Tardes de verano baldías
Abandonadas a la nostalgia
Que la madurez rememora.
Sesiones de adolescente amor
Remozadas por pasiones incontrolables
Atardeceres yermos
Culpables de mal de amores
Que una vez malsufrimos
Y tantas veces evitamos
Gustaríamos a borbotones
De tornar a calmos crepúsculos
Y veneradas experiencias
Que acrecentaron nuestra
Libido sin par
Pero el esplendor
De la erudición alcanzada
Nos mantiene presentes
Con la mente en el recuerdo.
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