martes, 27 de diciembre de 2022

Investigación a Deutsche Bank y Rabobank

Cuando comencé a escribir mi segunda novela, Gracias por mirarme a los ojos cuando me hablas, centrada en la crisis hipotecaria y bancaria de 2008 surgida tras la caída del banco estadounidense de inversión Lehman Brothers, había leído al menos cinco libros sobre el tema, visto muchas horas de información, desde puntos de vista contrapuestos y hasta había mirado alguna película. 

Mi conclusión cuando terminé el proceso de documentación fue que la crisis de 2008 fue calculada al milímetro por ciertos “poderes fácticos” en connivencia con las agencias de clasificación de rating para que sucediera de la forma en que ocurrió. O sea, fue una crisis artificial y creada de forma premeditada.

El mes pasado saltó a la prensa la siguiente noticia en relación con la investigación de la Unión Europea sobre dos grandes bancos, Deutsche Bank y Rabo Bank que, presuntamente, pactaron para distorsionar la competencia al comercializar deuda soberana de países, sobre todo de España entre 2005 y 2016, o sea, en pleno boom de la crisis. Considera la UE que los dos bancos intercambiaron información confidencial y coordinaron sus estrategias de fijación de precios en el mercado de deuda secundaria.

Hoy, al preparar este post, me ha costado un rato encontrar titulares en periódicos de renombre, de esta noticia. Realmente ha sido una noticia que ha pasado muy desapercibida estos días y a la que no se le ha dado, creo yo, suficiente foco. ¿Acaso no interesa conocer cómo una vez más la gran banca nos ha manipulado y ha jugado con nuestros intereses económicos? ¿Quién presiona y desde donde para que no se dé más cancha a esta noticia? ¿Por qué se quiere ocultar? Es increíble que la investigación de una práctica perversa sucedida durante un período tan duro como fue la crisis de 2008 haya involucrado al menos a 8 bancos y que sin embargo haya tenido tan poca repercusión.

Es evidente que los verdaderos poderes de la sociedad moderna no son los políticos, sino los grandes poderes fácticos como la banca. Veremos si esta investigación encuentra culpables, los juzga y pagan por ellos. YO apuesto desde ya a que tal cosa no sucederá y a que, en el hipotético caso de que ocurriese a una escala infinitamente menor de la que tendría que darse, el ciudadano de a pie ni se enterará. Es triste, ¿no os parece?

Noticia en Cinco Días
Noticia en El País
Noticia en El Diario.es
Noticia en La Razón

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