Y entonces decidí comprarlo en inglés y leerlo en su versión
original. La tarea resultó más que ardua. Ya me había avisado Mabel que ella
tuvo que leerlo como una lectura obligatoria en una de las asignaturas de
filología inglesa en la facultad. Y ¡vaya que si tenía razón! Muy muy complejo
el idioma utilizado, las formas localistas, construcciones coloquiales y slang cubren
la novela haciéndola, en algunos capítulos inentendible para mí. Me resultó muy
difícil la lectura aunque el tema de fondo, la inadaptación de un joven de
clase obrera a las normas que la burguesía británica de la época le quiso
imponer me resultaba muy atrayente.
Finalmente pude completar la lectura pero, por haberla hecho
en versión original, cercenando una buena parte de su mensaje, me quedé frío.
Ahora he podido mirar la película que se hizo en 1962 y
entonces he completado esa parte que quedó huérfana de mi falta de bilingüismo,
y puedo decir que la película es tan o más deprimente que la novela. Tiene un
halo gris y apático que refleja muy bien su actor con los gestos que ofrece a
cámara y con su gesticulación corporal.
La versión original de la película es tan complicada como la
lectura. Los actores utilizan el mismo lenguaje lleno de acentos, giros y
expresiones típicas de Nottinham, muy alejados del inglés estándar que
estudiamos los que lo aprendemos de adultos, pero la he podido visualizar dos
veces, una en versión original y otra doblada, que me ha permitido completar mi
opinión sobre la historia que cuenta.
Para los valientes, los que deseéis un reto y busquéis algo
distinto y complejo, aquí tenéis: THE LONELINESS OF THE LONG DISTANCE RUNNER,
una novela con un título brutal que encierra una historia deprimente y
costumbrista de un momento de la sociedad en que fue escrita.
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