Las elecciones fueron el 28 de abril, si no recuerdo mal… el
Congreso y el Senado se constituyeron el 21 de mayo y se intentará la primera
investidura para presidente del gobierno el 21 de junio.
De no conseguirlo en
primera votación se tendrá que intentar de nuevo durante un plazo de dos meses
“antes” del cierre de agosto y si esto no resulta, habrá que disolver las
Cortes para volver a celebrar elecciones. O sea, que los políticos en quienes
ponemos nuestra confianza y a quienes regalamos nuestro voto van a necesitar un
plazo de entre 2 y 4 meses para llegar finalizar su tarea…
Así que estamos de nuevo con la misma ineficacia y
teatrerismo de nuestros políticos con los dichosos pactos. Que si con este
partido yo no me siento, que si yo sí que pacto pero sólo si este otro no entra
en el gobierno, que si yo te ofrezco esta capital y a cambio tú me apoyas en
aquella comunidad… debe ser el quid pro
quo que sigue aplicándose hasta en la política.
Este cachondeo sigue produciéndose cada vez que hay
elecciones porque nadie de los implicados en todo el vodevil debe poner dinero
de su bolsillo para financiarlo. Si esto lo trasladásemos a la empresa privada,
se resolvería en una semana.
El esquema sería sencillo. Yo, partido A ofrezco esto y esto
y lo otro y tú B y tú C aquello otro. Nos sentamos una tarde en una mesa,
discutimos el posible consenso y en un día habría un acuerdo y en una semana
como máximo estaría funcionando el mismo.
Pero claro, hablamos de política. Hay que alargar y alargar
los tiempos, decir que no cuando ya sabemos que al final va a ser sí, llenar
horas y horas de televisión y radio en tertulias imposibles que perogrullan y
vuelven como boomerangs sobre los mismos argumentos. Hay que vender periódicos
y hay que hacer amarillismo sobre qué ha dicho cada quien.
Una vez más propongo que ningún político electo cobre un
solo euro hasta que no se pongan de acuerdo, se forme gobierno, Cortes
generales, Senado, ayuntamientos y comunidades y se pongan todos a arrimar el
hombro por el ciudadano. Y que, entonces, a partir de ese día, sus sueldos
empiecen a ser efectivos.
Os puedo asegurar que del 28 de Abril en vez de irnos al 21
de Junio (o quizá a Agosto como va a suceder) tendríamos gobiernos en menos de
una semana.
Pero claro, nadie protesta. Se considera que la política es
eso, discusión, diálogo, argumentación, protesta, crítica. Y mientras tanto, al
ciudadano de a pie ¿quién le apoya? Al que se levanta a las cinco de la mañana
para ir a la fábrica, al autónomo que trabaja doce horas diarias para salir
adelante, a las familias donde trabajan padre y madre sin poder atender a sus
hijos como se merecen, al que tiene que tener dos trabajos para cubrir su
hipoteca…
¡Señores políticos, decídanse ya y formen gobierno de una
puta vez, que estamos hartos de todos ustedes!
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