Y ya con ese hándicap lo tenía difícil para que realmente me
resultase tan atractiva como parecía indicar el comentario.
La verdad es que 2666 no me ha gustado. Siempre he
tenido a Roberto Bolaño entre muchos paréntesis por los comentarios que he ido
recibiendo, sin haberlo leído, con indudables prejuicios, que quizá me han
influido en la lectura de esta obra tan voluminosa. Tanto es así que hacia la
página 300 estuve a punto de abandonarla. Pero La parte de Fate (segunda
parte) me enganchó algo más de algún modo, y ello consiguió que terminase las
1216 páginas.
No sabía que era un compendio de 5 posibles novelas, pero
ahora que lo he descubierto entiendo algunas cosas y paso a enumerar todo lo
que me ha parecido que la hace no atractiva para el lector:
1)
En primer lugar lo deslavazado de las historias
que no guardan más relación del hecho de que transcurren o hacen referencia a
Santa Teresa (en México). El número de personajes, con nombres y apellidos
largos y lugares interminables hacen imposible mantener el hilo de seguimiento
de todos ellos, al menos para mí.
2)
En la parte de los crímenes: Entiendo que la intención
fundamental es la de relatar la brutalidad de la violencia machista en las maquiladoras,
pero me pregunto, ¿para ello había que dedicar 400 páginas a narrar casos y
casos interminables de asesinadas, describir las circunstancias de sus crímenes
sin más objetivo que el de hacerlo, o sea, sin llegar a una investigación mínimamente
coherente o resolutiva?
3)
Como he dicho antes, las primeras 300 páginas, La
parte de los críticos me parece aburridísima, sin sentido, sin trama, sin
gancho.
4)
Hay innumerables páginas/párrafo, o sea,
párrafos que se extienden, sin ningún punto y seguido durante a veces hasta 2
páginas completas. Hay reiteraciones, repeticiones de ideas, argumentaciones
circulares y mucha mucha obsesión por ciertos temas y su forma de contarlo.
5)
Por no encontrar, no encuentro ni siquiera un
mínimo de esqueleto argumentativo, no ya en toda la novela, sino en cada una de
sus partes, lo que hace que yo, como lector, esté perdido y cuando he leído 50
páginas pudiera haber obviado por completo las 50 anteriores. ES algo que probé,
en La parte de los crímenes, saltar a veces 20, 30 páginas y ver si cambiaba
algo mi entendimiento de la novela. Ninguna diferencia.
6)
La parte que podía haber resultado más
interesante que era la profundización en las causas e investigación de los
crímenes de las trabajadoras de las maquilas queda sin final, con una
investigación absurda del investigador que llega sin ton ni son a Santa Teresa,
¿enviado por quién? ¿a cuento de qué? ¿para hacer qué? – una pena que un tema
como ese se desperdicie de tal manera.
En definitiva, muchas horas invertidas en esta lectura (al
final ya por encabezonamiento mío para terminarlo) sin casi placer lector ni
interés.
He leído, por otra parte, que la novela ganó varios premios
internacionales de la crítica lo que me hace ahondar todavía más si cabe en mi
propia crítica y el hecho de que para mí la buena literatura es la que engancha,
la que entretiene, la que perturba, pero no la que aburre y sobre todo la que
deja indiferente como me ha pasado a mí con la hiperbólica y seguramente inflada
2666.
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