¡Por Dios, Lourdes, que me va a dar un infarto!
Esta es la frase que Bruno, protagonista de la nueva novela
de Mónica Mira titulada Tres días, pronuncia en un determinado
momento del desenlace de la misma y la he elegido para comenzar mi crónica de
lectura porque podría haberla pronunciado yo mismo esta misma mañana, a las 06:30
cuando me he levantado a terminarla.
Y es que la lectura de Tres días ha sido una
experiencia placentera, corta, intensa y aderezada de los auténticos sabores de
las mejores novelas negras.
Descubrí a Mónica Mira con su anterior novela, Donde
la vida nos lleve, cronificada en este mismo blog,
https://loabsolutonoexiste.blogspot.com/2019/06/donde-la-vida-nos-lleve-mi-cronica-de.html
y ya me quedé entonces con ganas de leer más de esta
escritora que cabalga entre el periodismo y la literatura.
Tres días comienza con un Prefacio que transmite un enorme
desasosiego e intriga. Está muy conseguido el efecto de “seguir al protagonista”
como si el lector fuese su sombra y cumple a la perfección con el concepto de “píldora”
que atrapa al lector para sumergirse en la trama.
Me gusta todo de esta novela, empezando por los subtítulos
de cada capítulo, como por ejemplo “Viernes, tocadas las cuatro y media de
la tarde”, y otros similares, llenos de inmediatez y que acercan aún más al
lector a la historia. Por supuesto el desarrollo de la trama de intriga y la
investigación, que se complica con el paso de las páginas y durante la cual
Mónica te va llevando por caminos que el lector consideraría lógicos pero que pueden
no serlo tanto, o sea, te mantiene perdido acerca de la resolución del caso.
Eso es lo bueno que debe tener cualquier novela negra, y esta lo tiene.
Hay en la novela, desde mi punto de vista, una crítica clara
a ciertos aspectos del mundo periodístico, como su banalización actual, la
transformación de la profesión en algo que hoy en día cualquiera parece poder
llevar a cabo, quedándose en el titular grandilocuente pero sin profundizar en
la veracidad de las historias, y sospecho que es algo que genera en su autora
un cierto malestar. También una crítica (quizá más velada) a la no necesidad de
exacerbar de forma sensacionalista una noticia con un fin comercial, e intentar
defender lo contrario, la sobriedad y veracidad en la información por encima de
todo.
Tres días contiene una historia tremenda, que no puedo
desvelar porque rompería la magia de la novela a sus futuros lectores, pero si
tuviera que sintetizarla en una frase, utilizaría una que Mónica ha escrito en la
misma:
¿Qué puede pasar para que a un tipo normal lo maten
así?
Esa pregunta sintetiza, en mi opinión, el germen, núcleo y
razón de ser de esta novela que seguramente no dejará indiferente a nadie y que
os recomiendo por su intensidad, veracidad y solidez.
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