Era mi segunda vez con Obscure y acudí al concierto con el
recuerdo dulce de la gran actuación que había podido disfrutar un año antes en
el mismo escenario barcelonés. En esta ocasión con la intención de reproducir
el LP Show, grabado por The Cure en Michigan en 1992 y publicado al año
siguiente, al albor de la gira que realizaron tras publicar el álbum Wish,
momento de mayor éxito comercial en su carrera.
Y sí, Show no es el mejor álbum de los Cure, claro. Está
plagado de singles comerciales que se
suelen corear en los conciertos y adolece de pocas canciones de la época oscura
de Faith o Pornography o de las épocas experimentales de The Top o The head on
the door, es un álbum con muchas concesiones a la comercialidad que además
estuvo sobreproducido por un Robert Smith obsesionado con la precisión de sus
grabaciones.
Sin embargo, todo ello queda diluido por los componentes de
Obscure, por su garra, su presencia en el escenario y sobre todo su entrega a
las canciones de su grupo de culto. En su concierto, desaparece la
comercialidad y arrasa la calidad y sobre todo la autenticidad de esta banda
barcelonesa.
Los acordes de Tape fueron una llamada a todos los
despitados de La Bóveda que andaban con sus cervezas y conversaciones para que
se fueran aproximando al escenario, ya que el show iba a comenzar. Y es
entonces cuando explosionó Open, la mejor canción de apertura
(junto con The Kiss, en mi opinión) para un concierto. Es una canción tipo
de los Cure, oscura, con atmósfera, con sonido de guitarra distorsionada y con
cierta melodía que la convierte en un gran comienzo. Después le siguieron una
lista de singles al uso del momento de los cure: High, PIctures of you, Lullaby, Just
like heaven, Fascination Street y A night like this. Nada que decir de
tanto éxito comercial y radiofónico que tuvo su respuesta en el público que
brincó y coreó masivamente.
Comenzó después la parte más interesante para mí del
concierto, con Trust, otra canción atmosférica y Doing the Unstuck (más
desconocida para el público que fue una cara B).
En aquel momento apareció un alter ego de Dave Gahan,
llamado Xavi Devotional con el que interpretaron magistralmente The
walk, intensa, altisonante y rítmica, como a mí me gusta. Xavi ofreció
una voz profunda, interesante, que hizo buenas migas con la de Horacio. Un
descubrimiento más del concierto.
Siguieron con tres singles bailables, Let’s go to bed, Friday I’m in
Love y In between days que son tres canciones luminosas, melódicas, y
levantaron en brotes y brincos a todo el público.
Y Obscure se adentraron en lo más personal del concierto con
From
the Edge Of The Deep Green Sea, larga y pausada, como le gusta a
Robert interpretarla en directo y que yo degusté con enorme satisfacción. Le
siguió Never Enough, uno de mis clásicos favoritos cuyo video incluyo
en esta crónica y guitarreo de estilo personal de Marcos y para terminar la
primera de las tres tandas, la eléctrica Cut donde Marcos ensalzó de nuevo la
canción y la convirtió en himno y finalmente End, un gran tema para
finalizar un concierto.
Pero claro,
el público quería más y más y más y más y hubo dos encore: La primera serie con estilo variado, incluyendo canciones
como Primary
o Boys
Don’t cry y la última, la del ya definitivo, con dos joyas, Charlotte
Sometimes y Play for Today reclamada a gritos por un público entregado.
Obscure
fueron rotundos en su actuación. Ofrecieron una mezcla de dominio de la
interpretación musical, estilo propio y garra frente al público que los
convierten en un producto triunfador. La pose de Carlos (más estática que la de
Simon Gallup y que yo personalmente prefiero), el virtuosismo guitarrero de
Marcos, las atmósferas de DAT que hacen la música de los Cure tan personal y
otorgan la “marca” Cure y la batería indomable de Salva se unen a esa voz
smithsoniana pero propia a la vez de Horacio que consigue algo tan extraño como
transportarte a un concierto de los Cure pero a la vez disfrutar de un gran
concierto de Obscure porque aunque su voz se parece a la de Robert, tiene algo
más personal que la diferencia a la vez.
En este
concierto volví a saltar, a cantar, a tararear, a quedarme estático, a
disfrutar de la languidez de algunas canciones, a respirar el ambiente unívoco
de tantas almas frente a Obscure que sentían igual, y transmitían su pasión por
los Cure. Agradecí a Horacio y los suyos su compromiso con el fan de Cure, con
actualizar su repertorio y con ofrecernos conciertos singulares como fue la
rememoración del Show y hacerlo con gran oficio.
Pero una vez
más terminó el concierto y me quedé con ganas. ¿Con ganas de qué? Pues de qué
va a ser, de sus propias canciones. Estoy SEGURO de que cuando empiecen a
componer ellos mismos alcanzarán el éxito personal porque su calidad es
innegable como banda y su creatividad también. Espero que pronto llegue ese
día!
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