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martes, 21 de mayo de 2019

Las óperas perdidas de Francesca Scotto - Mi crónica de lectura


Comencé la lectura de Las óperas perdidas de Francesca Scotto, de la escritora Elena Casero con dos puntos de interés: Por un lado la ópera, ese mundo fascinante que es mucho más que clásico y mucho más que teatro y mi curiosidad por ver cómo habría sido fusionada en la trama de una novela y por otro lado, el hecho de ser mi primera lectura de Elena Casero.
Además, había asistido ya a la magnífica presentación que Raúl Ariza hizo de la novela en la librería Noviembre de Benicàssim, donde siempre nos tratan muy bien.

Y para completar el estado perfecto pre-lectura me embarqué en un largo viaje por Irán-Turquía-Bangladesh. Así que disponía de tiempo, calma de vuelo y sosiego para acometer la lectura. Desde Estambul a Doha con escala hacia Dhaka, la saboreé.

Y enseguida recordé algo que Raúl mencionó sobre la prosa de Elena. Algo así como que al leer sus novelas parece que se han escrito de forma muy fácil y sencilla, con un lenguaje cercano, pero precisamente por ello, nada fácil de hacer. Desde el comienzo me gustó mucho el planteamiento del misterio de la novela y el posicionamiento de la autora a la hora de narrarlo. Para mí esta novela es una mezcla perfecta de música e intriga que te obliga a permanecer pegado a la página. Me gusta mucho la forma en la que Elena trata las relaciones personales, se nota quién domina a quién, cuándo hay una posición de subordinación, o de enamoramiento, de envidia o de homenaje. Hay un pasado que vuelve, que aumenta la intriga y que imbrica dos tiempos narrativos diferentes de forma magistral. Los diálogos son ágiles algo que a mí me interesa mucho como lector y la cantidad de información sobre el género operístico que dosifica a modo de pequeñas píldoras es la adecuada para interesarte por él, incluso si no se es demasiado aficionado al género lírico.

Mientras estoy escribiendo esta crónica de lectura, estoy escuchando la pieza Danzón no 2, dirigida por Alondra de la Parra (y he de reconocer que es la primera directora de orquesta que descubro).

Las recomendaciones musicales de Elena son otra de las joyas de su novela y aunque yo soy un mayor amante de la música de cuerda (no tanto la de viento) he de reconocer que me han conquistado.

Para completar mi crónica diré que el final me parece perfecto y no imaginé que iría por ese camino así que me ha sorprendido y gustado a partes iguales.

Si tuviera que definir esta novela con tres palabras, diría estas tres: Sosiego, descubrimiento e intriga.



1 comentario:

  1. Muchísimas gracias por tus comentarios. La definición final me ha encantado. Un abrazo muy grande

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