ARTE es una ola de reflexión. Además de suponer mi
reencuentro con la lectura de teatro, algo que no hacía desde que actuaba cuando
era adolescente en distintas obras en las que podía más nuestro ímpetu que nuestra
capacidad interpretativa, seguramente, esta obra de la multipremiada Yasmina
Reza era una de mis objetivos desde hacía meses.
Debo decir que no me ha defraudado, a pesar de que mis
expectativas eran altas porque me la habían recomendado lector@s y escritor@s
de todo tipo y condición.
Como decía antes, para mí ARTE es una ola de reflexión, que
se aleja y que retorna pausada, de análisis de la condición humana, de las
relaciones interpersonales y de lo que de verdad importa en la vida de cada
uno. La originalidad con la que Yasmina lo desgrana en forma de diálogos, a
veces muy simples, hace que al terminar su lectura uno se pregunte por ciertas
cosas, por conceptos fundamentales de la condición humana y reflexione si realmente
le dedica el tiempo que merece en su ajetreado día a día.
Me encanta especialmente que la chispa del conflicto, la
gota que derrama el vaso o el aleteo de la mariposa sea la adquisición de un
cuadro de arte contemporáneo, un tema que da mucho de sí para la discusión
sobre la superficialidad y artificiosidad del mundo en que vivimos.
Siento pena por haberme perdido la representación de esta
obra en cuerpos de Flotats, Pou e Hipólito, que sin duda elevaron todavía más
le nivel intelectual del guion teatral.
Una buena recomendación para esta era que comenzamos
post-covid y que, debería de habernos desplazado a otro lugar, a una posición
más auténtica y arraigada en lo que de verdad importa.
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