Leer a Javier Cercas se ha convertido en sinónimo de acierto. Viene siendo así desde que leí “Anatomía de un instante” un extraño libro de autoficción sobre el 23F que me resultó tan estimulante como para convertirme en fiel seguidor suyo. Luego vinieron “Las leyes de la frontera”, que está siendo llevada ahora al cine por Daniel Monzón, “El impostor” y “Terra alta”, algunos de ellos comentados en este mismo blog.
Y estas vacaciones
he podido disfrutar de “Independencia”, o la continuación de “Terra Alta”. Una
magnífica novela en la que seguimos de cerca a Melchor Marín, ese policía
oscuro y sensato al mismo tiempo, con quien se empatiza desde el principio, pero
que también horroriza en algunos momentos, desconcierta, y siempre, siempre,
convence. ES un personaje protagonista complejo. En mi opinión, arriesgado, en
absoluto políticamente correcto y, desde luego, con más aristas que un
poliedro.
Independencia es
una novela mucho más oscura que Terra Alta. En mi opinión, tiene una estructura
dirigida muy directamente a la víscera del lector, sin filtro. Para que quien
la lea tenga que digerir lo que Javier está contando y aceptarlo, tal cual, sin
ambages. Durante mucha de su lectura inicial te olvidas casi totalmente de
Terra Alta, salvo en las menciones que se hace a Gandesa y la zona, pero la
novela parece transcurrir por una investigación diferente.
Hay una crítica
clarísima a los poderosos del dinero, pero sobre todo a las clases políticas
catalanas “de siempre”, a los que “siempre” han mandado y han ostentado todos
los poderes imaginables, que han resultado (hasta ahora espero) impunes.
Es muy curiosa la
mención a Ada Colau en pasado, lo que nos sitúa en un escenario futurible que
será interesante analizar dentro de un tiempo.
Si quienes
ostentan el poder económico, financiero y político se ven a sí mismos como intocables,
aquí está Melchor para demostrar que la impunidad absoluta no existe y que,
otra justicia, por difícil de asumir que nos parezca, existe y es posible.
Javier une de
forma magistral las dos novelas. Me parece un círculo perfecto y una
finalización que hacía tiempo que no leía en una trilogía o en una serie de
novelas relacionadas. En esta ocasión Independencia satisface, convence y
calma, en cierta forma, esa hambre que todos tenemos por la búsqueda de la
justicia, por la necesidad de que quien la hace la pague, de que el poderoso
corrupto no quede impune.
Una lectura que
me ha enganchado de principio a fin entre mojito y piña colada y que he devorado
en apenas tres días de mis vacaciones.
Recomendable 100%.
Eso sí, leed primero “Terra Alta”.
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