Antonio G. Iturbe escribe una novela que, a pesar de tener un título sugerente, en sus primeras páginas parece apuntar a "una novela más sobre el holocausto nazi".
Están todos los tópicos y típicos de la barbarie que tantas veces hemos leído y visto en el cine. Sin embargo, a medida que nos adentramos en la trama de la novela se va descubriendo un micromundo, el de Dita y su pasión por los libros, su aceptación de todo lo que la rodea y su valor por salvar algo con tan poco aparente valor energético para aquellos que mueren de hambre y frío como es un libro.
La novela finalmente te impacta, se introduce por tu flujo sanguíneo, te hace llorar, te emociona, te hace sentir la alegría en los breves momentos en que ésta hace acto de presencia en aquel infierno, y todo ello te conduce a conocer que la protagonista seguía viva cuando el escritor acometió esta novela y que pudo llegar a conocerla. ¿Puede haber algo más sublime? Conocer no sólo a una superviviente de Auschwitz sino a una pequeña gran heroína, cuya vida posterior fue ejemplar y que sin duda marcó la vida de este escritor.
Recomiendo absolutamente su lectura y análisis. Por mi parte voy a buscar uno de los libros en los que se ha inspirado, The Painted Wall. Gracias Antonio por tu novela. He quedado impresionado por un gran escritor que además es de la tierra, maño como yo y que no conocía. A partir de ahora voy a seguir tus pasos.
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