miércoles, 31 de agosto de 2022

¿Por qué Madonna ha publicado un álbum con 50 remezclas de 50 temas que fueron número uno?

Sencillamente, porque puede. O sea, porque pocos artistas hay que puedan tener este bagaje de éxito en las últimas cuatro décadas. 50 números uno, que ahora son remezclados por distintos artistas, algunos de ellos muy interesantes desde mi punto de vista.

Finally enough love 50 number ones ofrece 220 minutos de remezclas 100% bailables algunas de las cuales han mejorado todavía más a sus originales que ya rompieron esquemas en el momento de su publicación.

El proyecto también ofrece grabaciones de remixes extrañas y desconocidas, que nos ofrecen el lado más experimental de Madonna y sus producciones desde que comenzó con su primer lanzamiento allá por el 6 de octubre de 1982.

De Madonna se ha dicho de todo, que es una estrella, que es la reina del pop, que es una mamarracha, una ninfómana, descerebrada y cualquier otro apelativo, utilizado por quien lo blandía como arma arrojadiza y prejuiciada. Yo me quedo con la parte de ella que se relaciona con su obsesión y su interés por el cambio musical, por la reinvención, por la experimentación musical y la ruptura con lo anterior, algo que ha hecho en multitud de ocasiones.

Me vienen a la memoria los susurros de Justify my love, el gospel de Like a Prayer, la experimentación con el productor suizo Mirwais en el disco Music, que para mí es el mejor de toda su carrera o las reinvenciones bailables de los años dos mil diez así como el paroxismo y la calma de Madame X, un álbum de no tanto éxito comercial que creo representa su madurez.

Madonna siempre ofrece un titular grueso, en la prensa, regala exabruptos en las redes sociales y postureo exacerbado, pero debajo de todo ese brilli-brilli está su música, su colaboración con los mejores, su enorme imaginación para innovar y crear tendencia que aún hoy, pasados los 60, consigue liderar en muchos momentos.

Destaco las siguientes, que me han parecido fulminantes y demoledoras para la pista de baile:

Deeper and deeper (David’s radio edit)

Ray of Light (Sasha ultraviolet mix)

Nothing realy matters (club 69 radio mix)

Beautiful stranger (Calderone radio mix)

American Life (Devin Dazzle de Felix Da HOusecat)

Bitch I’am Madonna, con la incombustible Nicky Minage

Si queréis bailar sin prejuicios, perder la razón, desconectar y ensamblaros a esa nube que es la cultura dance, con este álbum podéis hacerlo sin duda.

sábado, 27 de agosto de 2022

Amanece en Benicàssim

Se acerca el final del verano y se comienza a vislumbrar la melancolía del disfrute, de la casa llena de familiares, de los helados y de los nados al amanecer.

Ha sido este un verano de reencuentro con nuestra vida anterior a la Covid, esa que llevábamos a cabo sin límites, sin miedos a contagios y cuarentenas, acelerada y deshumanizada, sin la espada de Damocles de las UCI’s llenas de enfermos, aunque con una enorme tristeza también, la partida de mi madre hacia otra dimensión, hacia una nueva vida quiero creer. Ojalá que los no creyentes como yo estemos equivocados y la muerte nos conduzca realmente a otro escenario, en el que las almas se reencuentren. Si eso es así, y por muchos momentos en el mes de julio he querido creer que será así, algún día me volveré a encontrar con ella, y con tantos otros.

Pero hasta la tristeza más oscura y demoledora, la que supone la muerte de una madre, se supera y la vida continúa, debe continuar. Y todavía puedo disfrutar de los amaneceres en Benicàssim, de mis paseos, que comienzo de noche y termino al albor del día, metido en el mar y nadando plácidamente en esas aguas que el cambio climático ha subido hasta casi los treinta grados. Un nado disfrutón, en solitario, sin espectadores y con un fondo espectacular, el disco solar saliendo del Mediterráneo. Hoy lo ha hecho ya a las 7:16 am, y poco a poco será más perezoso y le costará más surgir.

Ese paseo y nado matutino me permite reflexionar. No escucho ni la radio ni música ni ningún podcast del Faro, del que soy asiduo. Simplemente voy pensando en mis cosas, me acuerdo de mi madre y de que seguramente ella estaría ya también levantada haciendo alguna faena casera. Y entonces alguna lágrima, esquiva, se escapa de mi lagrimal.

Imagino lo que me deparará el día, cómo irán las tensiones del trabajo y qué se me ocurrirá como idea para dibujar y terminar mi nuevo cuadro geométrico. Intento dejar mi mente simplemente libre, que discurra por aquellos recovecos que ella desee, que analice sin prisa y sin ansia y relaje los sentimientos mientras la luz va aumentando, alejando la noche, y acercando cada minuto que pasa más paseantes, ciclistas, y personas que se acercan al mar.

Y termino mi baño, salgo a la arena, ya con el sol saludando el día y me siento, todavía me concedo unos minutos y simplemente veo su ascenso en el horizonte hasta que luce radiante, poderoso y desaforado. Y entonces me despido de ese momento matutino mío, muy íntimo y en el que me reencuentro con mis cosas, sin interrupciones ni electrónica.

Y regreso a casa, al hogar en calma, todavía tranquilo y sin apenas ruido. Y mi estómago me pide que mueva el culo y prepare el desayuno, mi leche sin lactosa con cereales, unos arándanos y unas nueces y me ponga en modo activo para comenzar el día.

 

sábado, 20 de agosto de 2022

La conjura del Valle de los Reyes - mi crónica de lectura

Llegué a esta novela por casualidad, un día que escuchaba un programa cultural en la radio y hablaron de ella. Yo visito Egipto de forma regular por mi trabajo, pero nunca he bajado hasta Luxor o Asuán, ni he visitado el Valle de los Reyes, pero siempre me ha fascinado la cultura y la historia de la época antigua egipcia.

Y esta novela, La conjura del valle de los Reyes, de Luis Melgar reúne todo lo que una buena novela debe compilar: Una documentación precisa histórica, un hecho relevante y mundialmente famoso (el descubrimiento de la tumba de Tutankamón, de cuyo hallazgo se cumplirán este año 100 años), una trama muy bien montada sobre los entresijos relacionados con la política, el espionaje, los intereses económicos del Canal de Suez, sobre el final del colonialismo británico y por supuesto su combinación con pasiones humanas y relaciones entre personajes muy bien definidos y de los que he descubierto muchas cosas que desconocía.

La verdad es que Luis Melgar ha escrito una novela fantástica. De esas cuya lectura da un enorme placer, en especial durante el verano, cuando se dispone de algo más de tiempo y el entorno acompaña para disfrutar de la lectura sin el estrés de la vida moderna.

Mis tardes de lectura, en agosto, han sido placenteras. Las he acompañado de mi té de Sri Lanka con leche de almendras, la sombra de nuestra higuera y la tranquilidad de la terraza de atrás, como nosotros la llamamos.

Howard Carter ha sido un descubrimiento para mí, su carácter, su nobleza, sus aristas y rincones oscuros, pero por encima de todo, su defensa de la historia y de la ciencia. Lord Carnarvon, todavía más si cabe, ya que fue el auténtico dueño de Downton Abbey, cuya serie me tuvo enganchado muchas temporadas. Y por supuesto, lo más archiconocido, la maldición de la tumba de Tutankamón, el poder de las fuerzas del mal desatado al abrir los sellos reales de la tumba. Puede que solo sea literatura y superchería pero los hechos, las muertes sucedidas en extrañas circunstancias ahí estuvieron.

Todos estos elementos son utilizados y combinados de forma narrativa por Luis Melgar de forma magistral.

Esta lectura ha sido, hasta ahora, con la que más he disfrutado este año. Lleva camino del Top 10 de mis lecturas de 2022. ¡No os la perdáis! Lo vais a pasar de fábula.



sábado, 13 de agosto de 2022

Descubrimiento musical de agosto-2022: Steve Lacy

Para este mes encargué la tarea de destacar un descubrimiento musical a mi hijo Adrián, que ronda los catorce. Tengo mucha curiosidad por conocer qué música escuchan los jóvenes y la verdad es que cuando compartió conmigo su playlist me quedé gratamente sorprendido porque, además de tener muchísimas canciones, demuestra tener un criterio en su selección musical, uniendo actualidad y grupos de décadas anteriores (Los Smith son uno de sus preferidos, los Pixies o Radiohead) y, sobre todo, coincide en muchos casos con mis propios gustos. Eso es orgullo paterno.

Así que he elegido a Steve Lacy, de las muchas novedades que he descubierto gracias a Adrián, porque me ha sorprendido la calidez de su voz, la cadencia tan característica que tiene al cantar, a medio camino entre el jazz, el rap y la música funky y porque, sin conocer nada de él, me ha cautivado con sus melodías.

Una vez escuchadas bastantes canciones, me he puesto a investigar sobre quién es Steve Lacy, y la verdad es que aún me ha sorprendido más.

Steve es un músico, compositor y productor musical estadounidense de tan solo 25 años. Con su primer disco, APOLLO XXI, ya fue nominado a los Grammy, como Best Urban Contemporary Album, una denominación que, entiendo yo, engloba lo que comentaba antes, la fusión, tan de moda ahora de jazz, rap y funky.

Entre otro de sus logros indudable está el haber producido un disco con tan solo quince años, un disco que también fue nominado a los Grammy en aquella ocasión en la misma categoría y por supuesto su indicación de que el artista con el que soñaría colaborar es Prince.

En 2022 ha publicado su segundo disco: Gemini Rights que es con el que yo lo he descubierto.

https://www.youtube.com/watch?v=x-OzspEcQG8

De su disco anterior y singles publicados sueltos me quedo con Dark Red (en el link de arriba) y N Side, dos maravillas calmas y llenas de sentimiento.

Este descubrimiento me ha rejuvenecido, me ha puesto las pilas, veo que no todo lo que hay en el panorama actual es igual, que hay diferencias, variedad, calidad y fusión.

O sea, es el siglo XXI.

viernes, 12 de agosto de 2022

La hija del relojero - mi crónica de lectura

Hace tres años leí esta misma novela de Kate Morton en inglés. Había leído toda su obra en castellano y me decidí a leerla en versión original. La experiencia no fue nada placentera, he de decir. Me pareció una lectura muy compleja, con un vocabulario demasiado elaborado para mi nivel de inglés y me costó muchísimo tiempo, esfuerzo y poco placer. Aún así me obligué a terminarlo y lo hice, pero estaba seguro de que me había dejado al menos un 50% de la trama perdida en el abismo entre mi lengua materna y la aprendida de adulto.

Así que hace un par de semanas decidí releerla, ahora sí en su traducción al castellano, y, una vez terminada, puedo decir que ahora comprendo la dificultad que sentí, ya que la novela es muy compleja, con saltos entre décadas, personajes que tienen relación generacional pero a quienes es difícil de unir, tramas paralelas y sucesos inconexos. Me ha parecido una novela sensacional pero muy compleja y eso, unido al lenguaje de Kate hicieron que no entendiera casi nada en inglés.

Para mí la joya de esta novela es la casa, Birchwood Manor, una mansión situada en el campo a orillas del Támesis, construida con refugios para sacerdotes en la época en que eran perseguidos, con una leyenda sobre niños desaparecidos, sobre presencias sobrenaturales, con una arquitectura preciosista, victoriana, con su tejado a dos aguas y su fantástico jardín. El escenario, la mansión, es la gema que hace relucir la novela, su trama, sus vivencias en diferentes generaciones y sus recuerdos y arte.

En el verano de 1862, un grupo de jóvenes artistas se reunieron en ella para pasar un mes durante el cual la inspiración y la creatividad les hiciese crear de forma libre. Una experiencia que sin duda debiera ser maravillosa cuando se comparte en juventud pero que, por los azares de la novela, terminó con una persona muerta y otra desaparecida.

Son los ejes fundamentales para una novela de misterio en la que la investigación tiene lugar desde el siglo XXI, por parte de una archivista que encuentra un bolso en una caja de la galería donde trabaja. Y ese bolso nos lleva 150 años atrás, a descubrir lo que sucedió en esa casa a lo largo de los años, de las personas que la heredaron, cómo la transformaron en escuela para señoritas, y cómo durante muchos años quedó abandonada, en silencio.

Pero no en solitario, porque alguien vivía allí. Es el misterio de la novela, la hija del relojero, Birdie Bell, narradora intermitente en esta novela compleja, entretenida, sobrecogedora y misteriosa con la que Kate Morton ha demostrado, en mi opinión, una plena madurez como narradora.

Para terminar mi post quiero poner en valor mi esfuerzo por leerme las 600 páginas de la novela en inglés con las que aprendí muchísimo vocabulario, expresiones y giros y entendí que el idioma original, el literario, es siempre más rico y barroco que su traducción.

¿Quién se atreve con The clockmaker’s daugther?

jueves, 11 de agosto de 2022

THE VIENER MOZART ORCHESTER

Anoche tuve la oportunidad de asistir al concierto ofrecido por la Viener Mozart Orchestra en el Musikverein Goldener Saal de Viena, un espacio impresionante que traslada al espectador a los tiempos de gloria del imperio Austrohúngaro, con techos dorados, barroquismo y un exceso de brillo y majestuosidad a raudales.

El concierto se plantea como se llevaban acabo en el sentido académico del siglo XVIII.

La orquesta, compuesta por 30 músicos vestidos de época, con pelucas y maquillaje aumenta ese espíritu por la vuelta al clasicismo de la época dorada de la música y en conjunto se consigue una experiencia inmersiva.

Desafortunadamente, hubo también una parte de masificación turística, en referencia a la gran afluencia de público. más motivada en mi opinión, por una curiosidad turística, como quien va a ver una estatua o un edificio, que por la música en sí misma. Como ejemplo de esto que digo, una fila de ciudadanos orientales, sentados detrás de mí. no dejaron de hablar en todo el concierto… inaudito en un concierto de clásica intentando hacer fotos todo el rato.

El repertorio tuvo un poco de todo: comenzó con lo más difícil para el público, oberturas y arias con duetos de Don Giovanni, Las bodas de Fígaro o La flauta mágica (magníficos los dos cantantes, muy simpáticos con el público) para seguir con algunos movimientos y serenatas de sinfonías, como la No. 40 o 41 y otras conocidas.

Después de un receso, la orquesta continuó con obras mucho más conocidas, conciertos para violín, flauta, trompeta e incluyó joyas como El Danubio Azul o la célebre Marcha Radetzky, con participación de los aplausos del público (como se hace en el concierto de año nuevo).

Para mí fue una experiencia que se quedó a medio camino. Quiero decir que no ofreció la majestuosidad de un concierto de una orquesta filarmónica, mucho más compacta y de sonido más completo, pero la escenografía, el talante de los músicos y la complicidad con el público suplieron esa falta de grandiosidad y transformaron el concierto en otra cosa, una experiencia que disfruté en el corazón de la música clásica europea.

sábado, 6 de agosto de 2022

Libros por doquier - reseña Malditos escritores

 


Hace ya bastante tiempo que sigo de forma regular el blog Reseña de MALDITOS ESCRITORES

Gracias a sus recomendaciones he podido disfrutar de un buen número de lecturas, encontrar sorpresas interesantes y descubrir autores nuevos. 

Es, en mi opinión, una excelente brújula cuando se buscan nuevos horizontes literarios y lectores.

En esta ocasión han tenido la deferencia de reseñar mi nueva novela MALDITOS ESCRITORES publicada con la editorial Modernidad Líquida, por lo que les estoy muy agradecido.

Gracias por el esfuerzo de reseñar, por el apoyo a los escritores amateur y por apostar por la cultura y la literatura.

¡Os recomiendo que sigáis el blog!


lunes, 1 de agosto de 2022

Desgracia - Mi crónica de lectura

Llegué a esta novela de J.M. Coetzee, mi primera lectura de este escritor sudafricano, escuchando una entrevista a Pedro Almodóvar en la que indicaba que este era uno de sus libros favoritos.

Tuve la curiosidad de investigar un poco sobre su autor y descubrí, alejándome de los prejuicios literario-europeo-centristas, que hay un mundo de literatura mucho más allá desconocido para mí, en este caso nada menos que un Premio Nobel.

La novela trata, como eje fundamental en mi opinión, cómo el ser humano asume su condición más allá de las circunstancias que le rodeen o la situación en que se encuentre. Acepta su naturaleza sin más, se acepta a sí mismo, con todas sus aristas y no intenta cambiarse por aspirar a una supuesta vida mejor ni por ningún otro interés. Sin complejos ni doble moral.

Esta línea filosófica, transmutada a la vida en Sudáfrica, de la mano de David Lurie, un hombre entrado en los cincuenta que mantiene una relación con una alumna que arruinará su carrera, algo que parece no importarle y ante lo que no intenta ninguna forma de solventarlo. Simplemente continua con su vida como si nada. Cuando visita a su hija, que también siguió en cierto modo ese mismo camino, a su manera, sucede un ataque violento e implacable que los cambiará a ambos y los separará.

A partir de ese momento, la vida de Lucy ( su hija ) y los intentos de su padre, David, de comprender lo que ella argumenta se convierten en una espiral de indignación, arrebato e incomprensión para el lector, seguramente parafraseando a Lucy “eso es algo que no acertamos a comprender, ese mundo, esa vida, en esa comunidad”. Pero para mí, como lector resulta incomprensible su actitud, su rendición, en cierto modo a los acontecimientos, actitud no exenta de cierto pragmatismo, desde un punto de vista un poco más radical.

Desgracia mezcla una narrativa agradable, el comienzo de la novela es muy cautivador, con la crueldad más brutal de la deshumanización de los atacantes, la incomprensión entre dos personas de la misma familia, la sumisión, la rendición y el orgullo. Una olla a presión explosiva que impacta por lo desconocido de su autor y por la fuerza de su narrativa.