Elvira Lindo nos traslada a una Nueva York de barrio, alejada de la magnificencia de los rascacielos, o el glamour de Broadway. Su estilo cercano nos hace avanzar en el libro sin apenas darnos cuenta, de Queens a Harlem pasando por todos los rincones en los que ella ha vivido "algo". NO vivir una vida sin más, sino vivir con poso, con recuerdos, con olores, sensaciones, sentimientos. Me hace mucha gracia que Antonio (Muñoz Molina) aparezca como un personaje secundario, dándole casi el mismo espacio que a su perra Lola. Destaco el descubrimiento de la guía llamada Fifty Places in New York to Find Peace and Quite, algo que sin duda tiene un valor de altura para cualquiera de nosotros que busquemos justamente eso, disfrutar del tiempo. Pensar en nada, abstraerse. Algo así tenía que darse en Nueva York, sin duda. Me ha gustado leer a Elvira (es el primer libro que me leo de ella). Me gusta quizá más escucharla y me divierte mucho verla actuar. Recomiendo esta lectura veraniega, fresca, ágil y sin "sesudismo".
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