Y es que ver triunfar como ayer vimos a un grupo que lleva
ya 35 años en los escenarios y ha vendido más de veinticinco millones de discos
es mucho decir. Y me refiero a triunfar, no a hacer un concierto de grandes éxitos,
los éxitos masivos de los ochenta, sin ninguna dedicación al fan ni interés por
sacar discos en los últimos años como han hecho otros tantos
grupos-dionasaurios. Los Pet Shop Boys
no son de éstos, sino todo lo contrario. Con una carrera mucho más brillante en
mi opinión en los años 90, y una muy digna trayectoria desde el año 2000, han
seguido sacando discos hasta el último álbum publicado en 2016 titulado Super
con supersingles de pegada mundial como The Pop Kids, apodo con el que se les conoce en Londres y desde
luego en medio mundo porque lo son, para mí son los indiscutibles niños pop que
han ensalzado este tipo de música hasta convertirla en una música perfecta.
Pet shop boys
fueron acusados en sus comienzos de falsos, de no realizar directos, de hacer
música enlatada. Nada más lejos de la realidad. En momentos como este en el que
la electrónica es fundamental de los grupos de post-rock y de influencia
masiva, ellos la saben imbricar con melodías pegadizas, letras pop y una puesta
en escena visual con creaciones de videoarte de perfección sin límite. Lo de
ayer fue mucho más que un concierto, fue un evento audiovisual, en el que la
parte videográfica, luminosa y de efectos escénicos estaba al mismo nivel
artístico que la musical.
Neil Tennant y Chris Lowe están más en forma que nunca.
Parecen un grupo de los dosmildiez, o sea de ahora, no parecen un grupo de los
ochenta, ni de los noventa, parece que han lanzado su primer disco hace poco y
eso es porque su música es atemporal, sus arreglos electrónicos conectan con los
jóvenes, con los de más de treinta, de cuarenta, de cincuenta y hasta de
sesenta, porque su musicalidad es eso, arte en estado puro.
Son un ejemplo de trayectoria, de evolución coherente con la
edad que adquieren y de indudable implicación y dedicación a su público. Ya
querrían otros muchos grupos míticos estar a este nivel.
Ayer Pet shop boys
compitieron muy dignamente en público con The
Kooks, banda que atrajo a miles de fibbers jóvenes, muchos de veintitantos
y otros no tan jóvenes. Mantuvieron la explanada llena, la gente bailó sus
canciones en un concierto que se nutrió de temas de sus últimos discos, de los
dosmil y pico. Pocos singles masivos de los 80 y 90 lo que aún dignifica más su
apuesta por la innovación y por el tren del que tira el Fib.
Si ya era fan de Pet
Shop boys, creo que ayer, nos hicimos mucho más “fans” los tres, Izan (doce
años), Adrián (10 años) salieron canturreando …. They call us the pop kids……cause we love the
pop hits…. Y yo.
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