El descubrimiento musical de diciembre me llegó como recomendación de mi hijo adolescente Adrián, que tiene catorce años. Es un hecho incontestable que aunque adictos a la música como yo tengamos la mente abierta a todas las fusiones y tendencias que puedan crearse en la creación musical, el salto generacional está ahí.
Me doy cuenta que Adrián ha desarrollado ya un interés muy
claro por la música internacional, por el pop y la música de difusión masiva.
También que hay músicas que no le interesan nada, que ha desarrollado cierta
radicalidad cuando una canción no le gusta y todo lo contrario cuando le entusiasma.
Sin embargo, las nuevas generaciones musicales transitan por
la música de forma superficial. No les interesa profundizar en quién son los artistas
que escuchan, por qué componen, qué temas nutren sus canciones ni cuáles son
sus biografías. Algo muy distinto a los de mi generación que lo queríamos tener
y saber todo todo todo de nuestros ídolos. Supongo que tendrá que ver con el
hecho de cómo se consume hoy en día la música, momento en el que todo es
digital y que lo físico ha pasado a la historia.
Pues bien, The rare occasions es en este caso su
recomendación (más bien diría que lo que me recomendó fue una canción, Futureproof
que, descubrí, estaba publicada por este grupo indie afincado en Los Ángeles.
Podríamos decir que son un grupo de garage-rock explosivo, un grupo que combina
la intensidad musical de otras bandas como Off Spring, Green day o los Artic Monkeys
con las melodías vocales de su cantante Brian McLaughlin. El grupo lo formó
junto con Luke Imbusch (batería) en el college de Boston donde estudiaban,
donde conocieron también a Jeremy Cohen (bajista).
Su último álbum publicado se titula Big Whoop y en él podemos encontrar una instrumentación típica de un grupo de Power Rock, con capas de electrónica y arreglos orquestales que conforman piezas espaciales, rotundas, algunas cercanas al punk, de metraje muy corto, otras más líricas e incluso algunas rozando el existencialismo. A mí me lleva a finales de los 90, incluso que diría primeros dos mil, pero cuando le comento esto a mi hijo me mira con cara de póker.
Con cuatro discos ya publicados, este que acaban de lanzar
en 2021, y otros tres anteriores: Into the shallows (2018), Futureproof
(2016) y Feelers (EP debut en 2014) se puede decir que tienen ya
una trayectoria muy sólida que les ha hecho girar por todo Estados Unidos y
alcanzar más de 4 millones de seguidores en Spotify.
No es el garage un tipo de música que escuche habitualmente,
pero he de reconocer que The rare occasions ha conseguido despertar en
mí justamente eso, una ocasión extraña de descubrir a un grupo sorprendente,
musicalmente muy potente y que tiene claro hacia dónde va.
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