Sergi Cambrils es
un ESCRITOR SINGULAR.
Lo conocí en una de las
últimas Microquedadas relatistas, eventos en los que
escritor@s de relatos y microrrelatos (y también algun@s de novela) nos
juntamos para compartir experiencias y socializar alrededor del mundo de la
creación literaria.
Sergi
Cambrils aúna en su actividad creativa el dibujo y la literatura, dos artes cuya
fusión origina un nuevo género en mi opinión, más redondo, más completo porque aquellos
rincones donde no llega la literatura es justamente donde brilla la creación
artística de Sergi. Su yuxtaposición multiplica de forma exponencial la calidad
de los relatos y ofrece un doble interés para el lector y observador.
Curtido
ya en el mundo del relato y del microrrelato, Sergi ha publicado sus textos en
numerosos recopilatorios conjuntos y ha editado cinco libros propios del mismo
género, el último de los cuales, titulado Esos dichosos dichos, es una verdadera obra de
arte, en la que Sergi dota de imagen a expresiones populares que todos
conocemos, en una simbiosis perfecta y bellísima.
Es
difícil decidir si decantarse más por el Sergi escritor o por el artista, yo
diría que, de forma algo egoísta, los quiero a los dos, quizá porque el uno sin
el otro quedarían parcialmente huérfanos en sus obras.
Sergi
escribe también un blog que os animo a seguir: http://microsergirelatos.blogspot.com/
donde podréis descubrir sus relatos, surcados por el lado espiritual e introspectivo
del ser humano, un caldo de cultivo, sin duda, de enorme interés para la
creación literaria.
En esta ocasión y a partir de la frase que le planteé, Sergi
ha construido un relato sorprendente, diría que con un final ácido que os va a
dejar sentados. Leedlo. No os defraudará.
LA COSA DEL PANTANO
Y
llegó al final del camino. Allí no había nada. Solo una gran charca, una superficie densa semejante a la granulosa
piel de los sapos. Flotaban pequeñas masas de porquería y grumos oscuros de
suciedad que permitían descansar a las alimañas que sobrevolaban la zona.
Aquella costra mórbida tenía unos límites indefinidos y se abría ante el
chiquillo como una pista mantecosa y brillante, parecida al légamo de una
ciénaga o el fango acumulado de las arenas movedizas. El jovencito de apenas
siete años, y pocos kilos de peso, deseaba introducirse en esa pegajosa
confitura para libar su néctar y deleitarse de su untuosidad; desplazarse como
un gusano y revolcarse sobre las apelmazadas excrecencias del aspecto de un
chocolate a la taza.
Todo iría
mejor si las madres no nos quitaran el ojo de encima.
ENTREVISTA SINGULAR
1.- ¿Cuál es el principal motivo que te empuja a
escribir?
La
creatividad y la imaginación. Disfruto inventando. Soy una persona creativa y
necesito sentir que algo nace de mí. Diría que con la imaginación todo trasciende
a un estado puro y esperanzador y se hace frente a las mezquindades humanas.
¿Recuerdas cuál fue la primera vez que comenzaste
algún texto?
Escribo
con la conciencia de escritor desde el año 2012. Mi primer texto fue una
aproximación al microrrelato. Fue una especie de reflexión sobre el malestar
que provocan los pensamientos tóxicos. Cinco líneas que no tenían nada que ver
con este género, pero me ayudaron a redirigir mi malsana actividad mental y a
sentirme mejor.
¿Lo guardas todavía? ¿Te atreverías a publicarlo a
modo de relato?
Claro
que lo guardo, forma parte de mi aprendizaje. De hecho, seleccionaron el texto
para formar parte de una de esas publicaciones corales donde tropecientos
autores –la mayoría ingenuos que caemos en las redes de nuestra propia vanidad–
compran el libro para verse en una publicación. Era tan malo el texto como la
publicación.
2.- Imagina que
tuvieras la posibilidad de publicar un libro con una editorial de tirada
nacional y tuvieses libertad para elegir el género y la temática. ¿Cuáles
serían y por qué?
El
microrrelato es el género con el que más he desarrollado mi escritura y el que
más me ha ayudado a avanzar en esta práctica. También he escrito algunos
cuentos largos que no he sacado a la luz. Y, desde hace un tiempo, estoy
escribiendo una novela. Me interesa la
autoficción. Sacar de mí a los posibles personajes; observarme con un interés
narrativo y recurrir a mi experiencia como fuente de documentación.
En
cuanto a la temática me gusta la psicología humana y sus particularidades, el
lado emocional e introspectivo del individuo, la espiritualidad y el vacío que
padece el hombre contemporáneo. Creo que esa idea siempre está en mis textos.
3.- Te pido que seas
tu crítico/a más duro/a. Dinos qué se te da peor a la hora de escribir y cómo
intentas resolverlo.
Lo
que no controlo mucho es cuando un texto se deshincha y pierde la tensión que
el lector necesita para avanzar en la historia. Creo que la mejor manera de
resolver eso es que te lo digan los demás. «Oye, has empezado muy bien pero a
partir de la página quince has perdido fuelle».
4.- ¿Cómo
sería tu presentación ideal de un libro? Quiero decir, qué elementos tendría
que tener para que resultase interesante, amena y entretenida.
La
presentación no tendría que ser nada pomposa ni impostada. La naturalidad y el
humor son básicos. Del libro debería hablarse de manera indirecta. No aburrir
demasiado explicando su contenido. Ya lo leerán. Lo importante es que el
público sienta la pasión que nos mueve a hacer lo que hacemos. Debería ser algo
parecido a una charla entre amigos en un lugar entrañable, donde, tanto los que
hablan como los que escuchan, pudieran tomar unos refrigerios y unas tapitas.
5.- Hoy en día el
número de publicaciones es enorme. Tanto digital como en papel, resulta muy
difícil elegir qué leer ya que normalmente nuestro tiempo de lectura es
limitado. En tu caso, ¿cuál es el criterio que sigues para la elección de una
próxima lectura?
Puedo
llegar de varias maneras. Me gusta leer reseñas de libros en blogs y en
suplementos de prensa que dedican una
sección a las novedades literarias. Escucho podcasts y sigo las recomendaciones
que algunos amigos dan por el Facebook.
6.- Vivimos en el mundo de la hiper conexión.
¿Utilizas las redes sociales? Cuáles son las que te parecen más interesantes y
por qué.
Soy
bastante activo en Facebook. Solo utilizo esta red social.
Participar
en este tipo de redes es lo más parecido a publicar y que te lean. Ahí expongo mis dibujos y publico mis microrrelatos.
Es una herramienta muy visual que juega con la inmediatez y lo breve. He
conectado con un sistema de «marketing» que me ayuda a vender mis publicaciones
–mi libro de microrrelatos, Tropecientas trompas, y un álbum ilustrado, Esos
dichosos dichos–. Dedico parte de mi tiempo en hacer dedicatorias dibujadas y
personalizadas con un boli Bic. Debemos utilizar todas nuestras armas para
llegar al lector.
7.- ¿Cómo te
calificarías como lector/a? ¿Qué géneros te gustan? Y ¿en qué momentos
disfrutas de la lectura?
Tengo
conciencia de lector desde que escribo, desde que observo la vida con ojos de
escritor. Debo leer para aprender a escribir. Es lógico. Y no soy un devorador
de libros. Que va. Leo porque quiero contar historias y disfruto con ello. Mis
lecturas las busco concienzudamente. Deben tener, directa o indirectamente,
algo de la temática que me gusta.
Inicialmente
he leído mucho microrrelato. Luego, a medida que mi interés ha ido cambiando,
he leído cuentos, y ahora novelas. Sé que suena raro, pero ha sido así.
Me
gusta leer por las mañanas en una cafetería. Tomo notas. Ese es el mejor
momento.
8.- ¿Cuál es tu
secuencia a la hora de estructurar una novela, o el género que escribas? Me
refiero a cuál es la cadencia de creación: ¿Primero los personajes, o el
conflicto principal, o el final, o cómo lo acometes?
En
mis textos breves suelo empezar por una frase potente de las que anoto en mis
libretas. Luego voy tirando del hilo. Normalmente, esa frase inicial ya
encierra parte del conflicto. En los microrrelatos no puedes recrearte en las
escenas ni en los personajes. En realidad entiendo la escritura como un acto
creativo que avanza como una pintura. Es un trabajo de búsqueda, por eso me
gusta ir sorprendiéndome a mí mismo. Sobre todo he de divertirme, es síntoma de
que la cosa va bien. Intento escribir cada día cosas sueltas, inconexas entre
sí. Como un diario donde acumulo pensamientos e ideas de todo tipo. Ese
ejercicio previo de anotaciones es lo que más me satisface de la escritura.
Apunto titulares de periódicos, frases que me sugieren historias, palabras que
desconozco y suenan bien, síntesis de conversaciones, tonterías que se dicen
almorzando con amigos, sueños que recuerdo, comentarios de la radio, de la
tele, etc. Las libretas se llenan de voces que me sugieren alternativas.
9.- Me gustaría que
definieses ese momento en el que das por finalizado un libro. El momento final,
cuando recibes las galeradas y les das el último ok.
Me gusta
mucho el trabajo de corrección. El que yo pueda hacer y el que hacen las
editoriales. Significa que la cosa pronto verá la luz. Es bonito ver
recopilados tus textos en un volumen que contiene parte de tu esencia creativa.
El título y la imagen de la cubierta son la puerta de entrada a tu mundo personal.
Cada año me gusta recopilar mis escritos, ya sean microrrelatos, reflexiones o
cuentos, en una publicación casera que me hago yo mismo. Así siento que mi caos
está ordenado en una estantería.
10.- Te pido ahora unas respuestas rápidas
a) Recomiéndanos un libro y el motivo por el que
tendríamos que leerlo.
Hay un libro que siempre está en mi cabeza. «Centuria.
Cien breves novelas-río» de Giorgio Manganelli. Lo leí hace años, cuando
indagaba sobre el género del microrrelato. Lo releo continuamente. Es muy
peculiar, y ha sido una de esas lecturas que han motivado mis ganas de
escribir. Otro que he leído recientemente y me ha encantado es «Mortal y rosa»
de Francisco Umbral.
b) ¿Cuál es tu escritor/a favorito/a?
He leído cosas muy variadas. Creo que todavía
no tengo a ningún escritor favorito, pero me gusta Millás, Sergi Pàmies,
Bukowski, Aramburu…, y ahora Umbral.
c) ¿Qué opinas de los blogs literarios?
Me parecen muy interesantes. Sigo algunos que
reseñan libros y otros que difunden el arte de escribir. Desde el año 2015
tengo mi propio blog al que acudo habitualmente para difundir mis historias. http://microsergirelatos.blogspot.com/
d) Un libro que no
hayas podido terminar de leer.
No suelo leer los libros de un tirón. Leo
varios a la vez, tomo notas, y al final los acabo.
e) Un deseo literario para el próximo año.
Seguir con las mismas ganas de escribir y
contar historias.
f) La última cosa que te haya sorprendido tanto que
todavía la recuerdes.
Presenciar una muerte con cierto carácter
teatral y de espectáculo mientras estaba almorzando con un amigo en el bar de
siempre.
g) Una canción o cantante que tenga para ti un
significado singular
Las
sinfonías de Gustav Mahler y los conciertos para piano de Rachmaninov.
h) Las 3 características que debe tener para ti un
buen editor/a.
Cercanía, implicación y respeto.
11.- Tu último libro
publicado se titula “Esos dichosos dichos”, un formato muy original sobre el
popular acerbo de expresiones. ¿Nos podrías contar un poquito cómo se gestó tu
idea de esta compilación?
Tengo
que decir que mi formación es artística, estudié Bellas Artes.
La
idea era crear una ilustración general a partir de la recreación literal de
varias expresiones populares. Así, el que contempla la ilustración debe hacerlo
con ojos de detective, fijarse en los detalles y las pistas, e identificar los
dichos coloquiales que propongo. El particular juego entre literatura popular y
el surrealismo que encierra en cada una de las imágenes contiene un evidente
carácter didáctico que activa la suspensión de historias, sin escribir ninguna.
12.- Para terminar,
me gustaría que definieras una escena lo más cercana posible a tu felicidad.
Ay,
la felicidad. Solo con nombrarla ya te separas de ella.
Pienso
que ese estado de equilibro en el que no esperas nada es la felicidad. Una
escena que se acerca mucho a esa condición de plenitud es el almuerzo de los
sábados con amigos. Concretamente cuando es temporada de galeras y el cocinero
nos prepara una suculenta cazuela con la que chuparnos los dedos.
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