Salvador Terceño es un ESCRITOR SINGULAR. Escritor sevillano de relatos al que conocí
en la VIII Microquedad relatista de Sevilla, un evento anual y circulante por
la geografía española en el que nos juntamos unos cuantos escritores para
compartir y disfrutar del relato y el microrrelato.
Ha participado en
varios libros recopilatorios de relatos hasta que finalmente publicó su propia
obra, singular y muy curiosa, titulada Cuentos tontos, una revisión
de quince cuentos clásicos pasados por su filtro de actualidad para adultos llenos
de humor gamberro.
Participa también regularmente
en el espacio de la SER Relatos en Cadena y colabora en proyectos
solidarios, relacionados con la lucha contra el acoso escolar, como el último
libro publicado, titulado Por
ti y por todos tus compañeros
Salvador es un hombre que transmite buena energía y
optimismo. Su sonrisa y su simpatía en la charla son su carta de presentación y
su dedicación a los demás, como médico, corroboran ese buen talante, cooperador
y solidario que exhibe en su forma de escribir y compartir con los demás.
He averiguado recientemente que nació en Zaragoza, aunque su
esencia sea auténticamente sevillana, y claro, otro maño como yo no puede más
que creer que toda esa maravilla de persona le viene, en realidad, del
nacimiento en tierras aragonesas… bueno, seguro que algo hay. También comparte algo
conmigo, el no saber decir NO. Algo que tenemos que corregir, me temo.
En esta ocasión y a partir de la frase que le planteé, Salvador
ha construido un relato inquietante que termina con un escalofrío demoledor.
Leedlo. Es hipnótico y sorprendente.
Y para que conozcáis un poquito más a su autor, una breve
entrevista a continuación.
Línea 1
¿Dónde había visto antes
aquella mochila roja? Un
minuto para Estrecho. De una de ellas cuelga un pequeño Donald Trump vestido de
mariachi que ya había visto antes. Pero, ¿dónde? Alvarado. Suben dos monjas y
bajan en Cuatro caminos. Me pregunto si solo la veo yo. No es muy grande, pero parece
algo pesada. La muevo con el pie. En Ríos Rosas se levanta un chico. Le señalo
la mochila, pero me responde que no es suya. Antes había otro que subió en
Valdeacederas. Él viene desde Bambú. ¿Qué aspecto tenía?, pregunto. No sé,
moreno, con barba. Al salir de Iglesia, me recorre un escalofrío. Dudo de mí.
¿Se me va la cabeza? Escarbo en mi memoria. Bilbao es una locura. Todo el mundo
corre y se empuja como si no hubiera un mañana. En Tribunal sube una chica
dando enormes bocados a una hamburguesa. Disfruté como nadie de la que podría
ser su última comida y la envidio por ello. Gran vía. Aún me restan varias
paradas. Estoy tentado de gritar, de salir corriendo. Podría sacar la mochila y
perder mi vida para salvar a todas aquellas personas. O huir como una rata, y
cargar con ello. Yo deseo vivir, seguir escribiendo, perseguir mi sueño. Crear
un libro mejor que el primero; vender más de cien ejemplares. Quizá casarme y
tener hijos. O despertar cada mañana con alguien diferente. Sol es el puto
caos. Decenas de personas de diferentes edades y razas, entrecruzándose en un
desquiciante hormiguero humano. Sol es la vida y su caos. Sol es el Universo.
Entonces caigo. La mochila es como la de Abdul, el turco que trabaja en el
cibercafé de mi barrio. Cuando me ve, me guiña un ojo, me mira con expresión
entre sombría y divertida y me dice: "¿Cómo va tu libro, escritor?"
Tiene una mochila igual.
Llavero incluido. Suena un móvil y me sobresalto. Sé que podría ser así. Una
llamada, click, pum y adiós. Próxima parada, Antón Martín. Me agacho. Mis manos
tiemblan. Agarro al pequeño Donald Trump y descorro la cremallera. Introduzco
dos dedos y consigo ver el interior, mostrándome una realidad que sacude mi
cabeza. Ahí está, entre cables y otros cachivaches, uno de ellos. Uno de los
ejemplares de mi libro. La tirada fue corta, apenas cien unidades. Qué cabrón,
Abdul.
ENTREVISTA
SINGULAR
1.-
¿Cuál es el principal motivo que te empuja a escribir? ¿Recuerdas cuál fue la
primera vez que comenzaste algún texto? ¿Lo guardas todavía? ¿Te atreverías a
publicarlo a modo de relato?
Pues no sabría decirte. Si tuviera que decir algo, analizándome,
creo que hay dos factores: me considero una persona especialmente sensible,
todo lo que me rodea me llega, me estimula o me emociona. Luego, me posee
cierta necesidad expresiva artística: dibujar, pintar, tallar, fotografiar…
escribir. Digamos que soy una especie de bomba que recibe y proyecta.
Mi primer relato fue demasiado dramático y, sobre todo, demasiado
largo. No me avergüenza porque era más jovencito y empezaba este camino, pero
no creo que merezca ser publicado.
2.-
Imagina que tuvieras la posibilidad de publicar un libro con una editorial de
tirada nacional y tuvieses libertad para elegir el género y la temática.
¿Cuáles serían y por qué?
Siempre soñé con publicar ese primer libro que impresionara a
lectores y críticos por su prosa sencilla y su capacidad de contar la verdad de
la gente de a pie, como nadie lo había contado. Algo, como la vida misma, entre
el drama y la comedia. Pero me he enredado con otras cosas…
3.-
Te pido que seas tu crítico/a más duro/a. Dinos qué se te da peor a la hora de
escribir y cómo intentas resolverlo.
Creo que mi principal error es ser demasiado explícito, contar
demasiado. Eso, además, me lleva a la verborrea literaria. Y los excesos nunca
son recomendables.
4.-
¿Cómo sería tu presentación ideal de un libro? Quiero decir, qué elementos
tendría que tener para que resultase interesante, amena y entretenida.
Aquí ya juego con ventaja, porque he tenido una presentación casi
soñada cuando presenté mi primer libro (“Cuentos Tontos”, Ediciones En Huida,
2018). El sitio era precioso, estaba abarrotadísimo, toda mi familia me
acompañaba. Mi hermano Nacho Terceño colaboró, contando uno de los cuentos y
enamorando al público. ¿Qué me faltó en ese “casi”? Los amigos que no pudieron
asistir y que nos hubieran dado una hora más para atender mejor a todos los
asistentes.
5.-
Hoy en día el número de publicaciones es enorme. Tanto digital como en papel,
resulta muy difícil elegir qué leer ya que normalmente nuestro tiempo de
lectura es limitado. En tu caso, ¿cuál es el criterio que sigues para la
elección de una próxima lectura?
Siempre alterno libros “clásicos” con libros “actuales”, así,
igual he leído haciendo, por ejemplo… “Cien años de soledad”, “Patria”, “La
ciudad y los perros”, “Tierra de campos”, “El ruido y la furia”, “Intemperie”,
“Ulises”, “Manual para mujeres de la limpieza”, “El lobo estepario”, etc.
Para los actuales, me guío por recomendaciones de amigos de
confianza.
6.-
Vivimos en el mundo de la hiper conexión. ¿Utilizas las redes sociales? Cuáles
son las que te parecen más interesantes y por qué.
Sí, utilizo mucho las redes sociales. Demasiado. Facebook,
Instagram y Twitter, por ese orden. Facebook la que más porque es la que más se
ajusta a mi perfil de “tipo pureta que quiere llegar a la gente con sus
relatos”.
7.-
¿Cómo te calificarías como lector/a? ¿Qué géneros te gustan? Y ¿en qué momentos
disfrutas de la lectura?
Creo que medio he respondido esto en la pregunta 5. Leo mucho,
pero menos de lo que me gustaría. Me entristece saber que no podré leer todos
los libros que lo merecen. Clásicos, drama, novela actual. No sé, libros
buenos. Me da igual el género, aunque la novela histórica me da un poco de
pereza. Leo en cualquier sitio o lugar.
8.-
¿Cuál es tu secuencia a la hora de estructurar una novela, o el género que
escribas? Me refiero a cuál es la cadencia de creación: ¿Primero los
personajes, o el conflicto principal, o el final, o cómo lo acometes?
No puedo hablar demasiado de eso pues, actualmente, estoy
escribiendo mi primera novela. Sería un tonto y un poco fatuo si dijera que
tengo un método. Pero, bueno, en este caso, la historia nació de un ejercicio
de un taller de estructuras narrativas (muy recomendable). La estructura cuajó
y, a partir de ahí, nacieron mis personajes, tramas principales, subtramas, un
mundo fantástico con sus propias reglas, etc.
9.-
Me gustaría que definieses ese momento en el que das por finalizado un libro.
El momento final, cuando recibes las galeradas y les das el último ok.
¿Desde el punto de vista emocional? Puff, eso es indescriptible.
Como todo lo que cuesta mucho trabajo, la satisfacción que produce es inmensa.
Siempre con dudas, con miedos (¿gustará, no gustará?). Pero el momentazo
espectacular, explosivo, inolvidable, es cuando llega la caja, la abres y…
¡Boom! Ahí está tu pequeñín. Mirándote a los ojos.
10.-
Te pido ahora unas respuestas rápidas
a) Recomiéndanos
un libro y el motivo por el que tendríamos que leerlo.
“Cien años
de soledad” (G. G. M.) Revolucionó la literatura. Creo que el único libro que
releeré.
b) ¿Cuál
es tu escritor/a favorito/a?
Gabriel
García Márquez (en general), Raymond Carver (relato), David Trueba (Español,
actual).
c) ¿Qué
opinas de los blogs literarios?
Cualquier
plataforma que hable de literatura (de arte, de cultura…), es un bien
impagable.
d) Un
libro que no hayas podido terminar de leer.
“La ciudad
de los prodigios” (E. Mendoza), pero por entonces era mal lector.
e) Un
deseo literario para el próximo año
Publicar
mi novela y un libro de microrrelatos (puestos a soñar…).
f) La
última cosa que te haya sorprendido tanto que todavía la recuerdes.
Pues ha
sido esta misma mañana. Llegué a las ocho y media de una guardia “matahombres”.
Me duché y me acosté. Cuando me he despertado estaba hecho polvo,
verdaderamente molido. El mundo era un lugar doloroso y terrible. Entonces he
visto a mi mujer, nos hemos besado con ternura. Mis hijos han venido a
abrazarme y casi me fracturan las costillas. Y me sorprendió lo tonto que soy
por haber pensado que el mundo es un sitio doloroso y terrible.
g) Una
canción o cantante que tenga para ti un significado singular.
“So
Lonely”, Police. Me pone las pilas.
“Creep”,
radiohead. Coexiste conmigo.
“Wild is
the wind”, Nina Simone. Me eriza el vello.
“Canción
del elegido”, “Ojalá”, Silvio Rodríguez. Reúnen todo lo que me emociona.
h) Las 3
características que debe tener para ti un buen editor/a.
1) Buen
ojo. Al menos uno.
2) La
valentía de Aragorn, hijo de Arathorn.
3) Un
gramo de locura.
11.-
Uno de los libros en los que has colaborado recientemente se titula Por
ti y por todos tus compañeros, un libro colectivo de relatos contra el
acoso escolar. ¿Nos podrías contar un poquito cómo se gestó tu participación en
el proyecto?
Dice Elo, mi mujer, (con buen criterio psicológico y estadístico)
que no sé decir que no. David Poves, un tipo fabuloso tremendamente dedicado a
esa lucha al que no conocía de nada, contactó con una amiga para proponerle el
proyecto del libro. Y esta amiga, conmigo. Me pareció estimulante escribir, no
solo para hacer disfrutar con una historia, sino para abanderar una lucha en la
que diversas formas de violencia hacen sufrir a chicos y chicas que no saben
cómo defenderse. Terminé involucrado en la coordinación, ilustraciones,
correcciones, etc. Me ha hecho muy feliz ser parte de este proyecto y notar
cómo la escritura puede tener también esa determinación por ayudar a la sociedad.
12.-
Para terminar, me gustaría que definieras una escena lo más cercana posible a
tu felicidad.
Por no enrollarme mucho, me remitiré a la pregunta 10, apartado
f).
A partir de cuando despierto.
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