David Flores es
un ESCRITOR SINGULAR. Sus relatos, repletos de
poesía narrativa, evocaciones sensoriales y plancentera degustación de existencialismo,
nos invitan a detenernos en instantes intranscendentes en algunas ocasiones,
intensos y rotundos en otras o emocionalmente desubicadores.
Son gotas de vida
(entre paréntesis) como David llama a su blog que no debéis perderos pues os
transportará al mundo de las emociones, de los sueños y de la cotidianidad más
cercana, todo ello fusionado y deconstruido a la vez, con una prosa cuidada,
mimada en sus detalles de poesía, y su recreación del mundo de las sensaciones
humanas.
https://parentesisabiertos.wordpress.com/
Fue compañero del taller de escritura creativa online Sanscliché, impartido por Rosario Raro y
ahí pude ya disfrutar de la imaginación y poesía de su narrativa.
A continuación comparto con todos vosotros, lectores, la escritura
de un momento triste, de una despedida anunciada, de una tarde otoñal, ocre y
deprimente, en la que no hay palabras, solo el tacto de las manos entre dos
personas que derrochan cariño. Un relato que para mí es una escena de una
película lenta, que podría encajar perfectamente en Alas de mariposa, de
Juanma Bajo Ulloa. Un instante que David ha sabido plasmar con maestría, con su
prosa poética o su poesía parrafeada.
Leedlo, merece mucho la pena. Y para que conozcáis un
poquito más a su autor, una breve entrevista a continuación.
Manos
Su mano grande, acogedora, casi envolvía la mía, lo
hacía ya apenas sin fuerza, por todas partes olía a alcohol y a desinfectante.
Miré por la ventana y me dejé llevar por el movimiento de las ramas en el patio
interior del hospital. Un movimiento que no las llevaba a ninguna parte, que
las despojaba de su abrigo. El otoño tañía cansino los cristales, algunas gotas
comenzaban a oscurecerlo todo. Miré a mi alrededor y contemplé los sufrimientos
silenciosos de los demás pacientes, muchos de ellos, como yo entonces, unidos
por unas manos que se buscaban, a veces ciegas. La mía, mi mano, la de él, se
aferraba a su silencio y yo notaba aún la aspereza de su palma casi ahogando
mis dedos. Queriendo decirme algo, en un modo lento de decir todo aquello que quedó
en suspenso. El otoño está cansado. Manos que hablan, que acarician, inmensas
al lado de las mías, que solo han conocido bolígrafos y paso de páginas. Otro
paciente se queja en alguna parte de la sala, él no, ya no puede, está dormido,
parece que descansa. Pero, desde su silencio, sigue hablando conmigo. Y escucho
su consejo, me coge la mano, me aferro a ella, y me guía. No quiero llorar
delante de él, de alguna manera me está mirando a través de sus párpados.
Confía, me hubiera dicho. Mi tiempo se va agotando y debo salir de la
habitación enorme, compartida con varios enfermos más. Le beso la frente, no
soltaría jamás su mano, me siento pequeño y él parece abrirla apenas. Cada día
una despedida, fuera esperan con angustia su turno para entrar. Y a él, como a
los árboles del patio, se le va yendo la vida con el otoño, se va quedando sin
hojas, sin palabras que pronunciar. Me despido de sus ojos cerrados, atravieso
el hueco entre camas y una de las enfermeras me mira con dulzura, entiende mis
lágrimas. Mañana. Mañana apenas existe cuando el día presente, quizás es lunes,
se fuga con nuestras vidas bajo el brazo. Y sus manos inmensas, ásperas,
rodeando las mías. Manos que hablan, que respiran cada vez más lentamente.
Manos que dejan ir y que, en un acto póstumo de amor, se despiden.
ENTREVISTA SINGULAR
0.- ¿Nos
podrías contar tu experiencia con la autoedición de tu novela titulada 60
latidos de corazón? También que nos contases cuál es tu experiencia con
el blog que escribes: La vida entre paréntesis. ¿Qué quieres transmitir con él?
“60 latidos de
corazón”, como casi todo lo que escribo, nace del impulso de transmitir un
mensaje. La autoedición es una opción muy buena para dar difusión a lo que uno
escribe. Es duro, porque tú eres el que lo haces todo (desde escribir hasta
maquetar, promover, imprimir, etc...) pero tienes la ventaja de ser por
completo libre con tu “criatura”.
Por lo que
respecta a mi blog, como su nombre indica, intento apresar entre paréntesis
momentos de una vida, la de quien o qué sea. Normalmente trato el mundo de las
emociones, lo más desnudas posible. No me gusta la literatura adornada en
exceso.
1.- Si te
dieran la posibilidad de publicar una novela con una gran editorial ¿sobre qué
tema te gustaría escribirla? Por cierto, ¿te vas a lanzar a la aventura de
publicar relatos o novela? ¿Tienes algún proyecto en mente?
Soy una persona
de contradicciones. Me gustan las historias en las que apenas pasa nada, pero
que son intensas. Si pudiera publicar con una gran editorial supongo que
tendría problemas en este sentido. No es literatura muy “comercial”.
Me ronda por la
cabeza hace tiempo publicar una recopilación de textos. Pero tengo ya cerca de
quinientos y necesitaría alguien que los corrigiera y seleccionara. Y es
difícil encontrar alguien que lo haga, es complicado. Pero sé que en algún
momento me pondré con ello, sólo hay que dejar que surjan las condiciones
propicias.
2.- Imagino que
como buen escritor que eres serás también un gran lector, ¿en qué momento del
día te gusta más leer?
Por la noche,
sin duda. Y si es de día, que sea en un tren.
3.- He podido
disfrutar de la gran originalidad de tus relatos en el taller de escritura
online Sanscliché impartido por Rosario Raro. Cuando escribes, ¿qué
temas o situaciones te inspiran? O sea, ¿Cómo te enfrentas al folio en blanco?
Soy bastante
impulsivo también en este ámbito. Normalmente, mis textos nacen de simples
ideas, a veces de un par de palabras. Luego voy tirando del hilo hasta que
surge una historia. Estas ideas vienen de repente, en medio de la noche, por
ejemplo. Las anoto y luego las retomo y les doy forma de relato.
4.- ¿Qué te
acompaña cuando lees? ¿Y cuando escribes?
Tanto para leer
como para escribir siempre escucho música. Aunque sería más exacto decir que la
dejo de fondo hasta que acaba siendo parte del ambiente. Oigo mucha radio y
suelo ponerme Radio Clásica para ambas cosas.
5.- Hoy en día
el número de publicaciones es enorme. Hay tal marasmo de novelas, libros de
escritores noveles y ediciones clásicas que es muy difícil filtrar y decidir
qué es lo que leemos. En tu caso, ¿qué es lo primero en lo que te fijas para
decidir leer un libro?
Trato de
empatizar con el autor. Aunque hay escritores con los que no tengo nada en
común y que me gustan. Me gusta saber algo del que escribe. Aunque muchas veces
me dejo recomendar por lectores de confianza.
6.- Vivimos en
el mundo de la hiperconexión. ¿Utilizas las redes sociales? Cuáles son las que
te parecen más interesantes y por qué.
Sobre todo uso
Facebook. Me parece una herramienta de difusión y comunicación muy potente.
Aunque es difícil separar el grano de la paja. Selecciono lo que leo y dónde me
informo y Facebook a veces no lo pone fácil. Con Twitter, por ejemplo, no me
llevo muy bien.
7.- ¿Eres
escritor de día o de noche?
En papel, en el
ordenador, en una servilleta, en mi cabeza...Siempre estoy escribiendo.
8.- Aparte de
la literatura, ¿qué otras artes te gustan? Cuéntanos un poquito cuáles y por
qué (si es que hay un porqué).
Me gusta la
pintura. Cuando era adolescente pintaba y es algo que me gustaría retomar. Pero
no soy un entendido, ni mucho menos. Me gustan Saura, Warhol, Dalí... Tampoco
sé vivir sin música. Escucho aquello que me pide cada momento, pero soy fan de
la música de las décadas de los 50 y 60. Me gusta todo lo que hay de expresión
de lo interno en cualquier arte.
9.- Te pido
ahora unas respuestas rápidas
a) ¿Nos recomiendas un libro? Platero y yo
b) Un personaje literario que sea inspirador para ti. Bruno Van
Tysch (Clara y la penumbra, de José Carlos Somoza)
c) ¿Qué género literario te apasiona más? La novela
d) ¿Eres de radio o de televisión? Absolutamente de radio
e) ¿Mar o montaña? Mar
f) La última cosa que te haya sorprendido tanto que todavía la
recuerdes. Una entrevista radiofónica con Stefano Mancuso que hablaba de la
inteligencia en el mundo vegetal.
g) Una canción o cantante que tenga para ti un significado
singular. Eddie Cochran, lleva acompañándome desde los trece años.
10.- Para
terminar, me gustaría que definieras una escena lo más cercana posible a tu
felicidad.
Cualquier situación
acompañado de alguien interesante con el que haya conexión. Conversaciones
interminables llenas de frases geniales que apuntar más tarde. Cualquiera en
que el reloj pierda su sentido.
0.- ¿Nos
podrías contar tu experiencia con la autoedición de tu novela titulada 60
latidos de corazón? También que nos contases cuál es tu experiencia con
el blog que escribes: La vida entre paréntesis. ¿Qué quieres transmitir con él?
“60 latidos de
corazón”, como casi todo lo que escribo, nace del impulso de transmitir un
mensaje. La autoedición es una opción muy buena para dar difusión a lo que uno
escribe. Es duro, porque tú eres el que lo haces todo (desde escribir hasta
maquetar, promover, imprimir, etc...) pero tienes la ventaja de ser por
completo libre con tu “criatura”.
Por lo que
respecta a mi blog, como su nombre indica, intento apresar entre paréntesis
momentos de una vida, la de quien o qué sea. Normalmente trato el mundo de las
emociones, lo más desnudas posible. No me gusta la literatura adornada en
exceso.
1.- Si te
dieran la posibilidad de publicar una novela con una gran editorial ¿sobre qué
tema te gustaría escribirla? Por cierto, ¿te vas a lanzar a la aventura de
publicar relatos o novela? ¿Tienes algún proyecto en mente?
Soy una persona
de contradicciones. Me gustan las historias en las que apenas pasa nada, pero
que son intensas. Si pudiera publicar con una gran editorial supongo que
tendría problemas en este sentido. No es literatura muy “comercial”.
Me ronda por la
cabeza hace tiempo publicar una recopilación de textos. Pero tengo ya cerca de
quinientos y necesitaría alguien que los corrigiera y seleccionara. Y es
difícil encontrar alguien que lo haga, es complicado. Pero sé que en algún
momento me pondré con ello, sólo hay que dejar que surjan las condiciones
propicias.
2.- Imagino que
como buen escritor que eres serás también un gran lector, ¿en qué momento del
día te gusta más leer?
Por la noche,
sin duda. Y si es de día, que sea en un tren.
3.- He podido
disfrutar de la gran originalidad de tus relatos en el taller de escritura
online Sanscliché impartido por Rosario Raro. Cuando escribes, ¿qué
temas o situaciones te inspiran? O sea, ¿Cómo te enfrentas al folio en blanco?
Soy bastante
impulsivo también en este ámbito. Normalmente, mis textos nacen de simples
ideas, a veces de un par de palabras. Luego voy tirando del hilo hasta que
surge una historia. Estas ideas vienen de repente, en medio de la noche, por
ejemplo. Las anoto y luego las retomo y les doy forma de relato.
4.- ¿Qué te
acompaña cuando lees? ¿Y cuando escribes?
Tanto para leer
como para escribir siempre escucho música. Aunque sería más exacto decir que la
dejo de fondo hasta que acaba siendo parte del ambiente. Oigo mucha radio y
suelo ponerme Radio Clásica para ambas cosas.
5.- Hoy en día
el número de publicaciones es enorme. Hay tal marasmo de novelas, libros de
escritores noveles y ediciones clásicas que es muy difícil filtrar y decidir
qué es lo que leemos. En tu caso, ¿qué es lo primero en lo que te fijas para
decidir leer un libro?
Trato de
empatizar con el autor. Aunque hay escritores con los que no tengo nada en
común y que me gustan. Me gusta saber algo del que escribe. Aunque muchas veces
me dejo recomendar por lectores de confianza.
6.- Vivimos en
el mundo de la hiperconexión. ¿Utilizas las redes sociales? Cuáles son las que
te parecen más interesantes y por qué.
Sobre todo uso
Facebook. Me parece una herramienta de difusión y comunicación muy potente.
Aunque es difícil separar el grano de la paja. Selecciono lo que leo y dónde me
informo y Facebook a veces no lo pone fácil. Con Twitter, por ejemplo, no me
llevo muy bien.
7.- ¿Eres
escritor de día o de noche?
En papel, en el
ordenador, en una servilleta, en mi cabeza...Siempre estoy escribiendo.
8.- Aparte de
la literatura, ¿qué otras artes te gustan? Cuéntanos un poquito cuáles y por
qué (si es que hay un porqué).
Me gusta la
pintura. Cuando era adolescente pintaba y es algo que me gustaría retomar. Pero
no soy un entendido, ni mucho menos. Me gustan Saura, Warhol, Dalí... Tampoco
sé vivir sin música. Escucho aquello que me pide cada momento, pero soy fan de
la música de las décadas de los 50 y 60. Me gusta todo lo que hay de expresión
de lo interno en cualquier arte.
9.- Te pido
ahora unas respuestas rápidas
a) ¿Nos recomiendas un libro? Platero y yo
b) Un personaje literario que sea inspirador para ti. Bruno Van
Tysch (Clara y la penumbra, de José Carlos Somoza)
c) ¿Qué género literario te apasiona más? La novela
d) ¿Eres de radio o de televisión? Absolutamente de radio
e) ¿Mar o montaña? Mar
f) La última cosa que te haya sorprendido tanto que todavía la
recuerdes. Una entrevista radiofónica con Stefano Mancuso que hablaba de la
inteligencia en el mundo vegetal.
g) Una canción o cantante que tenga para ti un significado
singular. Eddie Cochran, lleva acompañándome desde los trece años.
10.- Para
terminar, me gustaría que definieras una escena lo más cercana posible a tu
felicidad.
Cualquier situación
acompañado de alguien interesante con el que haya conexión. Conversaciones
interminables llenas de frases geniales que apuntar más tarde. Cualquiera en
que el reloj pierda su sentido.
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