¿Qué tendrá la música de los Cure? Que hace que disfrute
igual un fan incondicional cercano a los cincuenta y sus hijos teenagers, de once y trece años que han
escuchado unas pocas canciones aquí y allá en el coche e incluso son capaces de
tararear algún single. Yo creo que es magia. La magia de la composición de
atmósferas densas, salpicadas de pequeñas dosis de melodía y letras intensas e
iluminadas con ritmos contundentes. Todo eso es lo que siempre me ha fascinado
de The Cure y eso mismo es lo que Obscure nos ofrecieron el pasado sábado en la
sala Peter Rock de Valencia. La banda barcelonesa se supera en cada actuación.
Esta fue la tercera vez que los veía actuando y ya que empezasen con 100
Years fue toda una declaración de intenciones.
Una canción rotunda,
testimonio de la mejor época de los Cure. Horacio se metió al público en el
bolsillo desde el minuto uno de esos 100 Years. La cercanía del escenario a pie
de suelo hizo que se generase una simbiosis con el público a la totalidad. Y es
que Valencia siempre ha sido un “caladero de fans” de los Cure. Recuerdo cuando
yo vivía en Zaragoza que tenía algunos amigos valencianos y me contaban lo
intensa que era la escena musical y de seguimiento en torno a The Cure en la
capital valenciana.
Ya había podido disfrutar de la buena factura musical, de su
calidad y su entrega al público de Obscure, para mí la mejor banda tributo de
los Cure, y en el concierto del sábado me volvieron a sorprender con nuevas
canciones que no les había escuchado. Destaco las siguientes: Sinking,
del álbum The Head on the door, que
yo descubrí un poco tarde y que me parece rompedor, Want, la mejor canción
del peor álbum (en mi opinión), Wild mood
swings, que yo usaba en los 90 como banda musical de los videos que editaba
de mis viajes, At night, rotunda y perfecta de la época oscura y Burn,
la maravilla que compusieron para la película El cuervo.
El concierto del sábado fue para mí muy especial. Fue el
primer concierto de rock al que acudían mis hijos y para ellos (sobre todo el
mayor) fue una experiencia alucinante. Todo le parecía impresionante, las
luces, el ambiente, cómo la gente coreaba las canciones pero sobre todo la
música, esa que la banda Obscure nos ofrece siempre llena de calidad y
perfección.
Me quedo con la frase de Izan ( mi hijo mayor ): Suenan
igual que las canciones de The Cure, pero tienen algo personal. Y yo añado, sí,
eso que tiene Obscure es lo que me gustó desde la primera vez que los vi:
Tienen alma propia.
Siempre que escribo una crónica de un concierto de Obscure
termino con una propuesta / pregunta / órdago, que hoy voy a repetir, a ver si
a la tercera va la vencida… ¿Cuándo podremos disfrutar de composiciones
propias? Aquí tenéis un fan incondicional. Bueno, ahora ya 3 fanes
incondicionales.
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