Empiezo esta
crónica sobre la primera película dirigida por Secun de la Rosa, titulada El
cover, diciendo que era una película necesaria.
Es, sin duda, una
anomalía en la cinematografía española. En primer lugar, que un actor
mayoritariamente y mal denominado “secundario” (que ya tiene tela para alguien
llamado Secun) se lance a la dirección y consiga financiación para ello. Mas
aún habiéndolo hecho en plena pandemia del COVID-19. Incluso más tratándose de
un musical cantando en español y para rematar la faena, con una historia que
transcurre en Benidorm.
No son mimbres
fáciles para convencer a los productores a arriesgar su dinero, pero él, lo ha
conseguido. Y cuando ves la película lo entiendes. Sólo hay una razón: su alma.
El cover destila humanismo, solidaridad, dignidad,
arte y generosidad por los cuatro costados. Nos enseña una realidad que existe,
que es mucho más afortunada de lo que a priori puede parecer y que estructura la
vida de una ciudad cosmopolita como es Benidorm: la de los cantantes de
versiones e imitadores que trabajan en la red de hoteles y locales de la
ciudad.
En la película ya
se explica muy bien, el hecho de que cada persona que se dedica a ello, con
mayor o menor virtud musical, con mayor o menor acierto, es una pieza necesaria
para la felicidad y el disfrute momentáneo del público que acude a verla, sin
importarle la certidud o falsedad de su persona y su acercamiento al original.
Hay en el guión,
escrito por Secun, una profundidad que invita a la reflexión, sobre la “apariencia
y falsedad” de lo que sucede en Benidorm, lo refleja y explica muy bien su
protagonista cuando dice, bastantes veces, que él no quiere ser Cover, que
quiere ser simplemente camarero. Me parece muy inteligente la forma en que
Secun de la Rosa lo ha explicado. Como decía al principio, ha derramado su alma
en la de los artistas que aparecen.
El momento
perfecto, la mejor escena de la película, para mí, es el duelo de canciones que
tiene lugar en un garito llamado “Spanglish” donde bandas de jóvenes alternan
canciones en inglés y en español. Supremo.
Estoy seguro de
que la película habrá tenido muchos detractores. La habrán llamado pacata,
horterada, españolada y otros adjetivos similares, que se lanzan gratuitamente
sobre todo cuando se juzga a un musical como es esta película. ¡Cuánto tenemos
que aprender de los anglosajones que siempre, siempre, ponen en valor sus historias!
Os recomiendo que
vayáis, si es que todavía sigue en cartel, a ver El Cover (yo la he visto en
Prime Video). Como decía antes, es una película necesaria, musicalmente
preciosa, con un Juan Diego, una Carmen Machi y muchos actores especiales y
afinados, con un protagonista que me ha sorprendido mucho, al que me he creído,
con su “normalidad”, algo difícil hoy en día de defender.
Un aplauso a
Secun de la Rosa por su arrojo, por su perseverancia y por su primer acierto
como director.
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