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sábado, 13 de marzo de 2021

Descubrimiento musical Marzo-2021: PHOEBE BRIDGERS

Es muy curioso cómo estos descubrimientos musicales del siglo XXI se cruzan en mi vida y en mis escuchas. En esta ocasión, el punto de origen fue el vídeo y el color, a través de un ejercicio sobre la utilización del mismo en la video creación del taller de video al que asisto, Trastorno Visual. Y en él, su profesor, Adam Brenes, nos puso un vídeo musical titulado I know the end, que me dejó completamente epatado.

Después comencé a investigar más acerca de la artista que lo había realizado, y descubrí a Phoebe Bridgers, que pasó a convertirse de inmediato en el Descubrimiento Musical de Marzo.

¡Quién me iba a decir a mí, amante de la música electrónica, de los ritmos mecánicos, del siniestrismo y de la música experimental que me iba a derretir por una cantautora estadounidense! Ver para creer.

Pero así es, Phoebe Bridgers, con apenas 26 años ha publicado un discazo desde Los Ángeles en 2020 titulado Punisher recibido con gran acogida por la crítica musical especializada (que todavía existe). Phoebe ha colaborado también con otras bandas, como Boygenius o Better Oblivion Community Center, aunque fue un cantautor desconocido también para mí, Ryan Adams, el que le dio el impulso definitivo como artista.

Punisher tiene 11 temas delicados y llenos de preciosidad musical, con melodías tenues y arreglos intimistas, minimals, que en algunos casos apenas arropan a la voz de la cantante. No hay apenas batería que marque el ritmo de las canciones ni grandes arreglos electrónicos o de posproducción, (autotunes y similares) que las magnifiquen, porque no lo necesitan. Simplemente son once canciones directas, que llegan a la médula sin más. El enorme atractivo de este disco es sin duda la voz de Phoebe, magnética y purista, con tintes de clasicismo y con brotes de novedad.

En el disco hay dos joyas:

EL OPTIMISMO: la canción Tokyo, lanzada por Phoebe en plena pandemia con un video realizado en plan casero con Croma, muy evidente, pero que desprende buen rollo, diversión y optimismo por los cuatro costados. Una canción para escuchar cuando se tiene un momento de bajón.

Tokyo - live

LA CATARSIS: la canción I know the End, la responsable de que yo esté escribiendo ahora sobre Phoebe, un tema frágil, en el que nos habla sobre ese final al que todos tememos enfrentarnos, con una melodía casi en descomposición, de bajo tono para dar protagonismo al mensaje y a su forma de cantar que finalmente estalla en un apocalipsis de ruido y distorsión, muy al modo de algunas canciones de los Smashing Pumpking, con su banda (potente y poderosa) como fantasmas en una pantalla destrozando la belleza de la canción y con Phoebe extenuada y agónica. Cada vez que la escucho se me pone la piel de gallina. Es impresionante. Hacía mucho que no me sucedía algo así con una canción.

I know the end

Phoebe actuó en el programa Saturday Night Live este año y en directo, en el momento de mayor apocalipsis del tema, empezó a destrozar su guitarra golpeándola contra el monitor hasta romperla dejando estupefacto al público. Un signo más de singularidad que me hace pensar que dentro de Phoebe como artista hay mucho más por descubrir.

Como colofón, el disco ha recibido 4 nominaciones a los Grammy: Mejor artista nuevo, mejor interpretación rock, mejor canción rock y mejor álbum de música alternativa.


La verdad es que las actuaciones que he podido ver de Phoebe en directo, demuestran una fuerza enorme, con una banda de rock más que potente y que seguramente aportarán al intimismo del álbum Punisher otra fuerza mucho más rockera.

Espero poder verla en directo por estas tierras más pronto que tarde porque creo que he descubierto a una estrella, y a las estrellas del rock siempre hay que verlas en directo.

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