Parquesvr me ha parecido una mezcla entre marcianada,
frescura, desinhibición y conceptualidad. Y es que yo siempre digo que la música
para mí es el 90 o el 95 % de las canciones, relegando a ese pequeño 5-10% a la
letra. Y sin embargo, un grupo como Parquesvr, que combina la importancia del
discurso, con la teatralidad, el absurdo y el rock basan su esencia, o sea,
radican su ser mismo, en las letras, llenas de autocrítica, cinismo, ironía y
desvergonzonería.
Tendría que decir que Parquesvr es casi
inclasificable, porque igual tiran de punk ochentero con baterías y guitarras destroyer
(a veces la forma de cantar me retrotrae a La Polla y grupos vascos de aquella
época), como de cumbia hiperbailable (e imposible de quitar de tu cabeza una
vez que la has escuchado), música pachanguera verbenera, electropop naif o ska.
La primera canción que he escuchado se titula Almodóvor –
Amenábor. Toda una declaración de principios. Un pastiche electropop con carga
generacional (para comprenderla bien hay que tener cierta edad…). Es pegadiza,
bailonga, divertida y optimista.
Su escucha me ha llevado directo a investigar quién son esta
gente, Parquesvr, un grupo formado en Leganés con músicos de otros
grupos y componentes de Parla y otras ciudades de Madrid. Y, por supuesto, a
escuchar su primer disco, publicado en 2019 titulado Talego Quini, compuesto
por 8 canciones sin desperdicio:
Los nombres, ambientada en el comienzo del procés.
Crítica, acidez pura y socarronería.
Tom Petty o la desaparición de los ídolos del siglo
XX
1992, de nuevo la carga generacional. Si tienes menos
de 40 no te enteras de qué va esta canción pero si los has superado, su mensaje
es brutal.
Conchi, su versión en youtube en directo mola.
Manuel Gavancha es una canción más plana
Ven conmigo (¡que te pires!), pues eso.
Puretrap. Me identifico, me
identifico. Me encantaría que me gustara el trap, pero que le vamos a hacer…
tengo una edad.
Lance Armstrong – Brutal, mezcla de punk, improvisación, mensaje y teatralidad. Un trallazo que va directo al cerebro y te lo destruye.
Y para terminar otra canción cargada de crítica (yo creo que
autocrítica): Pero… Con una letra brutal y música de cumbia que te mueve
a bailar sin parar.
La verdad es que este grupo ha sido todo un descubrimiento,
un shock para la curiosidad musical que me ha transportado a otras épocas y
escenarios, me ha hecho bailar, sonreír, me ha hecho identificarme, me ha
descolocado la cabeza y me ha dejado alucinado.
Alucinante es decir poco.
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