sábado, 17 de noviembre de 2018

Un viaje a M.A.R.T.E.



 He leído recientemente que existe una burbuja en torno al negocio que acompaña al mundo del arte contemporáneo. Desconozco si es cierto, pero siempre que en el mercado haya alguien dispuesto a comprar (y pagar) un valor por algo que otro vende, creo que es lícito que se produzca.
Mi aproximación al arte contemporáneo (que me interesa mucho, la verdad) es la misma que ante el arte en general. Intento no analizar en exceso la obra que estoy contemplando y simplemente dejo que “me hable”. Me pregunto si me gusta lo que veo y si me transmite algo. Incluso aunque me parezca una aberración, o muy feo, puede transmitirme un sentimiento y entonces puede parecerme una obra artística interesante. Por eso conecto muy bien con el subtítulo de la feria este año: La conquista de las emociones.

Entiendo que el llamado arte contemporáneo va mucho más allá que el análisis pormenorizado de la obra artística que se analice. Lo que “vende” el artista contemporáneo es un concepto, una idea, que plasma de mil formas distintas. Puede ser desde un papel arrugado con un brochazo gris, pasando por un lienzo de factura dificilísima y muy bella o una creación de video arte de una señora fregando un suelo y hasta un molde en escayola del coño de una señora. Todos estos ejemplos se pueden ver en MARTE, la feria de arte contemporáneo que se celebra anualmente en Castellón y que, solo por el esfuerzo de presentarla en nuestra ciudad, merece todas mis alabanzas.

Hay, en MARTE de todo un poco. Eso que una persona anónima y de a pie de calle como yo, calificaría de sandez, con el típico comentario de que “ese cuadro lo podría haber pintado mi hijo de cuatro años”, creaciones multidisciplinares combinadas de dibujo, pintura y escultura que reflejan toda la imaginería de su artista, obras constructivistas relacionadas con el medio ambiente y la concienciación por él así como escultura evolutiva o fotografía detallista.

He visto cosas muy interesantes en esta edición. Me quedo con una artista de aquí, de Benicàssim, Cristina Ramírez que a través de HibridaGallery nos presenta su obra de la que se puede disfrutar en MARTE, Hacia la noche, una verdadera delicia para los sentidos.

Un placer añadido de esta edición 2018 fue la de visitarla con toda la familia, mi mujer y mis dos hijos de 11 y 13 años y ver cuáles fueron sus reacciones ante ciertas obras. Una experiencia muy interesante ver cómo el arte es transversal y genera sensaciones múltiples a distintas edades, sexos y personalidades.
Estamos ya preparados para acudir a MARTE 2019. Castellón y organizadores, ¡enhorabuena!

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