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jueves, 30 de septiembre de 2021

Titulares del absurdo (de la corrección política imperante)


Llevo ya un tiempo leyendo unas cuantas noticias que me dejan perplejo. Se trata de temas alejados de la inminencia e importancia del presente, volcán en erupción, pandemia COVID, situación económica, o cualquier tema político del momento. Pero no por ello me parecen menos merecedoras de nuestra atención.

Lo que me ha decidido a escribir esta reflexión es la pátina común que los unifica, que es la absurda corrección política que se está pretendiendo instaurar en aras de una supuesta mejor convivencia o no sé muy bien p’a qué. O sea, corrección política progre absurda, innecesaria y, sobre todo, artificiosa.

Comentaré 3 de estas noticias de página interior: La primera tiene que ver con la película Brokeback Mountain en la que durante una entrevista se deja entrever o se pseudopregunta al protagonista que qué piensa de haber interpretado a un personaje homosexual, no siéndolo él en la vida real. ¿En serio? ¿Eso es una pregunta? Francamente, estamos en 2021 y ¿preguntamos o sugerimos esto como tema de entrevista? Alucino. Ahora tendremos que preguntar a cada actor que ha hecho de psicópata o cada mujer que ha hecho de monja o cada joven que ha hecho de drogadicto o a cada… la frase se termina por sí misma. 

https://www.20minutos.es/cinemania/noticias/jake-gyllenhaal-tiene-sentimientos-encontrados-sobre-brokeback-mountain-eramos-dos-tios-hetero-interpretando-esos-papeles-4836453/

Así, mientras que Brokeback Mountain resultó escandalosa en 2005 por presentar un romance entre dos varones (y cowboys, por añadidura), ahora podría despertar rechazo por el hecho de que sus actores protagonistas, Jake Gyllenhaal Heath Ledger fuesen heterosexuales. 

La segunda noticia tiene que ver con la portada del disco Nevermind (que vendió 30 millones de discos) en 1991 de Nirvana, en la que sale un bebé (Spencer Elden) que ahora, con 30 años cumplidos, ha demandado al grupo por supuesta pornografía infantil.

La tercera es la carta que el papa ha enviado con motivo del bicentenario de la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México para firmar el acta de declaración de independencia, y el revuelo y debate que ha generado en torno a la acción de los “colonizadores” o “invasores” según quién lo debata en el siglo XV y XVI. Y es entonces cuando alucino al leer cosas como que en su momento los católicos violaron los derechos humanos en sus acciones de colonización. O sea, hablamos de derechos humanos en 1500 cuando una parte de la humanidad estaba sometida por la otra. ¿Queremos homologarlo a lo que se considera ahora como derechos humanos? ¿Queremos reinterpretar toda la historia de la humanidad según los parámetros de la actualidad, con una sociedad evolucionada 500 años después? No veo mayor disparate. La llamada conquista de América fue lo que fue y punto. NO hay que darle más vueltas, igual que la colonización de áfrica del siglo XIX o la expansión del imperio británico, del otomano, del de Gengis Khan, y así otra lista interminable e inclasificable y, de todas todas, incalificable bajo los parámetros de 2021.

Termino esta reflexión con unas cuantas observaciones más acerca de la corrección política actual, como la eliminación del género en la entrega de premios al mejor actor / actriz (que ya no se llamará así) en el festival de San Sebastián, la asignación de cuotas a minorías en la entrega de los premios de Hollywood, el uso absurdo del os/as de los políticos y algunos presentadores, pero que solo lo usan en la primera frase y en el resto del párrafo se les olvida, porque claro, duplicarlo en todo un discurso lo hace interminable… en fin, un sinfín de sinsentidos desde mi punto de vista.

Voto por ser claros, por no tener complejos, por llamar a las cosas por su nombre. No pasa nada. Es mucho más constructivo, menos disruptivo y, por supuesto, más satisfactorio.

martes, 28 de septiembre de 2021

SERIE VIDEOARTISTAS/5: LOIS PATIÑO

Retomamos la sección sobre videoartistas una vez terminado el verano con una joya creativa y cinematográfica: LOIS PATIÑO.

Yo lo he descubierto con su montaje multi pantalla titulado TIEMPO VERTICAL, calificado por el artista como el tiempo de la consciencia y de la revelación poética, grabado en Marruecos y en el que plantea una contraposición entre lo estático y el movimiento. Normalmente somos las personas las que nos movemos en un escenario que permanece estático e inamovible. Pero Lois ha llevado su proyecto al contrario y ha plasmado la inamovilidad de la figura humana a lo largo del movimiento del escenario natural, compuesto de viento, agua tierra y luz, a lo largo de su trayectoria natural del paso de las horas.

Aquí el link de una clase magistral que impartió en el entorno de ART MADRID PROYECTOR 2020 muy interesante

https://www.youtube.com/watch?v=jNsplN_5rLM

Actualmente se encuentra en pleno rodaje de su nueva película (después de la exitosa Costa da Morte) en la que intentará fusionar la ficción con el ensayo documental y audiovisual, con actrices no profesionales y donde va a experimentar con esa ambivalencia entre lo inabarcable de la inmensidad y lo inmediato de lo concreto y anecdótico, siempre surcando la idea de espacio y tiempo desde un punto de vista muy distinto.

Explorar a Lois Patiño me ha introducido en un camino nuevo para mí, en el que se investigan nuevos lenguajes narrativos alejados de la oficialidad del documental o del corto para entrar en una visualización contemplativa de este nuevo tipo de cine.



Si quieres salir de tu zona de confort, de lo establecido, de lo trillado, descubre a Lois. Es total.

domingo, 26 de septiembre de 2021

Volver a empezaaaarrr!

Así parece que se escuchó la mítica frase allá por 1983 en Hollywood y así me siento yo en este momento. Lo mío ha sido después de 18 meses sin coger un avión. 18 meses de pandemia, de información excesiva y desaforada sobre cifras, casos, contagios, muertes y terribles consecuencias que lamentablemente ha tenido para tanta gente.

Yo, desde que me vacuné, empecé a retomar actividades normales que dejé de hacer en marzo de 2020: La primera, ir al gimnasio, lugar en el que las mascarillas son un mero aditamento sin uso porque en el 80% de los casos está por debajo de la barbilla. La segunda, coger el tren. Para mi sorpresa, el precio se ha duplicado. Y no es porque se deje un asiento vacío entre dos pasajeros para cumplir la distancia de seguridad, no, qué va. El tren iba lleno a rebosar. Pero me costó exactamente el doble… La tercera, viajar fuera de España. Primer viaje de trabajo en 18 meses, con ciertos nervios (quién me lo iba a decir a mí después de llevar 20 años sin parar de viajar por todo el mundo). Las razones: la incertidumbre, sobre si habrá controles, si habrá distancia de seguridad, si habrá toma de temperatura, los aeropuertos quizá estarán medio vacíos, habrá poca gente que volará…

Como ya me temí ayer antes de salir, quizá simplemente todo sigue igual que antes de marzo del 2020 y toda la imagen que yo he creado en mi cabeza ha sido exageradamente deformada por la sobreinformación del COVID. Pues eso, como si el COVID fuera una mera anécdota: Aeropuerto de Valencia absolutamente lleno de gente. Colas para facturar sin ninguna distancia de seguridad, más allá del palmo que se puede conseguir mantener sin que te toquen por uno u otro lado, restaurantes dentro de la terminal llenos, todo el mundo sin mascarilla obviamente. El vuelo repleto, más de una mascarilla por debajo de la barbilla y a ver quién es el chulo que le increpa al susodicho para que se la suba… Ni control de temperatura, ni cuestionario de ningún tipo, un mero vistazo al certificado COVID que es verdadero pero podría ser completamente falso… En el avión dan comida, con lo cual todo el mundo se quita la mascarilla y ya muchos aprovechan para no ponérsela de nuevo…

En fin, tengo la sensación de que me hubiera quedado dormido, como una cabezada de medio día y me hubiera despertado en una realidad idéntica a la anterior salvo por el hecho de que todo el mundo lleva una mascarilla, mejor o peor puesta.

Y con esta vuelta a la normalidad, vuelvo a los problemas de la antigua normalidad: estrés, desubicación horaria del sueño, rutina de vuelos, tiempos de espera interminables, conexiones en aeropuertos en soledad, wifis deficitarias y comida envasada. O sea, todo aquello que había olvidado por completo me acaba de dar en la cara, con una realidad y una normalidad que no esperaba y que, me temo, también ha llegado para quedarse.

Escrito esta crónica desde mi conexión, larguísima porque imaginaba que habría controles exhaustivos… ingenuo de mí, así que voy a dedicar las horas que tengo a la lectura, eso sí que va a salir ganando con este Volver a empezar!


jueves, 16 de septiembre de 2021

Descubrimiento musical de septiembre-2021 – WILL YOUNG

Daniel


El descubrimiento musical de septiembre no es, desde luego, un artista novel. Will Young es un cantante y actor británico que ganó el concurso Pop Idol en su primera edición en 2002, momento en que comenzó su carrera y que ha llegado a mí de la forma más insospechada. Ha sido el algoritmo que ha relacionado mi gusto y seguimiento del grupo Everything But the Girl con su versión del tema Missing en el nuevo álbum que ha publicado este verano.

Cosas incomprensibles e indescifrables de los entresijos de internet que me han hecho descubrir a este cantante que me ha retrotraído a las canciones melódicas pop de finales de los 90.

Escuché primero el single, Daniel, y, sin conocer nada de él me pareció que estaba escuchando a la vez el pop del 89 y el pop actual de cualquiera de los cantantes que lo petan este año. Fue una unión extraña, con más de 30 años de separación.

Luego profundicé más en las 10 canciones del disco, titulado Crying on the Bathroom Floor y entonces sí, reconfirmé que su forma de cantar, su lírica, los arreglos y las melodías pop tienen un claro arraigo en el final de los 80 e incluso principios de los 90.

Diez canciones revisitadas por él (que no versiones) de diez artistas femeninas que él admira. Lo curioso es que nueve de las diez corresponden a artistas de bien entrado el siglo XXI. Tan solo el tema de Everything But the Girl corresponde a un grupo de los ochenta, eso sí, el tema en cuestión, Missing fue un bombazo en las pistas de baile con sus mil interminables remezclas en 1994 y formó parte del relanzamiento del grupo en su segunda etapa, la electrónica, después de la grave enfermedad de Ben Watt.

Pero vuelvo a Will Young. El disco ha llegado al top 3 de la lista británica, nada desdeñable y al número de la lista de discos independientes. Y el track list con las 10 canciones me lleva a 9 descubrimientos nuevos que voy a explorar, en especial MUNA, banda americana de pop electrónico.

Con varios discos ya publicados y unos cuantos premios Britt’s, su carrera como actor no es menos importante. Ha participado en series de terror como Bedlam, ha sido actor de teatro o grabado audiolibros. Todo ello conforman un artista multidisciplinar y actual que me ha convencido y que voy a seguir a partir de ahora.

domingo, 12 de septiembre de 2021

Universo abstracto - una exposición de Wences Rambla (en Villa Elisa)

Acudir a una exposición del maestro del arte abstracto y geométrico de Castellón es siempre un sinónimo de acierto. En esta ocasión, fue nuestra visita a la exposición que acoge Villa Elisa, marco incomparable, titulada “Universo abstracto” con una selección de óleos y vinilos digitales de Wences.

Sin duda, un acierto el entorno donde degustar tan estupenda exposición, pues Villa Elisa, en sí misma, es un museo y pasear por su interior y sus jardines, una delicia.

Ya pudimos disfrutar en julio de 2019 de la (mucho más amplia) retrospectiva titulada “50 años de abstracción pictórica” que el Museu de Castellón acogió durante algunos meses. Ahí descubrí un artista que me maravilló por el dominio de la técnica geométrica, por la conceptualidad de su abstracción geométrica y por el dominio del color y la textura, dos elementos clave, en mi opinión, en su obra.

https://loabsolutonoexiste.blogspot.com/2019/07/wences-rambla-50-anos-de-abstraccion.html

En esta que reseño ahora, hay una parte dedicada a la creación fotográfica modificada a partir de instantáneas lumínicas de varias ciudades, muy interesante, con una factura más fría que sus óleos, más industrial pero igualmente inspiradora.

Su cuadro titulado Pandemia es, sin duda, la estrella de la exposición por motivos obvios, con esas barras rosadas verticales simulando una reja, la reja que nos ha mantenido recluidos de nuestra libertad durante meses pero a la que, intuyo que de forma alegórica y transgresora, Wences ha pintado de un color vital, mirando al futuro y a la esperanza. 

Aunque es una exposición pequeña, merece la pena visitarla porque está compuesta de obras inéditas, algunas de ellas elaboradas durante la pandemia, por su nueva apuesta por la fotografía digital y porque siempre, siempre, visitar una exposición de un referente como Wences Rambla es un motivo de interés y placer.

Si podéis, no os la perdáis. Vale la pena.






viernes, 10 de septiembre de 2021

YO HE VENIDO AQUÍ A HABLAR DE MI LIBRO - ANDRÉS RODRÍGUEZ DOMINGO

 ENTREVISTA ANDRÉS RODRÍGUEZ DOMINGO

La lectura de la novela de Andrés Rodríguez Domingo titulada #Eldolordelasal ha removido muchas cosas en mi interior. Me ha dejado sin aliento en muchas ocasiones, ha nublado mi vista cuando las lágrimas caían en cascada sobre sus hojas pero también me ha permitido respirar en determinados momentos cuando una luz, por pequeña que pareciese, alumbraba tímidamente el horizonte de Stina. 

Andrés ha parido una novela que se mete en tus entrañas, te incomoda, retuerce tu conciencia y te obliga a enfrentar muchas cosas. Es sin duda una novela necesaria. Solo puedo dar un GRACIAS con mayúsculas por haber creado esta historia, muy documentada, con multitud de aristas y personajes singulares que te transporta al mundo del terror doméstico, de la deshumanización y que te obliga a no ser un espectador más de la barbarie, a no acostumbrarte a escuchar las noticias de los asesinatos de mujeres  como una cosa más, sino a rebelarte contra ello, a luchar, a ayudar, a contribuir aunque sea mínimamente, con este testimonio de lectura, a su erradicación.

De nuevo, y simplemente, GRACIAS.



miércoles, 8 de septiembre de 2021

EL COVER - Una película necesaria

 

Empiezo esta crónica sobre la primera película dirigida por Secun de la Rosa, titulada El cover, diciendo que era una película necesaria.

Es, sin duda, una anomalía en la cinematografía española. En primer lugar, que un actor mayoritariamente y mal denominado “secundario” (que ya tiene tela para alguien llamado Secun) se lance a la dirección y consiga financiación para ello. Mas aún habiéndolo hecho en plena pandemia del COVID-19. Incluso más tratándose de un musical cantando en español y para rematar la faena, con una historia que transcurre en Benidorm.

No son mimbres fáciles para convencer a los productores a arriesgar su dinero, pero él, lo ha conseguido. Y cuando ves la película lo entiendes. Sólo hay una razón: su alma.

El cover destila humanismo, solidaridad, dignidad, arte y generosidad por los cuatro costados. Nos enseña una realidad que existe, que es mucho más afortunada de lo que a priori puede parecer y que estructura la vida de una ciudad cosmopolita como es Benidorm: la de los cantantes de versiones e imitadores que trabajan en la red de hoteles y locales de la ciudad.

En la película ya se explica muy bien, el hecho de que cada persona que se dedica a ello, con mayor o menor virtud musical, con mayor o menor acierto, es una pieza necesaria para la felicidad y el disfrute momentáneo del público que acude a verla, sin importarle la certidud o falsedad de su persona y su acercamiento al original.

Hay en el guión, escrito por Secun, una profundidad que invita a la reflexión, sobre la “apariencia y falsedad” de lo que sucede en Benidorm, lo refleja y explica muy bien su protagonista cuando dice, bastantes veces, que él no quiere ser Cover, que quiere ser simplemente camarero. Me parece muy inteligente la forma en que Secun de la Rosa lo ha explicado. Como decía al principio, ha derramado su alma en la de los artistas que aparecen.

El momento perfecto, la mejor escena de la película, para mí, es el duelo de canciones que tiene lugar en un garito llamado “Spanglish” donde bandas de jóvenes alternan canciones en inglés y en español. Supremo.

Estoy seguro de que la película habrá tenido muchos detractores. La habrán llamado pacata, horterada, españolada y otros adjetivos similares, que se lanzan gratuitamente sobre todo cuando se juzga a un musical como es esta película. ¡Cuánto tenemos que aprender de los anglosajones que siempre, siempre, ponen en valor sus historias!

Os recomiendo que vayáis, si es que todavía sigue en cartel, a ver El Cover (yo la he visto en Prime Video). Como decía antes, es una película necesaria, musicalmente preciosa, con un Juan Diego, una Carmen Machi y muchos actores especiales y afinados, con un protagonista que me ha sorprendido mucho, al que me he creído, con su “normalidad”, algo difícil hoy en día de defender.

Un aplauso a Secun de la Rosa por su arrojo, por su perseverancia y por su primer acierto como director.


jueves, 2 de septiembre de 2021

La espía de Franco - mi crónica de lectura

Conseguí esta novela en su presentación, una tarde en la que el presentador (conocido del autor) decidió erigirse él en protagonista y soltar un soliloquio de más de media hora. En aquel momento había decidido comprar la novela para que la leyese mi padre (que por otros motivos relacionados con la memoria finalmente no ha podido leer) aún a pesar del aburrimiento que infundió al público asistente, lamentablemente, el presentador, haciéndole un flaco favor a la novela.

Cuando comencé su lectura, ahora casi tres años después de aquello, me gustó que enseguida se nombrase a Belchite, mi pueblo. Creí que la historia se pondría interesante. Es muy goloso el personaje de una espía que colaboraba a la vez con el régimen de Franco y con el servicio secreto norteamericano.

Sin embargo, la historia parece circular por otros derroteros. No quiero decir cuáles para no destripar el argumento, pero sí puedo decir que hasta la página 200 más o menos, la aparición de Letizia (la espía) es testimonial.

Intuyo que el autor ha querido dotar de verosimilitud el contexto en el que transcurre la novela con mucha documentación. Al menos así lo parece la cantidad de datos, cargos, nombres y apellidos que aporta para marcar el entorno y las circunstancias de cuanto va ocurriendo, algo que, para un lector como soy yo no muy ducho en el período de la contienda, ralentiza mucho la lectura y te saca de la historia continuamente ante la imposibilidad de retenerlos.

Cuando Letizia interviene en la trama o se narra su subtrama es, en mi opinión, cuando la novela gana mucho interés, ritmo y atracción para el lector, aunque no sea ella la protagonista.

Es una lástima que la editorial, desconozco los motivos si es que los ha habido, ha llevado a cabo una revisión y corrección muy pobre, y el texto está plagado de faltas de ortografía, tildes donde no debiera haberlas, frases cortadas con preposiciones que no deberían estar ahí etc. Una pena porque empobrecen mucho la lectura y estoy seguro de que no es culpa del autor.

Además, en mi caso como lector, tenía como referencia similar la novela de Enrique Bocanegra titulada “Un espía en la trinchera” sobre el espía Kim Philby, que me encantó.

En resumen, una cierta decepción con esta novela que apuntaba alto con la temática, con su contextualización y el momento en que transcurrió.