Hacía ya unos cuantos años que no volvía a caer por mis
manos una novela suya y en esta ocasión ha sido SIGNOS VITALES, una novela de
1991 en la que se puede intuir muy bien el tiempo en el que fue escrita por la
forma en que se habla y transita por el sudeste asiático.
La historia tiene todos los elementos clásicos de las
novelas de Cook, en el sentido de que hay una investigación que parte de la
casualidad, en torno a los tratamientos de fertilización in vitro que su
protagonista, Marissa, está recibiendo en una afamada clínica estadounidense. La
frustración que sufre al no conseguir un embarazo, las dificultades que por
ello surgen en su matrimonio y la unión con su amiga Wendy, que se encuentra en
idénticas circunstancias, la llevarán a hacerse preguntas incómodas y
aparentemente sin respuesta.
La historia ahonda de esa forma magistral que tiene Robin
Cook en la parte científica, los tratamientos y sus consecuencias, las técnicas
y adelantos, pero de repente la trama toma un giro inesperado. Diría que
sumamente inesperado y la novela cambia por completo. Parece otra novela, de
género muy distinto, más policíaca y con mucha más intriga y peligro.
El final es también muy Cook, aunque en esta novela en concreto
lo encuentro un poco acelerado, como si hubiese tenido que cerrar la historia
con la resolución de toda la investigación en pocas páginas.
Aun así, la he disfrutado como hacía a mis veinte, con la
dosis precisa de investigación criminal, misterio científico y cotidianidad
norteamericana.
La recomiendo, sin duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aguardo tus comentarios: