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miércoles, 5 de mayo de 2021

Kiss me Kiss me Kiss me – el disco que cambió mi vida

Puede sonar a titular excesivo, pero es literal. Hace ahora 34 años (allá por 1987) que andaba yo, con mis 16 años perdido en busca de mi identidad musical. Por un lado, mi entorno, mis amigos y el pueblo donde vivía, escuchaba sobre todo heavy metal, que a mí no me decía nada, y yo oscilaba entre escuchar a Kortatu o La Polla Records y a Depeche Mode o los Pet Shop Boys. Era un camino de difícil definición, pero estaba seguro de una cosa: No encajaba en mi entorno. Muchas veces me decía a mí mismo esa frase que seguramente habréis escuchado de sentirse como un pulpo en un garaje.

Bueno, pues así me sentía yo hasta que de repente, y por azar, una tarde en el pub de mi pueblo, apareció Robert Smith y los suyos, The Cure, en el programa Rockopop cantando el primer single de este disco: Why can’t I be you?

Why can't I be you?

El shock fue enorme, como si hubiese visto una aparición, porque en ese instante supe que había encontrado lo que andaba buscando sin saber exactamente de qué se trataba. Un grupo cuyo cantante salía maquillado con los labios pintados de rojo, pero no era gay, con el pelo cardado, realizando movimientos extraños y con un sonido distinto a todo lo que había escuchado hasta entonces me abrieron la puerta al sonido que entonces se llamaba engoladamente postmoderno.

Kiss me Kiss me Kiss me me adentró en el universo Cure, en sus discos, que empecé a descubrir poco a poco (los de las etapas anteriores) y ellos me llevaron a Sisters of Mercy, a Peter Murphy, a Morrissey, a Bauhaus o a Siouxie.

Había encontrado mi camino, mi música, mi identidad musical y personal.

Muchos han criticado este disco por su carácter (quizá) excesivamente comercial y su metraje excesivo, pero para mí supuso una revelación, una puerta que se abrió para que me adentrase en lo que desde entonces fue mi camino.

Contiene la que es para mí la mejor canción pop de The Cure: Just like Heaven, con una deliciosa melodía, 

Just like heaven

la canción perfecta para abrir los conciertos, The Kiss, con esa cadencia machacona de batería, y el trallazo punk de Shiver & Shake.

He bailado cientos de veces Why can’t I be you?, sobre todo en esa época, en las peñas, y en los pubs y desde entonces, he defendido siempre y sin rubor a todos aquellos que se sienten diferentes a lo que se les supone que deben ser. He adoptado siempre la mirada distinta, el punto de vista alternativo y la empatía, algo que me ha servido de muchísimo en mi vida profesional y personal, y todo ello se lo debo a este disco que me descubrió a The Cure. Sí. No exagero. Es tal cual lo cuento.

Así que celebro esos 34 años del descubrimiento y voy a bailarla una vez más.

2 comentarios:

  1. Hoy he vuelto a tu publicación. Ayer a la hora de cenar charlando con unos amigos salió The Cure. Comenté tu estupendo artículo, marvellous. Why can't I be you? Es una joya y como tal así permanece.

    Qué bonito notar como tú con pasión sientes The Cure.
    Te quieren tanto como tú a ellos. I'm sure.

    Abrzo

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  2. Gracias!!! es un disco al que vuelvo periódicamente porque me sienta muy bien. Espero que lo disfrutes también!

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