Llevo muchos días leyendo noticias sobre el periplo de esta
joven activista sueca, sus arengas e interpelaciones a los líderes mundiales,
su expresiva y conmovedora intervención en la que casi se puso a llorar y les
acusó a ellos, de haberle robado sus sueños. Todo es muy cool, muy
enternecedor, muy guay y muy políticamente correcto, como mandan los cánones de
2019.
Pero claro, luego sigo leyendo artículos y cuando me sumerjo
en el mundo real la cosa cambia bastante. Para empezar, Greta “se ha cogido un
año sabático” de su escuela secundaria sueca, y ha viajado en velero hasta
Estados Unidos y luego en catamarán de vuelta a Portugal con su padre, los dos
dueños australianos del barco, y una navegante profesional británica, que,
entiendo, también se han tomado un buen tiempo “sabático” para poder
acompañarla. Todo ello muy normal y accesible, que se habrá sufragado por parte
de alguien, o de algún interés económico digo yo. ¿Sabemos de cuál? Y todo para
no viajar en avión porque su impacto ambiental contribuye a la destrucción del
planeta. Ha comentado también que después de tres semanas de estar aislada de
todo llegar a ver tierra ha sido abrumador… (no tengo palabras). Le podría
indicar yo unas cuantas situaciones que sí son abrumadoras del mundo real y no atisbar
la costa de su catamarán mega guay dirigido por una capitana profesional.
Y claro, nos debemos preguntar si Greta sabe cómo se habrán
fabricado esos barcos que ha utilizado, en qué países se habrán extraído sus
materias primas.Las fibras textiles que visten todos ellos ¿está segura de que
no se han producido en un país hiper contaminante como China o Bangladesh? Y los
pigmentos con los que se decoran los mismos barcos y telas, ¿tiene alguna idea
de cuánto contamina su producción?
Los coches eléctricos que la han conducido por Lisboa ¿se
han fabricado en condiciones no contaminantes también? O se han utilizado
metales de tierras raras, litio, etc, que se habrán obtenido en explotaciones
contaminantes indefectiblemente? ¿Sabe Greta la enorme especulación,
explotación y en ocasiones expolio, que genera la extracción del Litio en los
países donde existe? ¿La energía eléctrica con la que recargarán sus pilas de
litio es limpia? O se contamina quizá más para producirla, aunque luego se
venda como ecológica?
¿Todos los medios de comunicación, en papel y digitales, las
emisiones televisivas, las retransmisiones y los cientos de miles de dólares
empleados en darle voz provienen de actividades que en su totalidad no
contaminan en ninguno de sus orígenes?
La comida y bebida que han consumido durante sus 3 semanas
de periplo, ¿no contenían ningún plástico en sus envases? ¿En serio?
Y así una enorme lista de preguntas y reflexiones que nos llevan
a concluir que su voz, como dicen sus defensores, les representa y les
emociona, pero no deja de ser la voz de una niña pija respaldada por grandes
fortunas o por un interés mediático y económico claro.
En mi opinión, todos los flases que supuestamente ha
conseguido con su año sabático se desvanecen con una simple fábrica china que
siga produciendo en el interior de la China real, o con una siderúrgica fabricando
en condiciones infrahumanas y absolutamente contaminantes en Bangladesh o
cualquier otro país del sudeste asiático.
Afrontémoslo con realismo. Mientras las grandes potencias no
se comprometan con la reducción de emisiones (USA y CHINA), todo lo demás que
podamos hacer es una gota en un océano y se queda en el fru fru del capricho de
una niña bien.
Eso mismo pensé yo hace un par de días, y buscando en internet, curiosamente dí con este video. Nadie habla de Boyan Slat, de su compromiso por el medio ambiente, ni de sus logros. Como dice el video, hoy en día todos conocen a Greta, casi nadie a Boyan.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=aFBxPd6nTQ0
Muchas gracias. voy a mirarlo!
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