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jueves, 17 de mayo de 2018

OBSCURE en la Bóveda tocan SHOW (The Cure)

Era mi segunda vez con Obscure y acudí al concierto con el recuerdo dulce de la gran actuación que había podido disfrutar un año antes en el mismo escenario barcelonés. En esta ocasión con la intención de reproducir el LP Show, grabado por The Cure en Michigan en 1992 y publicado al año siguiente, al albor de la gira que realizaron tras publicar el álbum Wish, momento de mayor éxito comercial en su carrera.
Y sí, Show no es el mejor álbum de los Cure, claro. Está plagado de singles comerciales que se suelen corear en los conciertos y adolece de pocas canciones de la época oscura de Faith o Pornography o de las épocas experimentales de The Top o The head on the door, es un álbum con muchas concesiones a la comercialidad que además estuvo sobreproducido por un Robert Smith obsesionado con la precisión de sus grabaciones.
Sin embargo, todo ello queda diluido por los componentes de Obscure, por su garra, su presencia en el escenario y sobre todo su entrega a las canciones de su grupo de culto. En su concierto, desaparece la comercialidad y arrasa la calidad y sobre todo la autenticidad de esta banda barcelonesa.

Los acordes de Tape fueron una llamada a todos los despitados de La Bóveda que andaban con sus cervezas y conversaciones para que se fueran aproximando al escenario, ya que el show iba a comenzar. Y es entonces cuando explosionó Open, la mejor canción de apertura (junto con The Kiss, en mi opinión) para un concierto. Es una canción tipo de los Cure, oscura, con atmósfera, con sonido de guitarra distorsionada y con cierta melodía que la convierte en un gran comienzo. Después le siguieron una lista de singles al uso del momento de los cure: High, PIctures of you, Lullaby, Just like heaven, Fascination Street y A night like this. Nada que decir de tanto éxito comercial y radiofónico que tuvo su respuesta en el público que brincó y coreó masivamente.
Comenzó después la parte más interesante para mí del concierto, con Trust, otra canción atmosférica y Doing the Unstuck (más desconocida para el público que fue una cara B).
En aquel momento apareció un alter ego de Dave Gahan, llamado Xavi Devotional con el que interpretaron magistralmente The walk, intensa, altisonante y rítmica, como a mí me gusta. Xavi ofreció una voz profunda, interesante, que hizo buenas migas con la de Horacio. Un descubrimiento más del concierto.

Siguieron con tres singles bailables, Let’s go to bed, Friday I’m in Love y In between days que son tres canciones luminosas, melódicas, y levantaron en brotes y brincos a todo el público.
Y Obscure se adentraron en lo más personal del concierto con From the Edge Of The Deep Green Sea, larga y pausada, como le gusta a Robert interpretarla en directo y que yo degusté con enorme satisfacción. Le siguió Never Enough, uno de mis clásicos favoritos cuyo video incluyo en esta crónica y guitarreo de estilo personal de Marcos y para terminar la primera de las tres tandas, la eléctrica Cut donde Marcos ensalzó de nuevo la canción y la convirtió en himno y finalmente End, un gran tema para finalizar un concierto.


Pero claro, el público quería más y más y más y más y hubo dos encore: La primera serie con estilo variado, incluyendo canciones como Primary o Boys Don’t cry y la última, la del ya definitivo, con dos joyas, Charlotte Sometimes y Play for Today reclamada a gritos por un público entregado.
Obscure fueron rotundos en su actuación. Ofrecieron una mezcla de dominio de la interpretación musical, estilo propio y garra frente al público que los convierten en un producto triunfador. La pose de Carlos (más estática que la de Simon Gallup y que yo personalmente prefiero), el virtuosismo guitarrero de Marcos, las atmósferas de DAT que hacen la música de los Cure tan personal y otorgan la “marca” Cure y la batería indomable de Salva se unen a esa voz smithsoniana pero propia a la vez de Horacio que consigue algo tan extraño como transportarte a un concierto de los Cure pero a la vez disfrutar de un gran concierto de Obscure porque aunque su voz se parece a la de Robert, tiene algo más personal que la diferencia a la vez.

En este concierto volví a saltar, a cantar, a tararear, a quedarme estático, a disfrutar de la languidez de algunas canciones, a respirar el ambiente unívoco de tantas almas frente a Obscure que sentían igual, y transmitían su pasión por los Cure. Agradecí a Horacio y los suyos su compromiso con el fan de Cure, con actualizar su repertorio y con ofrecernos conciertos singulares como fue la rememoración del Show y hacerlo con gran oficio.

Pero una vez más terminó el concierto y me quedé con ganas. ¿Con ganas de qué? Pues de qué va a ser, de sus propias canciones. Estoy SEGURO de que cuando empiecen a componer ellos mismos alcanzarán el éxito personal porque su calidad es innegable como banda y su creatividad también. Espero que pronto llegue ese día!

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