Petra Dindinger
es una ESCRITORA SINGULAR. Sus relatos
nos regalan trazos de historia, de pasión, de relaciones humanas y de
costumbrismo. Siempre están magníficamente documentados, con rigor, con un
profundo estudio de la época y de las costumbres de cada momento en que sitúe
su trama. Y Petra nos transporta a través de un viaje en el tiempo a épocas
pasadas, a escenarios trascendentes en algunos momentos de nuestra historia, o
pintorescos en otras ocasiones. También nos enseña, enriquece nuestra cultura
con retazos de curiosidades de cada momento y nutre nuestro conocimiento de
personajes históricos y sus andanzas. Por eso es un doble placer leer a Petra,
porque disfrutas con las historias que crea y porque aprendes a la par, con
ellas.
He podido compartir con Petra el Taller de escritura online
Sanscliché, impartido por Rosario Raro y ha sido un verdadero placer comentar y
disfrutar cada semana sus relatos.
Petra es ya una escritora multi publicada con tres libros en
el mercado: La Barrera, Eternos y El Enmarcador, recién
publicado con editorial ACEN, cuya lectura abordaré en breve.
A continuación comparto con todos vosotros, lectores, un
relato de Petra en esencia pura, con historia, con amor, con pasión y con arte.
Por favor, leedlo, es precioso.
Y para que conozcáis un poquito más a su autora, una breve
entrevista a continuación.
Podéis también verla en este vídeo de la editorial ACEN
https://www.facebook.com/ACENeditorial/videos/1553082638112266/
Podéis también verla en este vídeo de la editorial ACEN
https://www.facebook.com/ACENeditorial/videos/1553082638112266/
El amor que
nace repentinamente más tarda en irse.
(Jean de la Bruyére)
MÁRMOL SEDOSO
“Un amor escultural”
—Friné, Friné, no me mires a mí, mira hacia
la derecha, por favor. ¿No ves que me apartas del trabajo? —Praxíteles dibujaba
con rapidez el primer esbozo sobre papiro de lo que se convertiría en la
escultura de su Afrodita soñada, la que tenía delante de sí.
Había tenido muchas modelos, ninguna tan
hermosa ni perfecta como Friné. Ambos estaban bajo los efectos de un febril
enamoramiento y la hetaira de eso entendía más que él. Sabía que lo tenía
atrapado, pero también ella se licuaba mirándolo cuando trabajaba. Se le
despertaban todos los sentidos y cuando a él le sobrevenía el ataque fogoso del
sublime deseo, tiraba las herramientas al suelo y ambos se entregaban a las
llamas del fuego encendido por Eros.
Con el tiempo la profesionalidad del escultor
hizo comprender a Friné que una cosa era el trabajo y otra la diversión. Y
Praxíteles se tomaba su oficio muy en serio. Tanto como el amor hacia ella,
pero su sentido común equilibraba la balanza del deber y del placer. Hasta
Friné se contagiaba y refinó su ya amplia educación. En los ratos que podía
relajarse, encargaba a los oradores de la confederación que la instruyesen en
las filosofías modernas para discutirlas y comentarlas después con él.
Modelaba con yeso primero, y era tan
perfeccionista que hasta no obtener una figura totalmente natural, no dejaba de
retocar la masa tanto que Friné a veces se cansaba de la postura. Praxíteles no
quería utilizar el bronce, quería un cambio y había ensayado con mármol,
material novedoso para la escultura. Cuando lo probó por primera vez se quedó
entusiasmado con el resultado. Quería conseguir su sueño de esculpir una
Afrodita tan hermosa que perdurase a través de las generaciones. Pero el bronce
no le gustaba, no transmitía el tacto sedoso que conseguía con el mármol. Su
modelo tenía el cuerpo tan extraordinariamente bello, soñaba día y noche con
él. La figura debía tener una inclinación especial, con un contorno sinuoso de
cadera que solo lo podía lograr si ella levantaba un poco esa parte del cuerpo.
El peligro estribaba en que lo levantase demasiado; él era capaz de imaginarlo,
pero tenía que ser natural, como un movimiento real.
—Friné, hazme caso, gira tu tronco
ligeramente, solo un poco, y ahora levanta esa parte de tu cadera otro poquito;
sí, sí, ahora, ahora mantente quieta. No te muevas, por favor. Ya casi lo
tengo. Si logro lo que tengo en mente, vas a ser inmortal, querida, vas a
perdurar a través de los siglos. Te voy a conceder un regalo muy valioso. Pero
por las barbas de Zeus, no te muevas.
—Me gusta la inmortalidad, Praxíteles, pero
tal como estoy ahora: de carne y hueso, no con materiales fríos. Con el calor
que me produces cuando nuestras pieles se rozan y me haces vibrar. ¿De qué me
sirve la inmortalidad cuando mi alma ya no esté contenida en mi cuerpo?
—¡No hables! Cuando hablas mueves la cadera y
necesitaremos repetir hasta alcanzar la misma posición. Esta pose es primordial.
Lo demás es fácil de conseguir, pero… aguanta, aguanta sin hablar.
Así estuvieron largo rato. Él trabajaba
frenéticamente y tras dos vaciados de la clepsidra, el reloj de agua, suspiró y
lanzó una exclamación de contento. Se apartó, dejó que Friné descansara y le
cogió la mano.
—Ven, mira…
—¿Esa soy yo? —preguntó con picardía y se
miró al espejo de cobre pulido que se encontraba sobre el tablero de la mesa
para los utensilios.
—Sí, con toda certeza. Ahora vístete y ve al
almacén a elegir una de mis obras.
Friné cruzó el pasillo hasta el almacén y se
vio rodeada de esculturas de todas dimensiones. Unas cuantas a tamaño natural.
Se fijaba en las más grandes, suponiendo que serían las más valiosas, pero no
sabía por cuál decidirse. Tardó mucho en salir y Praxíteles la miró.
—Todavía no me he decidido, hermoso mío, no
tengo prisa, porque tengo toda la vida contigo por delante, ¿no?
El escultor se sonrió. Días después, durante
una sesión de modelaje, estando ella en posición yacente, entró corriendo la criada
de Praxíteles gritando que salía un humo negro del almacén. El escultor se
quedó tieso y ordenó enérgicamente salvar la figura de Eros, recién acabada. Él
mismo traspasó el pasillo hasta la estancia contigua y vio que solo ardía el
fuego del brasero. Friné supo así cuál era la pieza más valiosa para su amante.
Se la pediría tras algún acto amoroso especial.
ENTREVISTA SINGULAR
1.- Aunque ya eres una autora publicada, si te dieran la posibilidad de
publicar una novela con una gran editorial ¿sobre qué tema te gustaría
escribirla?
No me planteo ya ninguna gran editorial, pero el
tema que tengo entre manos estaría bien, aunque ya está comprometido con una
editorial pequeña. Se trata de una historia entre las dos guerras mundiales en
Alemania. Otro sería algo que tengo en el cajón comenzado y por varias
dificultades no pude llevar a cabo. Siempre aparece algo histórico en mis
escritos, la del cajón es de un pintor del siglo XVI del que se ha escrito
mucho. Igual lo retomaré algún día.
2.- Imagino que como buena escritora que eres serás también una gran
lectora, ¿en qué momento del día te gusta más leer?
Sin duda alguna de noche, cuando ya todo está en
calma.
3.- He podido disfrutar de tus relatos en el curso de escritura online
Sanscliché impartido por Rosario Raro . Cuando escribes, ¿qué temas o
situaciones te inspiran? O sea, ¿Cómo te enfrentas al folio en blanco? ¿Nos
podrías contar tu experiencia con los dos libros que has publicado? Y cuéntanos
un poco qué podemos encontrar en El enmarcador, que estoy seguro será
un éxito.
El folio en blanco tarda segundos en recibir color.
Solo necesito una palabra, una situación para comenzar. He publicado tres, la
primera novela fue el premio de novela “Ciudad de Irún” 1984. El enmarcador es como la vida misma, una lucha
por el enfrentamiento consigo mismo, el dar el salto a lo desconocido, aunque
sea en contra de las enseñanzas y creencias, el protagonista tiene que salir de
lo impensable para él, y se desencadenan unas vivencias jamás imaginados con la
ayuda de dos coprotagonistas.
4.- ¿Qué te acompaña cuando lees? ¿Y cuando escribes?
Cuando
escribo histórica me gusta la música que refleja aquellos tiempos, cuando es
actual, me inclino por la clásica que sea agradable. Y cuando leo me gusta el
silencio y vivir lo que se me propone a través de las letras que recorren mis
ojos y entran en mi ser.
5.- Hoy en día el número de publicaciones es enorme. Hay tal marasmo de
novelas, libros de escritores noveles y ediciones clásicas que es muy difícil
filtrar y decidir qué es lo que leemos. En tu caso, ¿qué es lo primero en lo
que te fijas para decidir leer un libro?
Casi
siempre leo para documentarme y si me puedo deleitar con ello, mejor que mejor.
Con los tiempos nefastos tras la República de Weimar no hay mucho deleite pero
puedo comprender todos los miedos y sufrimientos, eso enriquece humanamente.
Tengo un montón de libros en cola para leer, muchos de compañeros de editorial
o curso con Rosario Raro. Por supuesto, recomiendo con mucho énfasis La huella
de una carta y Volver a Canfranc. Ambas lecturas me han tenido atrapada de tal
modo que me olvidé del mundo que me rodeaba…
Pero si entrase sin más en una librería elegiría la
portada y contraportada y si la sinopsis me pareciera interesante, sería el
libro elegido.
6.- Vivimos en el mundo de la hiperconexión. ¿Utilizas las redes
sociales? Cuáles son las que te parecen más interesantes y por qué.
Las
redes me parecen imprescindibles para estar conectada al mundo, porque no veo
televisión y no sabría qué pasa en la cercanía y lejanía. Utilizo facebook para
saber de mis amistades, ciertos blogs muy interesantes como el tuyo y los que
enseñan truquillos para la escritura, porque ayudan a no tener que desplazarse.
7.- ¿Eres escritora de día o de noche?
En
cuanto pillo un rato, me gustan las mañanas. Pero no siempre es posible.
8.- Aparte de la literatura, ¿qué otras artes te gustan? Cuéntanos un
poquito cuáles y por qué (si es que hay un porqué).
No soy
muy artista, sí he sido muy deportista. Solo he pintado un óleo en mi vida, que
es un autorretrato (por detrás, por delante me era imposible). Me encantó que
mis nietos de pequeños siempre me identificaban con esa mujer sentada sobre un
espigón en la playa… Lo pinté a lo Van Gogh, además, como él bajo un ataque de fiebre en 12 horas
repartidos en dos días. Fue algo compulso.
9.- Te pido ahora unas respuestas rápidas
a) ¿Nos recomiendas un libro?
El lazarillo de Tormes
b) Un personaje literario que sea
inspirador para ti.
Alexis
Zorbas de Kazantzakis
c) ¿Qué género literario te
apasiona más?
Histórico
d) ¿Eres de radio o de
televisión?
Radio
sin duda alguna, durante el desayuno y conduciendo
e) ¿Mar o montaña?
No
puedo prescindir de mar ni de montaña
f) La última cosa que te haya
sorprendido tanto que todavía la recuerdes.
Estar
buceando a cuarenta metros de
profundidad rodeada de cientos de
barracudas por
Cap de Creus.
g) Una canción o cantante que
tenga para ti un significado singular
1492
de Vangelis
10.- Para terminar, me gustaría que definieras una escena lo
más cercana posible a tu felicidad.
Mi escena de la felicidad es tener la sensación de libertad estando en el mar y abrazar con la vista las montañas de enfrente como también viceversa, estar en la montaña con alas y ver el mar como símbolo de libertad. Un buen paisaje hace sentirme unida al universo, eso es la felicidad máxima
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