viernes, 18 de octubre de 2019

Yo, Julia y La sospecha de Sofía


Hoy he terminado estas dos lecturas del mes de octubre. Dos pesos pesados. Yo, Julia la he leído en papel, en una gran parte viajando por Irán, Bangladesh y Polonia. La Sospecha de Sofía la he “escuchado” a través de Story tel durante más de 23 horas de escucha en mis trayectos a Barcelona.
Dos historias largas, con mucho contenido y muy diferentes entre sí que sin embargo me han animado a escribir esta crónica conjunta.
Siempre me había echado un poco hacia atrás la dimensión de las novelas de Santiago Posteguillo y la longitud de la narración de sus batallas. Aunque tengo un sobrino, Jorge, que está enamorado de su literatura y siempre me animaba. Pero en esta ocasión Ana, otra amiga, me convenció de que leyese la novela que fue premio Planeta 2018 y tengo que darle las gracias por haberme convencido. 

Yo, Julia es una delicia narrativa. Es un peliculón, como solemos decir, rotundo, bien construido, con las dosis necesarias de venganza, estrategia, pasión y características propias de las historias de romanos. Por supuesto, la pulcritud cronológica e histórica de Posteguillo y todo ello encumbrado por la grandiosidad y excepcionalidad de un personaje como fue Julia Domna, de la que poco se ha escrito. Parece imposible que una novela con tantos nombres difíciles, con tanta explicación narrativa sobre cómo eran las cosas y cómo ocurrían, sea sin embargo tan entretenida. Es sin duda, la maravilla de la calidad literaria de Santiago, de la que nunca he dudado, la que lo consigue. Me ha apenado terminar la novela porque me he sumergido tanto en ella que me sentía como un pretoriano más apoyando a Septimio Severo y su esposa Julia Domna.

La sospecha de Sofía es una novela muy diferente. Su “escucha” a través de la app Story tel aporta una visión también distinta a la de la lectura en sí misma. En mi opinión es una buena historia, con un origen de la misma muy original aunque tiene pasajes que parecen de relleno. Es decir, yo le quitaría a la novela unas doscientas páginas. Me fue recomendada en Facebook por mi compañera de letras Fabienne. Dicha esta salvedad de las páginas, la historia en sí es tremenda, sobrecoge en muchos momentos. Transcurre en pleno franquismo y tiene conexiones con la temida Stasi y el KGB. La autora, Paloma Sánchez Garnica nos plantea un reto, el de decidir si posicionarnos a favor o en contra del protagonista, Klaus ya que es a la vez el bueno y el malo. Paloma describe muy bien a los personajes y crea de forma magistra la trama de espionaje y relaciones inconexas que tanto despistan al lector y a a la vez le conminan a continuar la historia para conocer su desenlace. La recreación de la época es estupenda y la doble realidad que se creó al dividir Alemania entre la RDA y la RFA también. He disfrutado con esta novela que por momentos me ha tenido tan intrigado que tenido que robar horas de sueño para continuar escuchando. Y un acierto, creo, haberla escuchado, más que leído. Os la recomiendo.

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