sábado, 28 de enero de 2023

El hombre que amaba a los perros - mi crónica de lectura

Leonardo Padura es un escritor del que siempre que he escuchado hablar a quienes le han leído lo hacían de forma elogiosa y llena de admiración. Así que cuando Mercedes Milá y Ana Belén en el programa Milá vs Milá comentaron que este era uno de sus libros de referencia básicos no me lo pensé dos veces y me lancé a por él.

La novela me atrapó desde el principio. Y es que toda la literatura, la política, la sociología que rodearon a la antigua Unión Soviética siempre me ha interesado mucho y en este caso una novela que cuenta la relación que mantuvieron Ramón Mercader y Liev Davidovich (Trotski) hasta que se convirtieron en verdugo y víctima respectivamente, narrada por un aspirante a escritor cubano en los años 70 me pareció de lo más sugerente.

En primer lugar por mi poco conocimiento del personaje de Trotski, su personalidad, su exilio y ataque por su oposición a la figura de Stalin. También por cómo el autor desmenuza lo que fue la evolución del sueño comunista que surgió tras la revolución de 1917, y la realidad en que se convirtió 10 años después, lo diferente que fue esa realidad frente a lo que se había soñado.

Este tipo de golpes de realidad siempre me ha parecido fascinantes. Cómo cambian las sociedades tras alcanzar un ideal por el que han luchado muchos años. Ha pasado en todo tipo de culturas y religiones. Pasó con Atatürk, tan denostado ahora en su propio país que ha traicionado por completo los principios de la república turca laica que él instauró, pasó con Adolfo Suárez, para el que sobran las palabras, y con tantos otros líderes políticos a quienes se ensalza cuando defienden un ideal utópico y que cuando, por azares de la fortuna y la lucha lo alcanzan, lo que les rodea acaba fagocitándolos y casi revolviéndose en contra de lo defendido.

Eso fue sin duda lo que sucedió en los primeros años de la Unión Soviética, una vez que el temido estalinismo se instaló en una sociedad que pasó a ser oprimida y masacrada sin conmiseración. Ni democracia, ni igualdad, ni política social. Todo supeditado al poder del todopoderoso partido comunista y justificado a cualquier precio, el precio de 20 millones de muertos.

Es muy interesante cómo Leonardo narra las sinergias y conexiones que había desde Moscú al partido comunista español y cómo éste era dirigido hasta los más mínimos detalles sobre cómo debían actuar, contra quién y cómo debían hacerlo.

La novela narra 3 espacios temporales distintos, el exilio de Trotski, primero a Turquía, único país que lo aceptó, después a Noruega y finalmente a México. Por otro lado, la realidad de Ramón Mercader y sus alter egos en la España de la guerra civil y finalmente la vida de Ivan, el aspirante a escritor cubano que conoce al hombre que amaba a los perros y que es quien le contará la verdadera historia y relación entre Ramón Mercader y Trostki.

Resulta especialmente lacerante el baño de realidad final, el saber que el sacrificio que hizo el español Ramón Mercader por un supuesto ideal, por la defensa de una ideología desde el más puro estado teórico, con el anhelo de convertirse a posteriori en héroe, terminó en 20 años de cárceles mexicanas y el abandono más pueril, a pesar de que en sus últimos años, y ya con Stalin bajo tierra, se le resarciera en algo su aportación al terror estalinista de otra época. O sea, utilizado, engañado y tirado a la basura como un elemento más de la represión que Stalin instauró en la URSS.

Es curioso, recuerdo cuando he terminado la lectura una anécdota (como él la llamaba) de mi agente comercial en Rusia y Bielorusia que me explicaba cuál era la fórmula de la felicidad para Stalin: Arrebatarte todo de forma absoluta (material y espiritual), reducirte a la nada y después, ir dándote gota a gota pequeñas cosas que te parecerían un tesoro. Pues eso fue el estalinismo, la alienación de sus ciudadanos y destrucción por completo de una sociedad.

El hombre que amaba a los perros es una gran novela. Es un testimonio valiente de los entresijos del poder que tuvo Moscú durante muchos años, de cómo las críticas internacionales durante décadas fueron dirigidas masivamente hacia Hitler cuando tendrían que haber tenido por igual a ambos demonios, responsables de igual número de muertes. Y de cómo la lucha por un ideal político teórico se da de bruces con la cruda realidad cuando aterriza en él para descubrir que está lejísimos de aquello que se defendía.

Una novela con la que aprender, disfrutar y afrontar la reescritura de la historia que tanto hemos escuchado.

jueves, 26 de enero de 2023

Jodidísimas - Una dramedia marbellí de María Dueñas

He llegado a esta escucha recomendada por mi mujer que la había escuchado en la plataforma AUDIBLE y he seguido la misma experiencia en mi trayecto de ida y vuelta en coche a HOBIGANJ, región norteña de Bangladesh muy cerca de la frontera con la India, zona productora de té, un trayecto de 10 horas (cinco de ida y cinco de vuelta) que me ha dado de sí para escucharla de principio a fin.

Aunque ya había utilizado anteriormente este tipo de formato audiolibro, es la primera vez que escucho uno con una mayor dramatización y con varios personajes y voces distintas. La verdad es que la experiencia es mucho más rica e interesante.

En esta ocasión, Jodidísimas, o una “dramedia marbellí” como su subtítulo indica tiene una trama de lo más original, basado en la situación de 5 personas con una vida realmente jodida a las que se les va la olla completamente con tal de sobrevivir y superar su situación.

Los personajes son muy carismáticos y alguno de ellos llega realmente al extremo de lo freak. Lo interesante del formato es que no se trata de un audiolibro de una novela escrita sino que la obra en sí misma ya fue escrita por su autora, María Dueñas, como una ficción sonora, o sea con la ambición de ir directamente a este tipo de formato mucho más cercano a la radionovela de los años 60 y 70 que tanto entretenía en la radio en aquella época.

Todo el escenario es plenamente creíble, la urbanización de lujo en vías de próximo desahucio, el magnate ruso presuntamente corrupto y sus novias de catálogo, los “autóctonos” de la zona y sus acentos. Todo en forma de amalgama imposible y a la vez creíble y divertida.

Ha sido una experiencia interesante. Los actores y actrices que han participado están muy bien y ha sido un acierto escogerlos porque sus voces (elemento más importante en estos formatos) son rápidamente reconocibles: Lolita, Cayetana Guillén Cuervo, Alberto Amman o Mariola Fuertes, entre los más conocidos sin desmerecer al resto del elenco, menos conocido pero igual de brillante.

Pues eso, la radionovela del siglo XXI es lo que ahora se denomina ficción dramática en audiolibro. Un acierto para los viajeros. La recomiendo.

jueves, 19 de enero de 2023

SOMNI DE LÍNIES - La eclosión geométrica en España (1954-1985)

Para alguien como yo que es un fanático del arte abstracto geométrico (arte concreto), descubrir por casualidad que hay una exposición del mismo en tu ciudad es toda una alegría. Gracias, Carmen Hernández por avisarme. Ayer visité Somni de Línies: L’eclosió geométrica Espanya (1954-1985), ubicada en el espacio cultural de la UJI El Menador.

Tenía muchas ganas de verla porque como digo la geometría, la simetría y el arte contemporáneo en general pero en particular en geométrico son mi pasión. La exposición es pequeña, tan solo una sala con 60 obras, pero no decepciona.

Pueden encontrarse muchas técnicas, todas ellas orbitando en torno a la línea como concepto creativo: Serigrafía, óleo, acrílico, vidrio, arena, y cartón. En algunos casos, con técnicas combinadas que ofrecen volúmenes y texturas mixtos con precisión geométrica y simetría en ocasiones interminable. Es lo que tiene repetir patrones con una cadencia, que puede convertir un simple cuadrado rojo en una obra maestra.

La exposición me pareció de lo más interesante. Destaco alguna de las obras que más me gustaron:

ARTUR AGUILAR – Quadriculat – serie pinzellaes (acuarela y papel)

ELENA ANSIS – Sin título (tinta y papel)

WALDO BALART – Serie estructura de la luz (acuarela en cartulina)

MANUEL BARBADILLO – Serie composiciones modulares

JULIÁN CASADO – Conjunción alquímica

JOSÉ MARÍA IGLESIAS – Elucidación geométrica

JOSÉ MARÍA DE LARRA – Espejo I

JORDI PERICOT – Coordenadas progresivas en espacio 92

Una magnífica experiencia, con una fantástica guía editada en forma de libro con reproducciones de las obras y explicación histórica del movimiento artístico, muy bien elaborados. Un espacio estupendo para una exposición como esta que disfruté durante casi una hora. Hora durante la que solo vino otra persona a visitarla.

Y termino mi post con esta pregunta o reflexión que me hago. Si a mí, que me encanta el arte contemporáneo y que estoy muy interesado en él, me ha costado descubrir que esta exposición estaba abierta, ¿cuánto le costará al público en general? ¿Hay poca promoción de la cultura? ¿Somos nosotros, el público, los que tenemos poco interés?

Desde aquí os animo a visitarla. Es una experiencia muy interesante y una actividad para cualquier tarde que os encontréis por el centro de Castellón.









martes, 17 de enero de 2023

Un mar de paciencia

Sí, un mar de paciencia, por no decir un océano es lo que tuviste conmigo. Desde pequeño, desde el mismo momento del nacimiento, en que la vida se me escapó antes de llegar a mí cuando salí de tu vientre, y a la que me aferré después de la reanimación. Paciencia con mi nula capacidad para comer…¡cuántas veces nos contaste que las dos horas que había en el colegio entre la sesión de mañana y la de tarde te las pasabas detrás de mí por todo el corral con una cucharada para que comiera cuatro bocados y no me fuera con el estómago vacío al colegio, que es lo que yo realmente quería. Paciencia con mi obsesión por estudiar y leer y por aislarme de mis compañeros… ¡siempre nos contabas que me despachabas y me “echabas a la calle” y me escondías el libro que tuviera entre manos! Y no digamos nada de mi introversión, de mi timidez, mi pubertad llena de complejos y mi salida de casa tan pronto, a los 14 para ir a estudiar a ese colegio en el que viví interno cuatro años. Nunca lo hablé contigo o con el papa, pero debió ser duro despediros de mi y de nuestra vida cotidiana. Ahora lo pienso, cuando voy a vivir lo mismo, salvando todas las diferencias de época y la interconexión que nos permite la tecnología actualmente, y no imagino lo que debió ser. Siempre vuestro sacrificio por que viniera algo mejor. Siempre pensando en nosotros.

Un mar de paciencia, como digo, con mi actitud adolescente, desprendida y fría, cuando me creía que era lo más moderno entre lo moderno y lo que molaba era ser independiente. Independiente dependiendo de tantas cosas que no veía en aquel momento, y de las que ahora soy consciente.

Un mar de paciencia con todos los cuidados, las curas, los momentos de enfermedad, a la que tanto era yo asiduo de pequeño ¡y tan mal enfermo! Una super paciencia en la época en que tuve dolores de cabeza interminables, meses de pruebas médicas, chequeos, consultas a las que siempre me acompañabas con una sonrisa y que terminaron en la nada. En que no tenía nada. Ninguna enfermedad. Ahí asumí y catalicé mi hipocondría pero tu paciencia fue tal que no hubo ni siquiera un reproche, ni una mala cara. Recuerdo ahora la noche que tuve que estar sin dormir para hacerme un electro a la mañana siguiente, de manera que el cerebro estuviera exhausto para ver si se podía descubrir alguna dolencia. Recuerdo cómo me hablabas para que no me quedara dormido, cómo te esforzabas por que se me hiciera más corto y cómo me despertabas cuando íbamos en el autobús al hospital a hacer el electroencefalograma.

Recuerdo tu paciencia. La admiro. Porque fue infinita siempre. También cuando me convertí en adulto y no siempre mis contestaciones fueron las más amables. Y a pesar de todo tu siempre estabas dispuesta a conciliar y a subir el ánimo.

Muchas veces pienso que me hubiera gustado conocerte cuando eras joven, antes de casarte. Poder visualizar como en una película cómo era tu infancia, si eras feliz, tú que no pudiste conocer a tu madre, qué te gustaba hacer o cuál era tu comida favorita. Siempre me decías que de muy pequeña corrías más que los chicos, que nunca te ganaban. Y muchas más cosas que me hubiera gustado saber. Supongo que es algo que me contarás cuando nos encontremos en esa idea del más allá a la que me empeño en aferrarme que exista, porque si existe, seguramente tú estás allí y en algún momento volveremos a sentarnos y a charlar.

Allá donde estés estarás celebrando tu día, hoy diecisiete de enero, tu 82 cumpleaños nada menos. Yo aquí, en el finito plano de la realidad y en mi soledad de hotel lo celebro por ti, por tu inmensa paciencia y por tu ejemplo al que espero algún día llegar.

¡Feliz cumpleaños!

jueves, 12 de enero de 2023

LA TELARAÑA - Novelización de la obra teatral de Agatha Christie

Siempre he sido un fan incondicional de las novelas de Agatha Christie y en especial de la serie de Hércules Poirot. Mi infancia y adolescencia estuvo llena de esas lecturas que me permitían evadirme y entrar en un mundo propio.

Lo que nunca había experimentado es la lectura de una novelización de una obra de teatro. O sea, convertir en narración lo que un script teatral transmite. Y esto es lo que he podido disfrutar con esta adaptación de Charles Osborne, experto en la obra de Agatha Christie y La telaraña.

La obra plantea un escenario casi imposible, en una casa tradicional en la que hay una habitación secreta, oculta a los ojos del visitante. La forma en que el misterio se desentraña es magistral, como siempre en las novelas de Agatha y que Charles ha sabido adaptar de forma fiel.

Es ese espíritu de misterio cotidiano, en el que lo que parece que debería ser no es y lo que evidentemente es parecería imposible de ser lo que transmite la magia de la narrativa de Agatha Christie.

Es también muy interesante y me atrevería a decir que inquietante que cuando, en los primeros años 20 Agatha hizo las primeras adaptaciones teatrales de sus novelas para los escenarios de Londres, el personaje de Poirot era eliminado inmisericordemente. Lo hizo una y otra vez, algo incomprensible porque creo que él funciona muy bien como pivote en la narración. Sin embargo por algún motivo a ella no le parecía lo mismo por lo que fue casi imposible encontrar a Poirot en los escenarios. Su primer estreno teatral sucedió en 1928, una adaptación de Michael Morton de su primera novela, y para mí la mejor de todas: El asesinato de Rogelio Acroyd.

¡Lo que daría yo por poder viajar a aquel momento en el Londres de principio de siglo y disfrutar de la obra en directo!

Lo que me queda claro es que tanto la novelización de obras de teatro como la teatralización de novelas es una labor compleja pero plenamente satisfactoria cuando el sustrato del que se parte es una obra maestra como cualquiera de las escritas por Agatha Christie.

martes, 10 de enero de 2023

MALDITOS ESCRITORES - capítulo 0

 

LA NOCHE DE SAN JUAN

—Pero ¿qué has hecho? ¿Por qué? ¿Por qué?

Y entonces un grito desgarrador rompió el equilibrio silencioso de la montaña en aquella noche de San Juan, en la casa de oración que el convento Carmelitano del Desierto de las Palmas ofrecía en aquel entorno de paz y tranquilidad donde ellas habían decidido pasarla.

Un cuerpo semidesnudo yacía sin vida mirando a la luna, apoyado en el muro que separaba la vivienda del descenso de la montaña y lo convertía en un mirador singular, rodeado de espiritualidad.

Aún no había amanecido y la cabeza caía hacia atrás del muro, pero Carla supo de inmediato que se trataba de Miranda, pues llevaba la camiseta de Bowie que ella le había regalado por San Valentín el año anterior.

Intentó correr hacia ella, pero sus piernas le fallaron. Cayó de bruces sobre el cemento del rellano y, en un segundo, se había dado con la boca en el suelo. Comenzó a sangrar y tuvo un mareo que la impulsó a vomitar. Consciente de que algo malo le había pasado a Miranda no pudo aguantar el llanto que brotó y se mezcló con la saliva que todavía babeaba de su boca tras el vómito y se sintió morir.

Se dio un instante para expulsar su desazón y finalmente recuperó la fuerza para ponerse en pie y acercarse al cuerpo de Miranda.

Y cuando la observó de cerca gritó como si su alma hubiese alcanzado el purgatorio. La noche se tornó terrorífica y más fría. Se maldijo por no haber podido evitar aquel suicidio y por no haber insistido lo suficiente en sus conversaciones de los últimos días con ella, por no haberla apoyado, quizá, lo suficiente, cuando las críticas habían sido demoledoras desde todos los medios de comunicación, cuando las redes sociales se habían cebado con su amor.

Tantas veces lo intentó y no supo ni qué decirle ni cómo actuar para que Miranda no se sintiese tan presionada… Y entonces la encontraba allí, bajo la luz de la luna, fría y sin vida, en un escenario de tristeza y desolación. Carla entendió en ese instante por qué su amor había insistido tanto en que pasasen el fin de semana de San Juan en lo alto de aquella montaña. Al principio a ella no le apetecía demasiado pero finalmente comprendió que lo que necesitaba Miranda era un poco de retiro, desaparecer del mundo mediático unos días hasta que el fuego se calmase un poco y aceptó su propuesta.

Cuando se hubo repuesto de la impresión que le causó ver su cuerpo sin vida, se acercó para levantarla y abrazarla, y entonces el grito fue todavía más demoledor. Miranda tenía un cuchillo clavado en el cuello que le había producido un desgarro y por el que se había desangrado. Le puso los dedos en la yugular y comprobó que su corazón ya no latía y que su alma había comenzado el tránsito hacia la luna, que las miraba como un testigo mudo de lo que había sucedido y del amor incondicional entre ambas.

Carla no se atrevió a tocar el cuchillo. Acunó el cuerpo de Miranda entre sollozos y no pudo parar de gritar.

—¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?


domingo, 8 de enero de 2023

La estrategia del agua - Mi crónica de lectura

Siempre que leo en algún periódico alguna mención a algo que a veces se denomina “literatura femenina” o “literatura hecha por mujeres”, me quedo con la sensación de que no sé muy bien qué se quiere decir. O sea, para mí la literatura lo es por sí misma, independientemente de quien sea su autor o autora. Pues bien, tras terminar de leer la novela La estrategia del gua, de Lorenzo Silva (mi primera lectura de este autor) creo poder entender algo más lo que puede significar por antonomasia a esta novela, que yo calificaría de “literatura hecha por hombres” si algo así existiera en algún sentido.

Y es que la lectura de La estrategia del agua comenzó para mí dejándome algo perdido. Por momentos estupefacto, en otros sin creer que estaba leyendo lo que realmente leía, para poco a poco fluir la trama y sus personajes y convertirse en una lectura muy interesante y terminar con un buen sabor de boca, de haber leído una novela bien construida, con una buena historia y un final redondo.

Todo esto lo he ido pensando seguramente desde el prejuicio que todos tenemos en cuanto se menciona el tema (políticamente incorrecto) de las denuncias falsas de mujeres, tema en el que se sustenta esta novela. Es obvio que encierra cierto tabú y que es un tema que no se trata abiertamente. Y es obvio también que la existencia de algún caso no enmascara en absoluto la tragedia que supone la violencia de género y las decenas de casos de maltrato a mujeres.

Quitándonos todos los prejuicios y militando en la lucha por la erradicación de la violencia machista como el que más finalmente pude adentrarme en esta novela que plantea unos protagonistas muy claros y muy bien construidos. Eso siempre estructura muy bien una historia y, si la abrazas con una trama compleja de corrupción, de cierto misterio y de investigación policial muy bien planteada, desvelando lo justo a medida que avanza la misma, el resultado es más que admirable. Muy interesante la relación de jerarquías entre personajes y las relaciones con claroscuros entre los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.

Así pues, he tenido una iniciación con Lorenzo Silva atípica. Tenía curiosidad por saber cómo escribía y quizá esta novela no es su novela más representativa. Creo que tendré que leer alguna más de la saga de esta pareja, Vila y Chamorro para hacerme una mejor idea, pero sin duda, recomiendo que la leáis con la mente abierta, con la ponderación adecuada y sobre todo teniendo claro que es una historia de ficción.

jueves, 5 de enero de 2023

Descubrimiento musical de enero-2023: Gato Barbieri

Gato Barbieri en Montreaux 1971

En mi búsqueda musical permanente, he comenzado el año con un encuentro espectacular. Una mezcla de clasicismo, innovación, fusión y perfección jazzística que me ha transportado de Buenos aires a Nueva York. Ha sido el músico Leandro Barbieri (Gato Barbieri, como se le ha conocido artísticamente) y de la mano de una canción que me tiene atrapado, Fireflies.

Una vez recibido el chute inicial de jazz que me ha dejado impactado, he investigado más en su vida y en su obra y he podido ya degustar alguno de sus discos, de una carrera abultada. Se le considera uno de los mejores saxofonistas latinoamericanos de la historia.

Enseguida comenzó a tocar el saxo alto (el mismo que yo aprendí a tocar cuando fui adolescente) y destacó enseguida en la orquesta de Lalo Schifrin. Con el tiempo comenzó a tocar también el saxo tenor y se unió a Don Cherry en París donde comenzó a experimentar con la vanguardia y la fusión jazzística. Alguna de sus mayores influencias fueron John Coltrane o Pharoah Sanders o Santana.

Y es en los 70 cuando comienza a fusionar ritmos latinos con el jazz: texturas brasileñas, música cubana y argentina, consiguiendo un gran prestigio por su originalidad y calidad musical. Y entonces le llegó el gran éxito comercial, un tema suyo incluido en la banda sonora de la película El último tango en París que lo catapultó a la fama y le llevó a fusionar también el jazz con el rock durante los años ochenta.

Ha publicado más de 25 discos, el último de ellos en 2010 con el título New York Meeting. De los que ya he podido escuchar, el que más me ha gustado es Caliente!, publicado en 1976. Lo recomiendo. Es fantástico, te circunda, te sumerge en esa melodía sosegada que acompaña el saxo y te hace sentir muy bien. Es medicina para el alma.

martes, 3 de enero de 2023

Plátanos, cacahuetes y lo que el viento se llevó

 

Mucho se ha hablado y escrito sobre Lo que el viento se llevó, la tan afamada y nominada como “mejor película de la historia”. Sin embargo, es cierto, como indica la guía teatral de esta función que, en su momento, durante la elaboración del guion y preparación del rodaje, sus creadores no tenían nada claro que esto fuera a ser así y la incertidumbre, la necesidad de crear una historia épica les hizo estirar su creatividad hasta límites insospechados, con la espada de Damocles encima de la posible ruina económica.

Es lo que se cuenta en esta función protagonizada por cuatro actores que se comen el escenario, sin descanso, sin pausas ni intermezzos durante hora y media que pasa inadvertida.

Plátanos, cacahuetes y lo que el viento se llevó es la adaptación al castellano de la obra original Moonlight and Magnolias, de Ron Hutchinson, que ha dirigido José Troncoso y para cuyo papel principal, el del productor de Hollywood, el judío David O. Selznick, ha elegido al inefable Gonzalo de Castro, un actor de cierto histrionismo, al que conocemos por tantas series de televisión desde aquella mítica “7 vidas”, histrionismo que le va muy bien al personaje. La verdad es que Gonzalo pilota y conduce una función en la que apenas calla, gesticula, grita, interpela y seduce desde el primer momento. Tan bien como él están los otros 3 actores: Pedro Mari Sánchez que hace del guionista (periodistucho, como se le denomina) Ben Hecht, José Bustos, que interpreta al director Victor Fleming, a quien Selznik eligió tras despedir a Cukor, y Carmen Barrantes, como la secretaria Srta. Poppenghul, en un papel menor pero no menos importante.

La hora y media pasa sin darse uno cuenta porque la historia cuenta muchas cosas del interior del rodaje que desconocemos. La “técnica” de actuación entre el productor y el director para que así, el guionista, pudiese visualizar las escenas y escribirlas. Las dudas y debate surgidos en torno a temas como la esclavitud, el racismo, la igualdad, lo que se podía o no permitir en Hollywood en los años 30. Da para todo un ensayo y es sumamente interesante. También lo que se narra sobre la elección de los actores, la decisión sobre las míticas frases que se han convertido en virales o la famosa mítica y controvertida frase final de Clark Gable seleccionando la palabra “francamente” y la que dijo Vivien Leigh como final de los finales.

Ha sido esta una función muy interesante desde todos los puntos de vista. Los actores están francamente bien. El ritmo narrativo no baja en ningún momento. Las pausas y silencios que se marcan (al menos dos destacados) son sumamente impactantes y todavía atrapan más. Curioso que ya se tuviese claro que el verdadero censor, el que decide y maneja el futuro de una obra es el espectador. Sí, por encima de marketings, campañas, inversiones y lobbies.

Una recomendación para este comienzo de año que os va a encantar, si tenéis la oportunidad. ¡No os la perdáis!