sábado, 22 de agosto de 2020

TERRA ALTA - mi crónica de lectura


Desde que descubrí a Javier Cercas con el libro Anatomía de un instante, una extraña mezcla entre ensayo y ficción contada desde un punto de vista muy personal y con una narración llena de aristas, me dije que había descubierto a un escritor diferente y singular.

Después llegaron Soldados de Salamina y El impostor (que cronifiqué en este mismo blog)


otro experimento de no ficción lleno de ficción y finalmente Las leyes de la frontera.


Así que cuando me enteré del #premioplaneta2019, otorgado a su novela Terra Alta pensé que esa imagen de singularidad y trayectoria alternativa se había roto para siempre. No es que quiera yo demonizar los Premios Planeta, ni mucho menos, pero uno escucha de todo en torno a ellos y siempre le queda la duda de hasta cuánto hay de ganado y hasta cuánto de programado por el marketing de las grandes editoriales.

Aun así, durante mi primera semana de vacaciones por tierras albaceteñas lo eché en mi maleta y me conjuré a espantar los espíritus negativos para adentrarme en las tierras de Gandesa y alrededores que también conozco.

Y la novela me sedujo desde el primer momento. Me llevó a ese lugar en el que un lector queda enganchado con una historia que va adelante y atrás, de la relación personal de su protagonista a la familiar pasando por la profesional y recorriendo los recovecos de los momentos oscuros que nadie querría recordar, la tristeza de las pérdidas y los retos que la vida le plantea a cada uno en el devenir de su camino.

Todos hemos leído muchas novelas policíacas en las que el principal investigador o policía tiene un pasado oscuro y vive un presente brillante, sin embargo la forma en que Javier Cercas imbrica la trayectoria de Melchor, con su pasado, con su presente y con el que podría ser su futuro es magistral.

Por supuesto, la intriga sobre el asesinato central de la novela está magníficamente diseñada, de modo que cuando parece que ya se ha resuelto y aún quedan casi cien páginas de novela, te preguntas por qué se desvela en ese momento y qué más puede ocurrir. Y la verdad es que no desmerece nada la última parte. Añade mayor intriga, congruencia y redondez a la historia.

La narración sobre la Terra Alta, las tierras de Gandesa y alrededores me han gustado especialmente por su singularidad, y porque no es habitual situar una novela en un lugar como ese. Buena elección, sin duda.

Hay en la novela una reflexión también acerca de la justicia, sobre si la justicia absoluta lo es realmente o no y me parece muy pertinente en estos tiempos que corren.

Rescato pues a Javier Cercas a ese olimpo de los escritores singulares en el que lo tenía, pues Terra Alta me ha parecido una novela digna de él, del momento que vivimos y, quizá, del Premio Planeta 2019.

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