Y gracias a esa casualidad, he llegado a esta banda texana
de Dripping Springs, Midland, que debutó en 2016 con el álbum que yo los
he descubierto, titulado On the Rocks, y que fue declarado nada menos que el
mejor álbum Country por el Washington Post. Y que ganó también el Grammy a mejor canción
country del año con este single que cantaba el chico de 19, titulada Drinking
Problem.
Los que me conozcáis sabréis que siempre me ha horrorizado
el country en general como género musical (en cierto modo por desconocimiento) y
creo que nunca he escuchado más de dos canciones de un mismo disco.
En esta ocasión, en On the Rocks ,su primer
disco, Midland deshacen ciertos de mis prejuicios, orientados hacia la
testosterona de los cowboys y las letras demasiado costumbristas de la América
profunda. On the rocks está compuesto en mi opinión por canciones
pop. Sí, tienen una melodía sencilla, sin excesivos arreglos vocales ni
alargamientos en las notas agudas, batería suave de acompañamiento y ritmo
bailable. Drinking Problem me parece una maravilla de canción y estaría muy
bien escucharla cantada por una it band inglesa del momento. Estoy seguro de
que funcionaría igual.
Otros prejuicios que borra Midland son sobre todo, la
estética. Sus ropas, llenas de colorido, flores, abalorios y arreglos de todo
tipo y gran variedad de sombreros y botas, no parecen pertenecer al reino
testosterónico heterosexual precisamente. Aún más, cuando su siguiente álbum,
ya publicado, Leti t Roll destila color rosa y dorado por los
cuatro costados, así como poses definitivamente no heterosexuales o al menos no
pertenecientes al prototipo de cowboy machirulo de los westerns al uso. Me
recuerdan más a la estética de los setenta, con los pantalones acampanados, las
poses descaradas y la falta de arreglo en el peinado. Una estética que, si
quitásemos la referencia americana y los sombreros de cowboys podría encajar en
alguna de las épocas de Bowie, por ejemplo.
Ya sé que algun@ se estará llevando las manos a la cabeza
con esto último que he dicho, pero si lo analizáis detenidamente tiene un
cierto sentido.
Bueno, no sé si ha sido el exceso de calor veraniego, los 49
que acaban de caer, la necesidad de desdecirme de cosas conforme voy cumpliendo
años o simplemente las ganas de buscar cosas y músicas nuevas me han llevado a
este punto. No digo que me vaya a adentrar ahora en el country, no creo que tenga
tanto recorrido pero sí que he disfrutado de este álbum y os lo recomiendo como
descubrimiento musical de septiembre.
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