sábado, 17 de septiembre de 2022

MJ, THE MUSICAL - Michael Jackson

En nuestro viaje a Nueva York para celebrar los 25 años de matrimonio no podía faltar el asistir a un musical de Broadway. En 1997 fue Los Miserables el elegido, y en esta ocasión teníamos cuatro voces para decidir cuál elegir, ya que nos han acompañado Izan y Adrián. Tras ver las opciones para los días que íbamos a estar allí resultó casi unánime la elección: MJ-THE MUSICAL, el musical dedicado a la vida de Michael Jackson.

El teatro, Neil Simon Theatre, resultó fantástico. Muy acogedor, de un tamaño medio lo que nos permitió ver y escuchar bastante bien el escenario, aunque estábamos en una de las filas superiores.

El espectáculo transcurre en su primera parte, la más larga, antes del descanso, por la vida del Michael niño (genial el niño actor que lo representa y baila y canta), su época con los Jackson Five, sus dificultades con su padre hasta llegar al momento del éxito masivo y su necesidad o deseo de volar en solitario, algo a lo que toda la familia (sus hermanos y padre) se oponían.

En esa parte del espectáculo hay más historia y menos música, aunque las actuaciones son brillantes. Los otros actores que hacen de hermanos son también geniales y se representa muy bien una época concreta de la música negra, del funky y de la evolución y el éxito mundial masivo de los Jackson 5.

La obra está planteada como que están rodando un documental sobre la vida de Michael y se alternan las actuaciones en las que se recuerda su historia con las entrevistas y planteamiento del documental, entrevistando al supuesto Michael actual adulto, representado por el actor Myles Frost que actúa espectacular.

Después del descanso viene la época en solitario de Michael, desde Off the wall, pasando por Thriller, de cuya canción se hace una versión espectacular, se pasa un poco por encima de las canciones de BAD (eché de menos Remember the time, pero bueno…) y se termina más o menos en la época de Man in the mirror. Una lástima que no alcanzase hasta el último disco póstumo, Xscape que para mí es uno de los mejores.

Lo mejor del espectáculo, aparte del actorazo que lo representa son las coreografías, claro, algo típico de Michael. Las canciones ya todos las conocemos pero verlas en directo, con un cuerpo de bailarines en Broadway, en un teatro fabuloso, fue mágico.

Y ver al público levantarse, gritar, bailar como loco aplaudir, realmente una experiencia para recordar. ¡Viva por siempre Michael!





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