Fue uno de mis dos regalos del día del libro y ahora que la
he terminado me apena dejar atrás esa relación tan convulsa entre Manu y Sofi,
una pareja que vive una montaña rusa de sentimientos, descarnados e imposibles.
Para mí las vidas de Manu y Sofí son como dos vías de tren, que
se van acercando en determinados momentos hasta que se fusionan en una única
pero luego se separan y transcurren a cientos de kilómetros sin poder volver a
unirse. Y así circulan kilómetros y kilómetros, confluyendo y divergiendo, como
sus vidas, como sus sentimientos.
Más allá de toda razón ha sido mi apuesta por la
lectura de una gran novela de literatura romántica, algo a lo que habitualmente
no entrego mi tiempo. Mucho se ha dicho y criticado sobre este género que es,
sin embargo, el gran triunfador en las ferias del libro con cientos de miles de
lectores y lectoras tanto en papel como en digital.
El arranque de la novela es el gran éxito de ella, en mi
opinión. Toda la primera parte la leí de un tirón, enganchado al proceso de
conquista, al flirteo, al querer y no poder, al dejarse, al sucumbir. Es una
parte preciosa, romántica en estado puro, excitante y hasta diría que
afrodisíaca. Su lectura te enamora de Manu y Sofi. Te hace querer ser el
tercero en un trío imaginario con ellos, con su perfecto enamoramiento y su
excitante sexo.
Pero como nada dura eternamente llega la segunda y
posteriores partes, y ahí la vida comienza a ser eso: la vida misma, la vida
real. Y esa magnificencia que habían alcanzado se ve socavada por las
relaciones de personas tóxicas a su alrededor, por el destino, los
malentendidos, el orgullo y cómo no, los celos.
Hay en esta novela sufrimiento, pasión, cotidianidad,
comprensión, sexo en estado puro, perdón y en ciertos momentos hasta sumisión.
Sentimientos que determinan las decisiones que sus protagonistas toman en cada
momento, por irracionales que puedan parecer. Y eso nos lleva a su título: Más
allá de toda razón, una magnífica elección que refleja la esencia de
todo lo que viven Manu y Sofi puesto que sus comportamientos parecen manejados
por las pasiones alejándose en muchos momentos de lo que la razón les debiera
dictar. Es una síntesis perfecta de las casi seiscientas páginas que Nieves ha
escrito con oficio, con entrega al lector y con dificultad, intuyo, ante el
laberinto de pasiones, amores y desencuentros que esta pareja, de la que ya me
he hecho compañero virtual, vive durante toda la novela.
Una buena recomendación, su lectura. Os dará sosiego, pero
también fuertes emociones, tristeza, conseguirá derramar vuestras lágrimas, os hará
sonreír, os excitará y os indignará. Todo eso consigue Nieves con esta
magnífica novela que no podéis dejar de leer.
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