Cuando la pena golpea, cuando la desesperanza es superior a cualquier estado de ánimo y el vacío, el hueco que deja una pérdida es irreparable, la música es casi la única disciplina que puede atenuar mi tristeza.
Es lo que me ha sucedido este mes de julio. Y buscando ese
consuelo musical, en los momentos de mayor angustia, encontré a esta artista, Isla
Bonner, sobre quien apenas he encontrado más información que sus dos únicos
singles publicados que me han bastado para convertirla en el descubrimiento
musical de este fatídico mes de julio.
Bossa fusionada con electrónica y melodías de lounge de
sobremesa. Una delicia para calmar el dolor y ayudar a la reflexión y a la
aceptación de la muerte.
Más de 28000 oyentes y cuatro millones de reproducciones
hablan muy bien de este proyecto musical desconocido que, por ello mismo, aún
me parece más interesante, con solo dos singles publicados en 2017: Bellevue y
Elevated, con melodías de saxo que recuerdan a The blow Monkeys en algunos
momentos.
Tranquilidad, cura y reparación a partes iguales. Las
escucho en bucle y eso me calma.
Para vuestros momentos de mayor intimidad y relajación.
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