martes, 22 de septiembre de 2020

Perfectos desconocidos - la función

Acudimos a esta función en el Teatro Olympia de Valencia, del que ya nos hemos hecho habituales, con todo de cara para pasar una tarde de teatro inolvidable: La celebración de mi 50 cumpleaños, la primera función de teatro a la que acudíamos después del confinamiento, acudir al teatro en familia, con nuestros dos hijos adolescentes y por supuesto la magnífica obra, Perfectos desconocidos, que ya habíamos visto en cine y que nos había encantado.

El Olympia es un teatro que nunca defrauda. Elige los montajes con maestría y el público se entregó, hambriento de teatro después de meses de sequía. Por supuesto, todas las medidas de seguridad: Control de temperatura al entrar, alfombrilla desinfectante para pies, entrada escalonada por filas, butacas vacías ambos lados de nuestro grupo, mascarilla en todo momento y la prohibición de levantarse y salida escalonada por filas también al terminar. Perfecta organización y seguridad.

El montaje supera, en mi opinión, a la película (que como ya he dicho nos había gustado) porque ofrece personajes más reales, quizá simplemente es que los teníamos más cerca, o que sus actores nos convencieron más con sus interpretaciones, pero transitamos todos los estados de ánimo, desde la carcajada literal, que no podíamos parar, hasta el llanto incipiente que todos disimulamos un poco para que no se nos notase. Los actores consiguieron dejar el teatro en absoluto silencio, un silencio tenso, cortante y dramático y también levantar al público en aplausos.

Quiero detenerme en cada actor (la mayoría conocidos quizá más por aparecer en series de televisión, algo que de entrada nos chirriaba un poco) porque todos nos parecieron magníficos:

Olivia Molina: ¿Qué decir de una actriz completa y poliédrica como ella? Simplemente maravillosa, divertida y haciendo honor a su saga familiar

Elena Ballesteros: Naif, delicada y pizpireta, dentro de una mayor madurez de la que yo imaginaba.

Inge Martín: Descubrimiento para mí (no la había visto actuar antes) por su desarrollismo y su realismo costumbrista. Rotunda.

Juan Carlos Vellido: es ya para nosotros un clásico con su enorme trayectoria, sarcástico, genuino y mordaz.

Álex Barahona: he de confesar que es el que más dudas me generaba (porque mi único referente era su aparición en Física o Química) y tengo que decir que es el que más me fascinó. Un 10 rotundo para él, con su personaje complejo, comedido e histriónico a momentos, divertido y profundamente dramático. Un total aplauso.

Bart Santana: También ya lo hemos visto en otras funciones y nos divierte mucho su naturalidad y su sencillez que imaginamos es muy difícil llevar a cabo (ofrecer algo sencillo sin que lo sea)

Ismael Fritschi: El otro descubrimiento de esta función y claro, es el joker, el personaje que se mete al público en el bolsillo, y él lo borda. ¿A que todos querríamos un amigo como él?

Mi resumen es una función redonda con un elenco de actores cohesionados para elevar la obra a un nivel superior que nos hizo gozar como nunca de la magia teatral y de la conjunción de todo lo que nos había llevado esa tarde al Olympia, donde regresaremos, sin duda.

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