitarra, es como más natural sale todo y más a canción bonita suenan.

5.- La batería suena muy ochentera en muchas canciones, potente, desinhibida. Es un rasgo que me gustaba mucho de la música de esa década y de principios de los 90 (aunque a la vez también soy un gran fan de la electrónica). En pleno 2022 ¿es complicado ensayar con instrumentos analógicos y grabarlos?

Están programadas, son digitales. Por eso suenan tan ochenteras. A mí me encantan. Suenan a POP con mayúsculas. Lo que es complicado es ensayar con instrumentos analógicos y que suene como el disco, que es muy ochentero, porque los bateristas quieren tocar con una batería analógica y bueno, yo ya lo veo bien ya que así ofrecemos un directo distinto al disco. Qué más da. En ocasiones no vino el baterista y sonaba de fondo la base digital y wow, qué tecnopop!

6.- Me gustaría darte la primera impresión o referencia que he tenido al escuchar cada canción y te pediría que me dijeses si he acertado en algo de lo que te haya podido influenciar o inspirar.

La respuesta a tu fiesta : Me parece pop desinhibido y fresco atemporal. Si tuviera que  elegir un single para radiar sería este. Es el que estoy proponiendo, le gustaba a mucha gente y lo elegí para videoclip y para sencillo enviable. Es rapidito y está muy chulo caray. 

Píxel: Me suena bastante al sonido de La Casa Azul. ¿Te interesan o gustan musicalmente? Por supuesto. Sobre todo al comienzo. Recuerdo que sus dos primeros discos me acompañaban siempre. Es un sortilegio de alegría. Eran lo más, y muy poca gente los asumía. Pertenecía a un mundo mejor, selecto, éramos pocos. Son canciones redondas, de 10. Hablaba con él por Myspace, yo ya hacía cancioncillas, su banda fetiche eran los japoneses Melting Holidays. Después le conocí en un videoclip en el que participé, Ataraxia. Es majete. No le dije nada de mi música esa vez, que sólo tenía el 24 años de éxitos publicado. Supongo que algún día coincidiremos en algún festi. 

 

Marte Muy interesante la voz grave en segundo plano. ¿Cómo se te ocurrió? 

Escucho a Iván Ferreiro mucho. Lo hizo en alguna canción. Se dobla graves y agudos. También lo hice

en Boreal, una canción del primer disco.                                                        

Ruido Ese piano, una vez más ahora me lleva a los primeros ochenta. Esta es más sesentera, intenté imitar el sonido de los primeros Beatles.

Electricidad 2.08 Oigo en cierto modo a una mezcla entre Alaska y los pegamoides o grupos

españoles de principios de los ochenta y temas como Grinding Halt o la primera época de Fiction

de The Cure incluso a Suffragette City (Bowie) No conocía el primer tema, me gusta más que el otro 

de Bowie. Pero supongo que es más de aquí, es un poco el sonido que conseguían aquellos grupos con 

Toti Árboles, el bateras de Alaska. Muy 1983. Quizás se fijaban en los referentes que propones.

Pero la inspiración la encontré sobre todo en un concierto de post punk que viví en noviembre de 2019,

en Madrid.

La estación del sol    POP aterciopelado.Sí, POP con mayúsculas, la compuse improvisando de una, entera, con la letra y todo. Es muy especial.

Lucía  Esa guitarra es muy muy muy Héroes del silencio. ¿Te gustaban?¡Claro! Sobre todo el primer disco.Es una de esas 10 bandas que escucharía de los últimos 40 años si tuviera que elegir. Los vi en Zaragoza en el 2007 en el estadio.

 

Alguna vez tendrá que ser  Tanto esta como “Bajo las ramas del pinar” me llevan al teatro

musical. Me parece fantástica. ¿Has pensado en ese sector, el del teatro musical digo?

Sí, de hecho gané un concurso de artes escénicas y gracias a él ahora estos meses en un laboratorio de 

talentos dando forma a este proyecto junto a profesionales especialistas del sector. Un musical de 

Coque Tornado. Llevármelo todo a ese terreno con algo de comedia. Va a ser muy bonito. Lo difícil es 

encontrar al elenco, son muchas disciplinas, no sólo cantar y tocar sino saber actuar.


Un día sin ti  Pop potente y bien producido.

Me esforcé mucho. Quizás porque sólo son 3 instrumentos y 2 voces. Y dura 

poco. Por eso quedó tan bien producida. Es pop contundente sí. El cambio a 

ritmo cumbia es original, jeje. O eso pensé.



 Cuando te encanten  Me vuelve a llevar a La casa azul.Totalmente. Hay una versión larga de este tema, se llama “Para qué”, está como sencillo. No la incluí aquí, es como un bonus track escondido para el que indague más.

 

Venus from Titan  La única canción en inglés – en qué idioma te sientes más cómodo cantando?

En el mío. En inglés es divertido, y bueno, esta es que iba dedicada a una muchacha de Serbia. Por eso 

la tuve que hacer en inglés. Nunca la llegó a escuchar. A saber dónde estará. Jajajaj.

 

Invisible  Atisbo más uso de la electrónica en este tema. ¿Cómo llevas el equilibrio entre analogía 

y tecnología? Hay un bajo analógico funkero molón. Y también yo mismo con mi voz

y coros. Está todo equilibrado. Ese bajo molón lo usaban mucho los Mecano, se lo hizo ManoloAguilar 

por lo visto en los primeros 5 discos.

Alturismo Pop potente y bien producido.Sí. Esta es mi guilty pleasure como dirían los angloparlantes.

Bajo las ramas del pinar También la veo en una función musical, con coreografía. Sí, tiene mucho piano jazzy, perfecta para el musical ¿verdad?

En la gran ciudad  Power pop y Los piratas (no sé si te gustaban) Claro que me gustaban. Los disfrutaba muchísimo. Aunque no tanto como La casa azul. Más o menos durante esos primeros años de los 2000. El power pop lo veo más en Píxel. Esta es más new wave.

7.- Por ahora no hemos tenido ocasión de verte por tierras castellonenses, espero que pronto puedas cerrar algún bolo, pero para ir haciendo boca, cuétanos un poco cómo son tus conciertos.

Ojalá. Me han dicho que son una fiesta. Se lo pasan bien. Yo también. La rara avis de este proyecto es, que aunque no sean covers, la gente se lanza sin conocerlas a bailárselas. Normalmente los grupos escondidos no tienen esa acogida bailonga.

8.- Tengo la impresión de que tu imagen es más de los 70, tu música muy de los 80 y tu forma de promocionarla o darla a conocer muy de los 2000. ¿Cómo llevas esa amalgama de referencias y estilos?

Jajaja, eso me dijiste con respecto a mi vestimenta setentera. Me gusta esa estética a lo George Harrison. En algunas meto Rhodes en los directos. El órgano Hammond aparece mucho. En otras utilizo piano cabaret. El estilo 60s también sigue ahí. Pero sí, englobando sería ochentero todo. Supongo que es hora de cambiar de estética, evolucionar 10 años en el tiempo. Me haré estéticamente ochentero, buena idea. Miraré videoclips, a ver cómo iban,  preguntaré a los tornaders a ver de qué color me pongo el pelo. Por cierto, te voy a pasar una foto noventera, que también me gustaba Nirvana.

¿Forma de darla a conocer de los 2000? Mm... tendré que bailar en Tik Tok y hacerme youtuber para llegar al 2022...

9.-¿Cómo ves la música en la actualidad huyendo de los centralismos de Madrid o Barcelona? ¿Qué grupos de Toledo nos puedes recomendar para descubrir? Por cierto que hace poco se han reunido de nuevo El pecho de Andy. ¿Los conoces?

En Murcia hay movida, eso creo. Y en Bilbao/Sanse creo que también. Las bandas se van a Madrid. En los micros abiertos conocí a artistas de Galicia, Salamanca, Granada, Buenos Aires... y todos coincidían en que hay que quedarse en Madrid. La música se abre camino en cualquier lugar, siempre que haya al menos un músico con buen gusto. En Cádiz por ejemplo hay una banda pizpireta llamada Detergente Líquido a la que sigo desde hace muchos años.
De Toledo recomiendo a The Blackbirds.  Y sobre todo al genial Jero Romero, que aunque ya no está en activo, tuvo muy buen gusto. 

Sí, a El pecho de Andy claro que les conozco. Estuve en su casa una vez. Es muy buena persona. Tocábamos una versión suya en un grupillo allá por el 2015.

10.- En alguna entrevista te he escuchado comentar que el título Invisible hace un poco referencia al estado de invisibilidad que a los artistas indies os parece tener y cómo os cuesta romper ese círculo de conocidos y más o menos amigos que os rodea para llegar a un público masivo. En tu opinión, ¿qué más se podría hacer para conseguirlo?

De primeras no nos llaman indies, nos han puesto otro nombre, “emergentes”, que suena a detergentes en emergencia. Suena a que tenemos prisa. Suena a que llevamos poco tiempo. También tienen el poder de cambiar las palabras. Los indies desde el 2004 son el nuevo pop mainstream.

Crear un ministerio de la música, desde lo público impulsar a la cultura musical que se va creando. Sin miramientos de dinero de por medio. Los grandes grupos de poder mediáticos han dejado a la cultura patas arriba, en serio. Me identifico más con El Pecho de Andy que con el último de Bad Bunny. Y se supone que este último es coetáneo a esta época que vivo. Pero no me siento identificado. La movida sigue y seguirá así si todo está intervenido por grandes empresas que manejan desde las sigilosas sombras a sus carteras de músicos a ofrecer a los grandes medios de comunicación. Por no hablar de la inyección de pasta que se dejan en los proyectos musicales la gente. Es una locura. Son cuatro ceros en el marketing.

Así no hay quién asome la cabeza. La conclusión es que a los grandes medios no les interesa la música. Salvo los públicos. He salido en Radio 3 y en RNE1 ya tres veces. Pero siempre metiéndose conmigo, los muy... claro, como es gratis... jajajaja. Dicen lo que quieren. Me propusieron como alternativa a Lory Meyers en un concierto, por hacer la gracia. Sin ánimo de parecer pretencioso, mi música y mi voz es fabulosa, y quizás el escalón que existe en calidad entre una banda reconocida y una sin padrinos no es tan grande como el salto en número de público. Unas llenan estadios y otras tocan gratis porque si no, no entra nadie. Y no se corresponde con la realidad musical. Hay una mano que mece la cuna, un hilo que teje alguien invisible. Que todo lo enreda. Y quedamos fuera del tablero. Y nos llaman emergentes. Y nos toman por cutres. En mi caso me lo he producido yo todo, el trabajo de meses que hay detrás de alguna canción es de artista renacentista. Normalmente delegan y las hacen entre 7 personas.

Pero en Radio 3 se portaron bien y me presentaron guay. Lo subí a Youtube. Se le quebró la voz a la locutora mientras leía el nombre del disco. 

Un programa de televisión para bandas en prime time que durase 4 horas. En la 2, todos los sábados por la tarde/noche. ¿Quién ve la dos? eso les llenaría de audiencia.

En todos los sitios me piden dinero tío. Que si 60 euros por un banner y una entrevista (y si no nada). Que si 270 euros y os muevo y salís en portada, “y soy jurado de tal concurso”. Es un poco todo así la mitad de las veces. Hay sitios en que no, claro. Pero son sitios minoritarios. Da rabia. Sólo es el 50% de las veces. En sitios conocidos y desconocidos. Adalides de “Lo mejor del indie” y luego sólo ponen a los que pagan o tienen discográfica. No sé. Hay sellos con preferencias siempre. No sé cómo va todo eso. Pero bueno, es abominable como imaginas. En concursos igual. Yo los gano, pero los que son puros. Fui número 1 en dos revistas el año pasado. En otras ni rastro. Ni responden. O responden con catálogo de precios. Prefiero hacerme tiktoker.

Lo que se podría hacer para conseguir es que se tomaran a la música pop en serio los organigramas gobernantes y que no permitiesen todo este trato de favor por parte de los grandes grupos de poder mediático a ciertos grupos empresariales que transportan en sus barcos a músicos (a cambio de un porcentaje suculento). En fin. Hay un engaño. Nos dicen que son todas las novedades y no es real. No son todas las novedades. Son las que han pasado el filtro ese mágico.

Lo bueno es que si tienes ahorrado mucho, puedes aparecer de la noche a la mañana en miles de sitios importantes. Y solo se vive una vez. Es el mercado amigo.

Te concederán, si te eligen, entrevistas amables. En teles. En radios. En revistas. En fin. Que no me gusta la industria de la música.

La solución es una inspección a toda esta metodología. Pero también nos beneficia a los ricos como yo. Así que mejor me callo. Que quiero ser más famoso que el Fary, cuando ahorre mucho. Aunque no es bueno ser famoso. A nadie le gusta ser famoso. Es tedioso. La gente que lo es en España se va a Londres o a Miami a vivir. Imaginaos.

No sé tío. Resumiendo, un ministerio de la música, un programa en la tele que dure 2 horas todos los días de música en directo en las mejores horas, y dar a conocer lo que hacen esos medios. Por ejemplo, en el telediario que no sé qué artista sea noticia porque ha llegado a 4 millones de visitas en Youtube: eso se paga. Son sólo 8000 euros en anuncios de Youtube. Y así todo el rato. No paro de ver incongruencias en la matrix.

Me pongo a Boccherini. Con tal de evitar todo el aluvión de arte contemporáneo. Lo prefiero.

También prefiero ser invisible a pasar por ese aro. Ya lo asumí. Era el tercer disco. Aunque hay nuevas fórmulas, como las colaboraciones en Spotify con artistas que tengan sello discográfico fuerte (y a saber lo que hacen con sus playlists)... en fin, es un mundo muy complejo, da para escribir libro. Yo con llegar a 10000 personas me vale. Pseudoinvisibilidad. Mis canciones molan mucho.

Porque también el 95% de las veces las playlists se pagan. Se llaman curators. Y es su profesión.

Invisible es la mía.

miércoles, 16 de febrero de 2022

TITULARES


EL MUNDO:
Mañueco consigue una victoria pírrica y el PP queda en manos de VOX

EL PAIS: El PP queda en manos de VOX

ABC: El PP gana, VOX decide.

LA RAZÓN: PP y VOX obligados a pactar

EL PERIÓDICO: Castilla y León deja a Casado prisionero de VOX.

LA VANGUARDIA: El PP gana por la mínima y queda a merced de VOX, que pide una coalición.

HERALDO DE ARAGÓN: La ajustada victoria del PP en Castilla y León deja el gobierno en manos de Vox

ELCONFIDENCIAL: Génova descarta compartir gobierno como exige VOX y diseña un “plan de convivencia” con Abascal.

EL PLURAL: Mañueco, obligado a pactar con Vox tras una victoria agridulce para el PP.

OK DIARIO: Sánchez vuelve a perder: El PP gana y suma con un arrollador VOX 15 escaños más que la izquierda.

EPE: Castilla y León evidencia la fragilidad del gobierno y la dependencia de Casado de Vox

VOZ POPULI: La amarga victoria de Casado: Deberá gobernar con VOX si quiere salvar a Castilla y León

ELDIARIO.ES: El 13F sepulta la estrategia de Casado y une su destino al de la extrema derecha de Vox.

EL ESPAÑOL: PP y VOX, única mayoría posible para gobernar en Castilla y León.

MEDITERRÁNEO: Casado evita el desastre pero Vox le ata al pedir una coalición

viernes, 11 de febrero de 2022

Como un pulpo en un garaje

Es como normalmente se sentía Arturo en todos los escenarios por los que transcurría su vida cotidiana. Ni se identificaba con los compañeros de su clase, a menudo superficiales y sin ningún interés por el estudio o la formación intelectual, ni con los colegas de su pandilla, que escuchaban a menudo música anodina, comercial y fotocopiada, vivían por y para las redes sociales y no les interesaba ni la charla ni mucho menos el debate de palabra presencial.

Con sus primos encontraba un vacío comunicativo: ni le gustaba el fútbol, como a Carmelo, de su misma quinta, ni las carreras de coches ni motos, “deporte” que los hijos de su tía Joaquina veían domingo tras domingo en las reuniones familiares. Cuando planeaban ir al cine le horrorizaba la elección de la película que todos querían ver y si en alguna ocasión, de forma tímida pero más decidida, se venía arriba y proponía una él se le carcajeaban en la cara y terminaban su chanza con el comentario típico de “ya está Arturo con sus arturadas”.

Jamás se le había pasado por la cabeza comentar con nadie de su entorno que escribía poesía y relatos cortos. ¿Qué pensarían? Lo hacía en secreto y nunca habían visto la luz. No podía permitírselo porque su vida circulaba por un límite ya muy límite, el de la separación entre lo que los demás consideraban el frikismo más absoluto y la total normalidad que era para el propio Arturo.

Cuando llegó a la universidad su esperanza de encontrar a gente con la que conectar aumentó. Se dijo que la diversidad nutriría las aulas de estudios superiores y podría encontrar alguna persona afín a él.

Sin embargo, la decepción fue todavía mayor. La escuela de ingenieros superiores estaba plagada de jóvenes de buenas familias que pretendían suplir sus carencias intelectuales y morales con sobreactuaciones y exceso de dinero. Eso a Arturo le espantaba. A ninguno le interesaba la política, ni la conciencia social o de clase. Mucho menos parecía entusiasmarles nada que tuviera relación con el compromiso o la dedicación a los demás. Solo encontró egoísmo, egocentrismo y materialismo a partes iguales.

Cada día se sentía más y más como un pulpo perdido en un garaje. Sin poder compartir de verdad con alguien su forma de entender la vida, sus criterios y sus argumentaciones.

Pero un buen día, mientras esperaba unas fotocopias del temario de una asignatura y maldiciéndose por lo retrógrada que le parecía la reprografía en pleno 2022, se puso a leer el libro que siempre le acompañaba y allí, en aquella espera, mientras leía, la encontró. Fue tan solo una frase. Unas pocas palabras las que aquella chica, la empleada del servicio de reprografía de la Universidad, le dijo cuando le entregó las copias:

—Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee.

¿Era posible que le acababa de citar a Unamuno? ¿Allí, en aquel escenario anodino como era una fotocopiadora? ¿O le estaba gastando una broma?

Le pareció que no porque la chica siguió con lo que estaba haciendo y le indicó que tenía que pagarle catorce euros con veinticinco mientras lo miraba a los ojos con una sonrisa.

Arturo decidió que valía la pena intentarlo y pensó que necesitaba una contestación a la altura, para lo que recurrió, como en otras ocasiones, a Sócrates, y le contestó:

—Habla para que yo pueda conocerte.

jueves, 10 de febrero de 2022

El jinete del silencio - mi crónica de lectura

Cuando terminé la lectura de La bruma verde, concluí que Gonzalo Giner era un gran escritor. Al menos un escritor que a mí me tocaba la fibra, que despertaba en mí sensaciones y sentimientos y que su narrativa me removía por dentro despertando en mí un enorme interés. Esto es básicamente lo que él mismo menciona como su objetivo al escribir al final de esta extensa novela que acabo de terminar: El jinete del silencio. Por lo tanto, y por lo que a mí se refiere, objetivo más que cumplido, Gonzalo.

El Jinete del silencio tiene para mí tres enormes atractivos:

El primero es el amor por los caballos. Se nota que es un tema que a su autor le apasiona. Intuyo que ya en su anterior novela, El sanador de caballos (que todavía no he leído) podrá atisbarse este mismo amor. Es fascinante la riqueza de detalles, descripciones e interacción que el autor aporta en todos los pasajes donde los caballos son protagonistas. Increíble como su conexión con Yago se hace tan importante, se convierte de hecho en el eje de la novela, y en la base de todo lo que sucede en ella, incluyendo las subtramas. Y también me ha resultado fascinante el hecho de cómo el arte puede nacer de ellos, la creación de la primera escuela ecuestre, la doctrina de la doma, el espectáculo que se crea a partir de ellos. Todo me ha resultado muy estimulante por desconocido para mí y por cómo Gonzalo lo ha tratado.

El segundo atractivo es sin duda Yago, su protagonista. Su autismo (Asperger diríamos en el siglo XXI), pero sobre todo la forma en que es descrito y tratado en el siglo XVI es sorprendente. ¡Qué afortunados somos todos por haber nacido en el siglo XX o XXI!, lejos de la superchería, de la incultura y de la maledicencia de la religión de siglos pasados! Es muy verosímil, dura y desoladora por momentos su vida pero sin duda muy realista de quien tuviese esa genética en los siglos del oscurantismo cristiano. Un diez por su apuesta como protagonista de este tema.

El tercer y más importante atractivo para mí como lector es, una vez más lo descubro en un libro, el buenismo. Sí, en la novela hay malos malísimos, personajes viles, que respiran el mal con mayúsculas, interesados, traidores, todo lo que se nos ocurra. Pero hay personajes muy buenos. Buenas personas. Que simplemente deciden ayudar a otra, a Yago, por ejemplo porque sí, por ningún motivo en concreto, porque la esencia del buenismo forma parte de sí mismos. Y qué bien que estos sean también personajes principales de una novela con tantas subtramas y evolución temporal. Muy bien.

Quiero comentar que en realidad no he “leído” esta novela. La he “escuchado” en la plataforma STorytel. Un viaje fascinante que me ha acompañado en mis largos viajes en coche, en mis caminatas y en mis ratos de descanso y se ha convertido en una pequeña bando sonora incidental de mi intimidad durante unos diez días. Ha sido, creo, aún más interesante disfrutarla de esta forma.

Ya se sabe que no hay dos sin tres, Gonzalo. Pronto te volveré a leer.

sábado, 5 de febrero de 2022

Los años radicales - mi crónica de lectura


El motivo por el que decidí comprar y leer este libro de Alberto de la Rocha fue esta frase de la contraportada: Los años radicales también puede leerse como la crónica del Madrid de una época, los años setenta y ochenta del siglo pasado, y muestra el lado más salvaje de lo que se denominó la Movida.

Un notable acierto de marketing de la editorial (o de quien lo haya escrito) aunque no refleja en mi opinión para nada el contenido del libro.

La novela me ha encantado por ser una cruda y radiográfica descripción de una vida enganchado a la heroína. Sin duda es el reflejo de una parte de la sociedad de finales de los setenta y principios de los ochenta que cayó en el pozo de la droga, en la deshumanización de la dependencia y en los excesos asociados a ello, pero no hay en todo el texto ni una sola reseña musical o artística que pueda referir a que está narrando una época relacionada con la mal llamada Movida Madrileña.

Quiero decir, que su historia, potente, cruda, descarnada por momentos y tremendamente agridulce, la del pintor Eduardo Muñoz, la de su éxito y su bajada a los infiernos con la consiguiente pérdida de todo su entorno, de sus amigos, y en especial de su hermana, podría haber sucedido en 2022 en cualquier ciudad del mundo, o en 1995 en un pueblo o en cualquier otra época o lugar. No he reconocido en absoluto en la narración ni a Madrid, ni a esa época concreta denominada Movida.

Es muy interesante la forma en la que el autor nos acerca a lo más duro de la historia, la muerte por sobredosis de la hermana del protagonista y de todos sus demás amigos, a través de las sesiones de grabación que una modelo lleva a cabo para realizar su tesis doctoral. Es una forma de narración diferente, a través de una entrevista intermitente que se alterna con las sesiones de posado de ella ante el pintor para reflejar su retrato y en especial su llamativa cicatriz.

Sin embargo, no hay tensión sexual entre ellos, aunque a priori podría parecerlo o podría intuirse. Es más bien un interés mutuo, la adoración por esa cicatriz que le lleva a la necesidad de pintarla y la de ella por la carrera del pintor y por toda su experiencia vital y su salida de la heroína.

Los años radicales habla de la muerte con mucha normalidad. Seguramente porque los que la vivieron desde la perspectiva de la dependencia de la heroína la vivían así. Como un simple cambio de vivir a morir, sin tránsito, sin aspavientos. Simplemente se dejaba este mundo sin más. Y eso, ese acercamiento a la muerte, sí que me parece muy característico de una época de excesos que llegaron acompañados de la aparición del SIDA y del comienzo de la democracia.

Los años radicales me han dejado sin aliento por momentos. Yo no viví como espectador apenas esos años porque todavía era muy joven aunque posteriormente sí he leído crónicas y otras novelas que hablan de los años más duros de la heroína, del compartimiento de jeringuillas y de la muerte. Alberto de la Rocha consigue con su novela transportarnos a una época en la que el éxito y el exceso solían compartirse para todos aquellos que triunfaron exponencialmente y luego pasaron al olvido o se reciclaron como artistas postmodernos.

Eduardo Muñoz me ha resultado un personaje muy creíble, muy sufrido y muy vivido. Lo imagino intentando terminar su autorretrato, con motivo del premio que le han otorgado, y veo su incapacidad para llevarlo a cabo, su calvario interior recordando una época que le dejó huérfano de amigos. Lo he acompañado durante la lectura. He llorado con él y lo he comprendido, en cierta medida. Y es que, ¿por qué nos resulta, a veces, tan complicado saber quienes somos realmente?

viernes, 4 de febrero de 2022

PILAR DOLZ (I l'ofici de gravar) - Exposición

Hasta ayer, siempre que escuchaba o leía que un artista hacía una exposición de grabado venían a mi mente las piezas expuestas en el Museo del Grabado de la casa natal de Goya en Fuendetodos. No sé por qué, bueno sí lo sé, por mi ignorancia artística, imaginaba que la técnica del grabado consistía únicamente en eso, en obras en blanco y negro de resultado sencillo y más o menos grises artísticamente hablando.

Ayer, cuando visité la fantástica exposición de Pilar Dolz (I L’ofici de gravar) en el Museu de belles arts de Castelló, descubrí un mundo lleno de texturas, colorido, contrastes y abstracción que me fascinó.

La visita me ha llevado a estudiar mucho más sobre la técnica y sus posibilidades, y he descubierto que ya conocía la serigrafía (que incluso he utilizado yo mismo), la litografía o la aguatinta, pero desconocía otras muchas técnicas que se basan en el mismo concepto: traspasar un diseño de una superficie rígida que aloja la tinta mediante presión a otra superficie como tela o papel para obtener distintas estampas, incluso de forma repetitiva o de serie limitada.

En la exposición de Pilar Dolz se puede ver una evolución clara de sus cuarenta años de trayectoria, de los diseños más sencillos del principio hasta la sofisticada serie del final, fascinante, llena de contrapunto y matices, colorista y muy creativa.

Su observación me produjo un enorme placer, la tranquilidad y la paz que experimento siempre que descubro un nuevo artista (para mí, porque 40 años de trayectoria y tener expuestas sus obras en museos de todo el mundo es muchísimo) e intento imaginarlo cuando realizaba las obras que expone.

Imaginé ayer a Pilar Dolz investigando en la búsqueda del color, en la contraposición de imágenes, en la obtención de perspectiva y volumen así como en la ejecución, precisa y acotada de las matrices por ella misma desarrolladas.


Pilar Dolz I L’ofici de Gravar es una exposición de visita obligatoria. Una artista castellonense de su talla ha de ser ampliamente conocida, divulgada y promocionada y que el Museu dedique su sala temporal a ella hasta el uno de mayo es una gran decisión.

Ayer disfruté de su exposición en soledad, casi una hora de introspección, de silencio mientras disfrutaba del saber creativo de Pilar, mientras descubría todo un mundo de diseño, de abstracción y de imaginación sin límite.










miércoles, 2 de febrero de 2022

El Ulises de Joyce es infumable


Mi primer contacto con la literatura de James Joyce no fue con esta obra magna de la literatura universal, Ulises, novela que para muchos críticos especializados es la mejor del siglo XX.

Mi primera aproximación fue con Dubliners (Dublineses) que me fue regalado en 1992 en Edimburgo, cuando estaba estudiando inglés en pleno verano de las olimpiadas barcelonesas. Mi nivel del idioma en aquel momento era casi nulo y desentrañar la complejidad texturizada de su prosa me resultó muy difícil. Años después y con muchas horas de estudio y de práctica del idioma me hizo retomar aquel volumen editado por DOVER PUBLICATIONS INC y disfrutar mucho más de los quince relatos que retrataban a la clase media irlandesa sometida al imperio británico y la iglesia católica y su parálisis cultural.

Pero aunque el motivo de este post es el centenario de la publicación de Ulises, quiero ampliar el foco al reconocimiento de que muchas de las obras que se consideran maestras desde un punto de vista artístico pueden parecernos enormes y soporíferos tostones y ello no nos hace más ignorantes.

El Ulises (James Joyce), que nunca he podido pasar de la página 50. La extensa 2666 de Roberto Bolaño (cronicada en este mismo blog) 

2666

y calificada como la mejor novela en español de los últimos 25 años, Las Palmeras Salvajes (William Faulkner), 

Las palmeras salvajes

con párrafos de veinte líneas sin un solo punto o fragmentos de 255 palabras en los que aparecen 17 gerundios (los conté a propósito…) son algunos ejemplos de obras que para los más auténticos pueden considerarse como fantásticas obras de arte literario aunque para el común de los lectores resulten infumables.

Esto mismo podemos aplicarlo a otros ámbitos artísticos como la pintura. ¿A quién no le parece una aberración ejemplos como Las señoritas de Avignon, de Picasso? ¿Seguro que nadie opina que La Mona Lisa es un cuadro aburridísimo? ¿O que cualquiera de Jason Pollock o Mark Rotkho los podría hacer cualquiera en el colegio?

Los siete samuráis o Ciudadano Kane, o incluso El Padrino, pueden parecer adormecedores acompañamientos de siestas para muchos espectadores, cuando para otros son la cumbre del cine mundial.

También hay muchísima gente que no soporta escuchar la música clásica, música para el alma que algunos llegan a calificar como la que nos acerca a Dios.

Y si lo aplicamos al mundo de la escultura la cosa es mucho más clara. O sea, podemos entender que el David de Miguel Ángel es una obra maestra pero seguramente opinaremos que el Peine del viento, de Chillida, son cuatro hierros mal puestos en unas rocas aunque posean la misma magnificencia artística.

Por eso me divierte mucho cuando alguien quiere tirarse el moco y hacerse el interesante. En especial, todos aquellos que dicen haber leído el Quijote en su totalidad. O los que teorizan y critican toda actividad artística que triunfa comercialmente y que, por ello, por llegar a miles de personas de forma sencilla y directa, parecen perder la autenticidad y la maestría para ellos.

No estoy de acuerdo. Justamente el hecho de triunfar, de ser objeto de deseo, de disfrute de cientos de miles de personas de una película, una canción, un cuadro o un libro lo transportan a otra categoría, la del arte humano que triunfa entre los humanos, entre los mortales, los que son como yo, los de a pie del día a día que cuando dejan la novela que están leyendo para hacer la cena la olvidan hasta el día siguiente y después se enganchan con una serie de televisión o escuchan una canción pop para dormir.

NO hay que tener vergüenza ni prejuicios. Se puede decir alto y claro y yo lo hago. NO he leído el Quijote; NO me gusta El Padrino; NO soporto a los Beatles; NO me gustan nada los cuadros de Picasso ni las obras fantasma de Banksy, ni el impresionismo. No he visto ningún capítulo de Juego de Tronos…, bueno, tengo que confesar sobre la confesión que he claudicado y ya me he visto la primera temporada.

¡Qué le vamos a hacer, nadie es perfecto!