martes, 30 de octubre de 2018

lunes, 29 de octubre de 2018

IF THESE TREES COULD TALK - Descubrimiento musical de octubre

https://www.youtube.com/watch?v=X8pVz6nJpEc


Me está ocurriendo algo raro últimamente, no sé si será cosa de la edad, o de la evolución natural musical de mis neuronas, pero cada semana estoy descubriendo grupos estadounidenses que me están entusiasmando. Yo que siempre he sido muy “british”, o sea, que soy y he sido un enamorado de la música inglesa. Pero es que el grupo que presento hoy es un compendio de todo lo que me gusta en este momento de mi vida: electrónica, ambiental, rock, un poco de psicodelia y otro poco de música siniestra. Todo en un entorno cercano en algunas melodías a The Cure, en otros momentos a Mogwai y en muchos a God is an Astronaut.

Publicaron su primer álbum en 2006, un EP de título idéntico a ellos y más adelante fue editado en vinilo por el sello independiente The Mylene Sheath. Tardaron tres años en editar el primer LP, el largo de presentación titulado Above the Earth, Below the Sky. El disco con el que yo los he descubierto, Red forest fue también autopublicado y lo considero cercano a una obra de arte. Su escucha continuada y sinusoidal te transporta a un estado de virtualidad paralela. De verdad, escuchadlo, es algo inusual. Su último estudio es The Bones of a Dying World, ya de 2016.

Espero con muchas ganas próximo lanzamiento y deseo que hagan gira europea, a ver si tenemos suerte y se dejan caer por España.

sábado, 27 de octubre de 2018

ESCRITORES SINGULARES-53: ISRAEL QUEVEDO

Israel Quevedo es un ESCRITOR SINGULAR. Recién estrenado en la novela con su estupenda Saber que vas a morir, de formato ideal para los viajeros como el que escribe. Parece, por lo que se puede adivinar en su primera prosa de esta novela, un autor con los elementos fundamentales para perdurar. Sobrio en las descripciones, puntilloso en la elaboración de la trama y sobradamente dotado para generar intriga, terror por momentos y sorpresa inesperada. Yo creo que son elementos suficientes para que no pueda resistirme a la segunda novela que, según me han llegado rumores, pronto podremos leer.
Conocía a Israel de un ámbito profesional muy diferente a la literatura, el sector cerámico, en el que la creatividad se ha de imbricar necesariamente con la eficiencia y la rentabilidad industrial. Y he descubierto que Israel posee esos tres aspectos cuando escribe. Su creatividad es innegable. Su eficiencia la demuestra con el formato de bolsillo de esta novela que sin embargo recubre una historia larga, compleja, con un pasado que va saltando al presente de forma intermitente y la rentabilidad del lenguaje utilizado hace que sea preciso y que enganche al lector.
Israel, has sido un gran descubrimiento para mí, algo que ya intuía y que, al fin, con Saber que vas a morir, he podido corroborar.
En esta ocasión y a partir de la frase que le planteé, Israel ha construido un relato misterioso que en muy pocas líneas te permite ver ese mundo al que puede transportarte con su prosa, y que bien podría ser el comienzo de una nueva novela. Se titula La compuerta. Veréis como os encoge un poco el cuerpo cuando lo leáis.
Y para que conozcáis un poquito más a su autor, una breve entrevista a continuación.

LA COMPUERTA
Tan pronto presionó el botón que cerraba la compuerta supo que se había equivocado. Mantenerla oculta a sus ojos no la haría desaparecer. Más bien al contrario, crecería allí dentro, en silencio, aguardando el momento idóneo para manifestarse de nuevo en toda su negrura. Aun así, confiaba en que esta vez no encontrase ningún resquicio ni grieta por el que escapar, y que al menos le dejase descansar unas cuantas horas. Se sentía muy agotado. Necesitaba dormir…
Se sentó en el sillón y acomodó la cabeza contra la orejera sin perder de vista la compuerta. Dejó la luz encendida, y también unas cuantas velas, por si acaso. Los sonidos de la noche se volvieron tan nítidos que al oírlos se le aceleró el pulso.

—Sigue ahí encerrada, no hay de qué preocuparse —se dijo en voz alta, en un fútil intento por sofocar aquel miedo primigenio que le devoraba, antes de que el sueño le venciera—. Esta noche no saldrá la oscuridad…

ENTREVISTA SINGULAR

1.- ¿Cuál es el principal motivo que te empuja a escribir? ¿Recuerdas cuál fue la primera vez que comenzaste algún texto? ¿Lo guardas todavía? ¿Te atreverías a publicarlo a modo de relato?
Siempre me ha gustado contar historias. Lo he hecho de muchas maneras, desde cuentos inventados que le contaba a mi hermano de pequeño hasta relatos cortos, pasando por partidas de rol, pero creo que lo que siempre me ha empujado a escribir es el hecho de que un día puedan desvanecerse esas historias sin que nadie las oiga. Transcribirlas a un papel, darle forma y ritmo, alma, creo que es lo más bonito que puede hacer un escritor. En cierto modo, es así como las inmortalizamos, ¿no crees?
La primera vez que escribí un texto literario se trataba de un relato de terror. Lo titulé “El monstruo”, y apenas había cumplido los diez años. Ya no guardo ese relato, pero aún recuerdo cómo comenzaba: “Deambulaba silencioso, retorciéndose de dolor y angustia por el putrefacto pantano, sin nada con que alimentar su triste y monstruoso cuerpo”. Empezaba muy bien, pero le faltaba calidad. No creo que me atreviese a publicarlo hoy en día.

2.- Imagina que tuvieras la posibilidad de publicar un libro con una editorial de tirada nacional y tuvieses libertad para elegir el género y la temática. ¿Cuáles serían y por qué?
Siempre el terror, y preferiblemente el terror cósmico. Me apasiona H.P. Lovecraft y toda la cosmogonía que se ha generado en torno a su literatura. Me siento cómodo buceando en ella, y me llena más que otro tipo de géneros, aunque lo cierto es que la novela que acabo de publicar y la que verá la luz el año próximo, no son muy lovecraftianas que digamos.

3.- Te pido que seas tu crítico/a más duro/a. Dinos qué se te da peor a la hora de escribir y cómo intentas resolverlo.
Supongo que los diálogos. Intento esforzarme mucho en ellos, porque sé que mi fuerte son las descripciones y los diálogos interiores, pero lo cierto es que me cuesta enhebrar diálogos que suenen naturales. Aunque, con esfuerzo, al final consigo darles la fluidez y credibilidad que merecen.

4.- ¿Cómo sería tu presentación ideal de un libro? Quiero decir, qué elementos tendría que tener para que resultase interesante, amena y entretenida.
Bueno, me siento a gusto rodeado de gente que me aprecia y a la que le gusta lo que escribo. Con eso me basta. Un café, un agua, y una charla agradable en torno a una mesa en la que pueda desmenuzar los pormenores de mi trabajo. No soy demasiado exigente, en ese sentido.

5.- Hoy en día el número de publicaciones es enorme. Tanto digital como en papel, resulta muy difícil elegir qué leer ya que normalmente nuestro tiempo de lectura es limitado. En tu caso, ¿cuál es el criterio que sigues para la elección de una próxima lectura?
Leo lo que me apetece en ese momento, y suelo decantarme por la literatura de terror, fantástica y novela negra. Últimamente estoy leyendo a bastantes lectores españoles, cosa que no hacía años atrás. Cada vez pierdo menos tiempo leyendo obras que no me aportan nada como lector, y aún menos como escritor. Hay que ser consciente de que forman parte de las herramientas que utilizamos los autores a la hora de escribir, así que siempre es mejor abastecerse de las mejores herramientas.

6.- Vivimos en el mundo de la hiper conexión. ¿Utilizas las redes sociales? Cuáles son las que te parecen más interesantes y por qué.
Las utilizo bastante, y creo que son una herramienta indispensable hoy en día, tanto para los escritores como para los lectores, sobre todo si no somos muy conocidos, como es mi caso. Pero además, también considero que es el mejor modo de mantenerte en contacto con aquellos a los que no solemos ver por falta de tiempo.

7.- ¿Cómo te calificarías como lector/a? ¿Qué géneros te gustan? Y ¿en qué momentos disfrutas de la lectura?
Me encanta degustar lo que leo. No soy un lector voraz, de esos que se leen un libro en tres días. Me gusta saborear lo que leo (si es de calidad), sumergirme en cada frase y sacarle todo su jugo, porque sé lo que cuesta engarzar las palabras para que sean agradables y que lleguen al corazón del lector. Leer, para mí, es un disfrute que va más allá del mero consumo literario. Tal vez por eso no tengo ningún momento predilecto para la lectura. Leo cuando puedo y siento que lo necesito.

8.- ¿Cuál es tu secuencia a la hora de estructurar una novela, o el género que escribas? Me refiero a cuál es la cadencia de creación: ¿Primero los personajes, o el conflicto principal, o el final, o cómo lo acometes?
Yo siempre parto de la historia en sí. Si esta no me atrae, no merece ser escrita. Luego procuro trabajar en los personajes principales, para darles forma, y al final me centro en los pormenores de la historia. Considero que es el mejor modo de tejer una buena historia.

9.- Me gustaría que definieses ese momento en el que das por finalizado un libro. El momento final, cuando recibes las galeradas y les das el último ok.
Pues es un momento agridulce. Te sientes satisfecho por el trabajo bien hecho, y triste porque vas a despedirte de tus personajes y de la historia durante un buen tiempo. Sé que los retomaré en las presentaciones y en las charlas que pueda mantener con los lectores, pero siempre a sabiendas de que ya no van a ir de tu mano, sino de la de los lectores. Es muy satisfactorio, pero el simple hecho de saber que se ha cerrado el círculo, me produce cierta tristeza.

10.- Te pido ahora unas respuestas rápidas
a) Recomiéndanos un libro y el motivo por el que tendríamos que leerlo.
«El Señor de los Anillos», de J.R.R. Tolkien. Es uno de los mejores ejemplos del esfuerzo y el trabajo recompensados, de cómo un autor puede plasmar su alma en el papel, aunque le lleve 20 años hacerlo, y de cómo su obra puede alcanzar la inmortalidad.

b) ¿Cuál es tu escritor/a favorito/a?
H.P. Lovecraft. Nadie ha conseguido inquietar mi alma como él.

c) ¿Qué opinas de los blogs literarios?
No suelo frecuentarlos por falta de tiempo. Tengo demasiadas cosas pendientes en mi pila de lectura, así que no tengo una opinión formada al respecto, pero creo que todo cuanto tenga que ver con la literatura es bueno.

d) Un libro que no hayas podido terminar de leer.
«El péndulo de Foucault», de Umberto Eco. De hecho, he sido incapaz de pasar de las primeras 30 páginas. Supongo que «El nombre de la rosa» dejó el listón demasiado alto.

e) Un deseo literario para el próximo año
Pues espero la publicación de mi segunda novela con Dilatando Mentes, «Mal de cuervos», así que lo ideal sería firmar contrato por mi tercera, en la que ya estoy inmerso. Eso siempre te da alas y te motiva a seguir escribiendo.

f) La última cosa que te haya sorprendido tanto que todavía la recuerdes.
El día en que me dijeron que me iban a publicar un libro. Siempre lo vi como un imposible.

g) Una canción o cantante que tenga para ti un significado singular
Freddie Mercury. Lo admiro especialmente (a él y a Queen), porque creo que fue alguien verdaderamente inspirador, a nivel artístico.

h) Las 3 características que debe tener para ti un buen editor/a.
Perseverante, dialogante y sincero.

11.- En breve leeré tu nueva novela titulada Saber que as a morir. Nos podrías contar cómo surgió la idea inicial para escribirla?
Pues surgió hace más de veinticinco años, cuando la escribí. Sucedió después de varios años sin escribir nada, en un momento en que volvía a tener inquietudes e historias que contar. Te contaría más, pero prefiero que lo descubras por ti mismo, o te desvelaré el pastel.

12.- Para terminar, me gustaría que definieras una escena lo más cercana posible a tu felicidad.
Estar con mi familia y disfrutar con ellos del tiempo que nos ha sido otorgado. Nada me hace más feliz que eso.

Váyase usted a la mierda, señor Trump


¿Que por qué se lo digo? Porque estamos hartos de usted. Hartos de que decida por los demás el devenir de sus vidas. De que solamente mire por el futuro de su imperio económico, para que cuando termine sus vacaciones en la política su mercado haya aumentado tanto como su ambición requiere. Harto de su nacionalismo, de su intervencionismo en países que no tienen nada que ver con usted. Y sobre todo harto de su patético paternalismo sabelotodo.

La última gracia que nos va a joder a cientos de empresas españolas es la entrada en vigor de las últimas sanciones contra Irán. ¿Qué por qué se lo digo? Porque a mí no me ha preguntado si lo que usted quiere hacer en contra de la antigua Persia va a afectar a mi negocio, ni al de la pequeña Pyme que vive de exportar maquinaria allí. Claro, a usted lo que le importa son sus empresas americanas, y el resto del mundo que se vaya a la mierda ¿no? Pues, no hijo no. El que se tiene que marchar a la mierda es usted.

¿Que Irán quiere enriquecer uranio? ¿Y no lo hace usted ya? ¿O es que tiene la caradura de presuponer que lo que Estados Unidos y otros hacen es bueno si lo hacen ellos y malo si lo hacen los que no le convienen?

No sé si Irán enriquecerá uranio, pero y a mí qué más me da, si mi cliente es una empresa que lo único que quiere es sobrevivir a la barbarie que usted ha creado. Importar las materias primas en Europa, fabricar, dando trabajo y una vida a cientos de trabajadores y poder exportar sus producciones de porcelana.

Ahora gracias a su imbecilidad, ni el cliente podrá importar, ni su banco podrá pagar a ningún otro en el mundo, ni la empresa española podrá vender allí, y por tanto tendrá que cerrar, echar a todos sus trabajadores al paro, desestructurar familias, tirar por tierra el trabajo y la dedicación de muchos pequeños empresarios que pasan de la política, de las ambiciones nucleares de quienes sean y que lo único a lo que han dedicado su esfuerzo es al desarrollo de su negocio.

Irán va a colapsar. Va a quedar aislado del sistema bancario mundial. No podrá comprar ni vender a ningún país. Su moneda vale cinco veces menos que hace un mes y la gente se va a morir de hambre, literalmente. Y a usted le da igual, porque todo lo ha impuesto en función de una probabilidad, la de que el gobierno iraní enriquezca ese metal de nombre tan presuntamente peligroso.

Pues ya se lo digo, príncipe de los imbéciles. Por mí se puede usted beber un sorbo de agujero negro que le implosione y lo reduzca a la nada. Yo mientras tanto seguiré luchando para que mi relación comercial con ese país, cultura de civilizaciones por cierto, pueda continuar. Mientras tanto, gracias a usted y a otros como usted, los iranís odiarán cada vez más a América en una espiral sin retorno.

jueves, 25 de octubre de 2018

Saber que vas a morir - mi crónica de lectura


Con curiosidad por abordar mi primera lectura de Israel Quevedo, a quien conocía de otro ámbito muy distinto del literario, el cerámico, comencé la lectura de esta pequeña joya que es Saber que vas a morir.

Me sorprendió el tamaño del libro, en un primer momento esperaba una novela al uso, pero tan pronto empecé a leerla en mi último viaje a Irán sus dimensiones me resultaron ideales.

Y es que hay mucha novela en un formato de bolsillo como es esta publicación de la editorial Cazador de Ratas. Una trama entre policíaca y de misterio, conectando continuamente con el pasado, con la incógnita de lo que no se cuenta explícitamente pero se intuye y con los miedos y la personalidad de su protagonista. 

Israel utiliza una prosa elaborada, elegante, sin excesiva descripción y con suficiente movimiento como para querer continuar hasta terminar. Y el formato lo permite, a mí al menos me permitió leerlo de un tirón, en una sala de espera de un aeropuerto. Y no imagino otro formato más idóneo para esta vida que llevo de viajero. Una novela que puedes devorar de forma singular en un solo viaje.

Pero entonces llegas al final, y lees lo que para mí es un apéndice titulado: Desde las sombras, y entonces soy yo el que me sumerjo en las mismas. Esta parte final descoloca mucho, o al menos a mí me ha dejado con muchos interrogantes sin responder. No sé si ha sido deliberado, si ha sido una jugarreta que el autor ha jugado a los lectores o si he sido yo el que no he sabido alinear ambas partes de la novela. Así que ya tengo muchas ganas de preguntárselo en persona a Israel.

Enhorabuena, has firmado un producto que considero redondo. Una novela corta, en formato idóneo para el viaje, con una trama profunda, con intriga y con un final sorprendente. ¿Podremos tener pronto otra entrega de este tipo? Por mi parte me declaro fan incondicional.

jueves, 18 de octubre de 2018

La comedia de las mentiras - Crónica teatral


Acudimos a este estreno en Zaragoza durante las fiestas del Pilar 2018 con el anzuelo picado por el plantel de actores que conforman esta comedia.  Y es que siempre apetece una obra fresca, con caras conocidas, que además suelen destacar en la comedia y más aún cuando estamos en fiestas.

El teatro ya lo conocíamos. Es el del Colegio el Salvador (Jesuitas). Habíamos estado anteriormente y es un entorno agradable, permite cercanía suficiente al escenario para captar los matices de la interpretación pero dotado de amplitud para tener categoría de recinto importante.

Creo que la obra va de menos a más. Es decir, el comienzo es perezoso, Pepón Nieto se esfuerza pero su largo monólogo presentando los personajes se hace un poco largo en mi opinión. Pero la trama se entrecruza, las mentiras campan a sus anchas en los diálogos cruzados de sus personajes y se urde un tejido en el que nadie sabe muy bien cómo cortar tanta mentira. Hay risas espontáneas, momentos de efectos divertidos, histrionismos en algunos de sus personajes y muchas y amplias sonrisas.

El personaje de Pepón, o él mismo como actor, evoluciona de tal forma que en la última parte de la obra su actuación es magistral, divertida, desternillante por momentos. Destaco también la sobriedad de María Barranco, la hiperactuación de Marta Guerras (para mí la mejor de la obra) y la ingenuidad de Angy (un poco sobreactuada). Los otros actores me parecieron más planos y el gran Paco Tous tremendo, como suele ser habitual en él.

Es curioso que acudiéramos tres generaciones a ver esta obra, dos niños de 11 y 13 años, nosotros, en la avanzada cuarentena y un veterano rozando la mitad de los 70. Nos gustó a todos por igual, nos reímos y disfrutamos de la locura y del toque ácido de muchos diálogos que terminaron con una estupenda canción interpretada magistralmente por Angy Fernández (qué bien canta!).

Una buena sesión teatral que afianza nuestra pretendida educación teatral a nuestros hijos y que sirvió para quitarnos esa venda que hasta ahora teníamos con eso de que algunas obras son “para adultos”.

Enhorabuena, compañía, lo pasamos genial.

¡Miente con sinceriiiidaaaad!

martes, 16 de octubre de 2018

La jota aragonesa


Dicen que en el ADN llevamos la huella de nuestras raíces, la información genética básica que determinará nuestro devenir en la vida y que, inexorablemente, de algún modo, está unido al lugar de donde es uno. Pero yo me encuentro muchas veces en tierra de nadie, ese lugar inconcreto que va creciendo como consecuencia de los innumerables viajes que mi trabajo me lleva a realizar. Nunca he vivido más de doce años en un sitio siempre he cambiado mi lugar de residencia y aun teniendo uno más o menos estable, he estado yendo y viniendo por medio mundo. Ello condena a perder amistades y obliga a realizar nuevas y muchas veces a sentir que no perteneces a ningún lugar, que no estás integrado en ningún grupo concreto. O más bien que perteneces un poco a todos pero de forma tangencial, lo que te hace ser un poco menos tú.

El paso del tiempo acrecienta o polariza ese sentimiento. Conforme voy cumpliendo años me doy cuenta de que esas “tierras de nadie” son, en realidad, mi tierra. Es decir, soy un poco de Bangladesh, un mucho de Iran, bastante de Egipto y Turquía, y tengo matices de Rusia, Vietnam, Marruecos o Portugal. Me gustaría tener una fuerte esencia inglesa, y algo hay en mi carácter. Y por supuesto, mucho de España: de Cataluña, de Castellón y de mi Aragón querido.

Y es que cada año que pasa voy sintiendo más y más esa llamada de mi ADN maño. Es silenciosa pero constante. También creciente. Mi paso por el Pilar 2018 ha sido un episodio más de esta rampa imparable de amor por Aragón. Y es que debe haber algo en la sangre, en el subconsciente personal, que quizá estaba adormecido, cuando no aletargado. Y que poco a poco se va desperezando y va llamándome. Me invita a regresar mucho más a menudo a mi pueblo, Belchite, donde disfruto más que nunca cada visita. A retornar a Zaragoza, donde pasé mis mejores años de juventud, los universitarios, en los que me enamoré y durante los que viví en plena libertad. Y regresan experiencias de infancia, de cuando tocaba la guitarra en un grupo de cuerda, o cuando me examinaba en el conservatorio de Zaragoza. Pero por encima de todos esos recuerdos, está siempre la música. La música que asocio a mi infancia, esa en la que descubres lo mejor porque no hay dependencias ni hipocresía. Y ahí florece la jota. Es la música que apenas unos segundos de escucha me ponen la carne de gallina, la que me hace llorar de la emoción por el mero placer de escucharla. Y es un espectáculo completo, ver bailar la jota, escuchar los joteros cantarla con pasión, con brío y con elegancia. 


Este Pilar tuve la fortuna de ver a Nobleza Baturra en la plaza del Pilar que tuvo como broche de oro la interpretación de Gigantes y Cabezudos y debo decir que después de más de 40 años escuchándola, la piel se me sigue erizando, las lágrimas asoman sin poder detenerlas y todo mi cuerpo vibra.

Y digo yo que eso será el ADN aragonés, o una buena parte de él. Eso que nos identifica con esta tierra noble y serena, La Jota: La jota aragonesa.
¡Viva la jota!