lunes, 4 de enero de 2021

Diario de un optimista novato - mi crónica de lectura

 

Si tuviera que definirme a mí mismo diría que estoy más cerca de una posición pesimista que de una optimista, aun sin llegar a ninguno de los dos extremos, así que abordar la lectura de este libro de Andrés Rodríguez Domingo ha sido toda una revelación.

Lo más destacable de la lectura es el ligero tono de humor con el que aborda su autocrítica de la ansiedad. Resulta especialmente interesante cómo “personifica” a las distingas afecciones, como su estimada “Ansi” o “Depre” y cómo alude a otras primas hermanas y personajes varios como Resignación, Derrota y otras tantas similares, dotándolas de entidad propia, con posibilidad de actuación activa, como si pensasen y actuasen en función de en quién habitan. Es una aproximación muy interesante que estimula la sonrisa cuando lees la cantidad de manifestaciones que doña Ansiedad tiene en Marcos, su protagonista.

Ha habido muchos pasajes de la lectura en los que me he sentido identificado al cien por cien. No sé si será por transitar la misma franja de edad (recién llegados a los cincuenta) o porque simplemente supone una coincidencia de nuestras existencias, con los problemas estomacales, generados sin ninguna duda por la ansiedad, o la necesidad de tener bajo control una interminable lista de cosas y aspectos absurdos del mundo que nos rodea y cuyo dominio no sirve absolutamente para nada. Tener nuestra vida unida a una mujer eminentemente práctica es también una característica común, y por supuesto la alusión al relativismo, a la decisión de dedicarse al presente, al aquí y ahora, al o que nos hace felices en este momento, sin plantearnos más que ello.

También son geniales los “Absurdos” narrados por Andrés, y en más de uno me he encontrado a mí mismo, en esas pequeñas y curiosas situaciones que todos vivimos pero que, en el caso que nos ocupa, resultan claramente sorprendentes.

Y por supuesto, los encabezados. Esas citas debajo de cada título en cada capítulo que me parecen magistralmente elegidas. Me quedo con dos:

“La imaginación nunca toma posesión de la mente con tanta firmeza como cuando la encuentra vacante y desocupada”  -Johnson Burton (no la conocía pero me parece redonda)

“Si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse. Si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada” – Proverbio Chino (esta ya la conocía e intento ponerla siempre en práctica, muchas veces sin éxito).

Una lectura fresca, reveladora y relativizante de nuestro mundo interior. Os la recomiendo.


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