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martes, 26 de septiembre de 2017

La escalera del gallinero - mi crónica de lectura

Tras terminar esta novela de Juan Carlos Núñez Mateo, me vienen inmediatamente dos ideas a la cabeza, quiero decir, sin pensar demasiado: La primera es lo bien que escribe, la estructura de su narrativa, la evolución de las tramas en paralelo, la descripción de los escenarios que te parece tocarlos y hasta olerlos. La segunda es ¿por qué ese título? Y es que yo el “dicho popular” que figura en la contraportada nunca lo había escuchado.

Mi primer “contacto” con esta novela fue por motivos muy diferentes a los que esta crónica me lleva. Andaba yo en la tarea de buscar editorial para la mía propia, ¿Cómo pudiste hacerme esto a mí? (que finalmente publiqué con Editorial Nazarí)


cuando Carlos Tosca (editor de La Pajarita roja), después de darme su elegante (y razonada) negativa me contó que acababa de recibir una novela que, habiendo sido rechazada en una ocasión anterior, su autor la había trabajado tan bien, que estaba “casi” para editarla tal cual. Aquella era esta que nos ocupa. Así que desde que supe que se había publicado, la tuve en mi lista de pendientes. Ahora ya la he leído y puedo hacer mi crónica de lectura.

Como decía al principio, lo primero que me ha llamado la atención es la buena factura de la prosa de Juan Carlos. No hay en ningún momento ningún atisbo de duda sobre cómo ha querido atacar cada tema, cada recoveco de la trama o de cada personaje. Parece maduro, con las ideas claras de lo que quiere decir y por qué y una vez te sumerges en la trama y acompañas a Valerio, te integras en la sociedad del pueblo al que acude. Pero consigue introducirte tan bien que sonríes cuando lees los pasajes de Siete, o te excitas en los episodios carnales con la cartera y sientes el calorcito cuando el protagonista se sienta en el banco al sol a cotillear con los otros del pueblo. Es misteriosa la trama paralela que sucede años atrás y creo que bien entrelazada. En mi opinión enriquece el viaje existencial que el protagonista decide llevar a cabo para reiniciar su vida.

El escenario donde todo sucede es esencial, tan bien descrito, tan realista que se puede palpar. Yo diría que la novela se vive gracias al escenario.


Pero llega el final, y con él unas cuantas preguntas sin respuesta, entre las que para mí, la fundamental sería. ¿Qué le sucede a Valerio?

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