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sábado, 29 de agosto de 2015
viernes, 28 de agosto de 2015
NO es NO
¿Cuánto nos cuesta decir que no? A los que pensamos que más
es siempre más nos parece que un no significa una renuncia a algo que te puede
aportar más que restar. Es como un virus. Incluso diría que casi una dependencia.
Tendemos a ver el lado positivo de todo aquello con lo que tratamos y presentar
una negativa implica, desde nuestro punto de vista, un rechazo a aquello que
podría venir de bueno.
Sin embargo, estoy educándome en el NO. Es difícil salir de
un estado estanco como es ése en el que me encuentro. Pero la terapia de cada
mañana de auto convencerme que pronunciarlo es posible y no ocurre nada grave,
me está ayudando.
La rutina es sencilla. Me miro en el espejo, respiro con
profundidad tres veces calmando mis palpitaciones y dispongo mis labios en
posición. Me miro a los ojos y me auto convenzo. NO. Y vuelvo a respirar.
Estoy seguro de que en breve comenzaré a experimentar las
bondades de tan sencillo acto que reducirán mi dolor de jaqueca, las
contracturas de mis cervicales y la alteración mental que me impide dormir.
¡Probadlo! Es posible
Avatares de nuevo ciclo
Tres son los finalistas en estos
premios CRISIS 2007. El ganador, fue cotidiano e impuesto en los cincuenta, cuestionado
en los sesenta y setenta. Acompañante efímero de los ochenta y ninguneado una
década después. Los primeros dos mil se carcajearon de él pero aquí le tenemos,
flamante vencedor, tras derrotar a doña Innovación
y don Ahorro. Demos la bienvenida al valor
del año dos mil siete. Señoras y señores, con todos ustedes... don Esfuerzo. (aplausos)
domingo, 23 de agosto de 2015
loabsolutonoexiste - logo
Estoy diseñando los primeros bocetos para el logo del blog. Os dejo los dos primeros a ver qué opináis.
viernes, 21 de agosto de 2015
The Catcher in the Rye
En el verano de 1992, coincidiendo con la vorágine de éxito en que España se había introducido, a punto de inaugurar los JJOO de Barcelona y con una Expo pletórica e hipercomisionada, mis jóvenes huesos se encontraban de viaje en Edimburgo.
Por aquella época mi nivel del idioma que Shakespeare, Dickens y tantos otros desmenuzaron en obras maestras era muy limitado. Uno de los regalos que la familia con la que viví me hizo fue esta novela: "The Catcher in the Rye". Debo decir que con mucho interés y gratitud intenté leerla pero, debido a las limitaciones de mi vocabulario en tal idioma, tuve que claudicar.
Hoy una pequeña reseña en un blog que recomienda los diez libros que todo adolescente debe leer, incluyéndolo, me han decidido a retomarlo y, ahora sí con mucho más léxico y dominio del inglés, leerlo en versión original.